Capítulo 16 Epílogo

357 22 3
                                    

POV Ana

Desde que estamos juntas han pasado tres años, maravillosos por demás al lado de mi alma gemela, mi novia fugitiva, mi Verónica, aprendiendo a amar cada uno de sus gestos y manías, respetando sus opiniones e individualidad y viviendo con ella la vida que ambas soñábamos construir una al lado de la otra. Tomadas de la mano emprendimos un camino, alejadas de los miedos y prejuicios, a la felicidad, a cumplir nuestras metas y a descubrir que nos faltaban un montón de cosas por experimentar, miles de anécdotas por crear y millones de besos y te amo por compartir.

En nuestro primer año decidimos viajar, recorrer nuevos territorios, aventurarnos a salir de nuestra zona de confort y entrar en contacto con nuevas culturas y formas de vida. Empezamos por el Sudeste de Asia, visitando Bangkok capital de Tailandia, los Templos de Angkor en Camboya y Bali en Indonesia. Después estuvimos por Beijing en China y finalizamos en la espectacular Singapur con su mezcla particular de cultura milenaria y la más absoluta modernidad.

Recorrimos Marina Bay Sands, el Barrio árabe, la pequeña India y Gardens by the bay. Tomamos cientos de fotografías que se convertirían en recuerdos hermosos de aquel viaje tan profundo y revelador que nos permitió unirnos más aún, como pareja y mejores amigas, y confirmar que la decisión de estar juntas era lo correcto. Nos regalamos miles de sonrisas y palabras dulces llenas de amor, ese mismo que descubrimos en tres segundos en la iglesia, pero que estamos seguras nos durará para toda la vida.

Meses después emprendimos una nueva expedición por todas las partes de Europa que aún no habíamos tenido el privilegio de conocer, Austria, Noruega, Alemania, Islandia & Grecia. Paseos largos y hermosos, lugares espectaculares, comida deliciosa y mucho romance fueron los protagonistas de aquellos días maravillosos en los que nuevamente pudimos reafirmar que somos el complemento perfecto. Que estamos destinadas a permanecer juntas, a amarnos hasta que nos sorprenda el último suspiro.

Al siguiente año decidimos cambiar drásticamente de destinos, ahora seleccionamos emociones más fuertes y que exigieran un esfuerzo físico un poco mayor sin dejar de ser divertido. Nos fuimos a escalar a Monte Hood en Portland y luego a esquiar a Aspen, Colorado. Una experiencia completamente nueva para ambas, pero placentera, que nos permitió a aprender a confiar una en el instinto de la otra, sentirnos seguras, a pesar del miedo y el peligro que este tipo de situaciones pueden presentar. Confirmar la fuerza y decisión de mi ojiverde fue fascinante, pero sobre todo ver la manera en que siempre estaba pendiente de mi y de que estuviera bien. Así es ella, perfecta, fuerte, valiente, aunque a veces ella misma no se dé cuenta. Es mi ancla, mi soporte, el mejor de mis refugios, el lugar donde siempre quiero estar.

Nadie me conoce, me cuida o me hace tan feliz como ella. Su mirada me desnuda el alma y, a veces, he llegado a creer que lee mis pensamientos. Siempre me trae del lado obscuro y me hace entender que las cosas van a cambiar, que por más feo o desalentador que sea el panorama las cosas irán a mejor. Solo necesitamos un poco de fe en la humanidad y hacer nuestra parte sin pensar en lo que opine el resto. Con ella a mi lado descubrí que lo único verdaderamente importante es el amor, en todas sus versiones.

Cuando estuvimos satisfechas, de viajar y conocer, entendimos que era el tiempo de "sentar cabeza" y empezar a hacer planes para el resto de nuestras vidas.

Al final de cuentas ya nada nos quedaba por comprobar. Nuestro amor solo crecía día con día, se hacía más fuerte y robusto, más perfecto y de las dudas iniciales no quedaba ni el recuerdo. Era como si nuestra vida empezó aquel instante en que Vero me detuvo camino al aeropuerto para que le diéramos una oportunidad a todo lo que estábamos sintiendo. Todo cambió, tomó otros colores y matices. La Ana triste y huraña había quedado en el pasado. Ahora existe una feliz, completa, acompañada del amor de su vida y con la fuerza suficiente para enfrentar todo lo que se ponga delante. Mi amor por ella siempre fue imparable e irrepetible y lo seguiría siendo siempre.

Imagine Me And You (VerAna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora