game | Dybala x Enzo x Julián

two: Dybala

Julián no quería ni imaginarse cómo habrá solucionado Enzo la erección que él mismo provocó, seguramente la soporto un rato y cuando tuvieron oportunidad, él y su novio hicieron algo para solucionarlo. O tal vez se masturbó pensando en el, eso nunca lo sabría.

Pero basta de Enzo. Tendría otra oportunidad para molestarlo luego, ya se le ocurriría otra forma de atormentarlo, ahora era el turno de Paulo. No, no tenía ni la menor idea de que le depararía al castaño claro. Aunque no importa, Julián era fanático de improvisar, actuar impulsivamente, e incluso hacer lo primero que se le venga a la cabeza.

Por supuesto, había pasado aproximadamente una semana del incidente de Enzo, pero Paulo seguía en alerta. No tanto cómo antes, pero sabía que no debían subestimar al castaño. Ellos sabían que causaban algo en Julián, de la misma manera que él causaba algo en ellos.

Tenía entendido que Enzo fue a hacer las compras hace un buen tiempo, no muchas cosas, solamente las suficientes para cenar está noche. No tenía idea de que estarían haciendo Cristian y Lisandro, siempre estaban distraídos, jugando a la consola, viendo alguna serie y cosas así.

Todo estaba en silencio, supo que ese era su momento de actuar. Atravesó el pasillo y se dirigió a la puerta de la habitación de la pareja, el cuál no quedaba tan lejos del suyo. Lo encontró a Paulo jugando con su laptop, este notó su presencia y ligeramente subió la vista para observarlo. Le levanto una ceja sugestivo.

— ¿Ju? — Inquirio, dudoso — ¿Que paso? ¿Necesitas ayuda con los papeles?

— No Paulo, no es eso. Pero si necesito algo.

— Bueno, pasa dale — Le indico.— Cerra la puerta y hablemos.

Julián acató a lo que pidió el contrario (planeaba hacerlo de todos modos, no podía permitir que Cristian o Lisandro los encontrará) y se acercó a Paulo.

— ¿Me podré sentar? — Pregunto, a lo que el otro asintió dudoso.

Pasaron unos segundos que al
Mayor se le hicieron eternos. No sabía si era porque estaba nervioso, sin tener idea de lo que haría Julián a continuación, Porque Enzo llegaría en cualquier momento, o porque Julián no dejaba de observarlo con mucha atención. Todas al mismo tiempo.

— ¿Qué? Tranquilo, no muerdo — Dijo Julián tranquilo, sonriendo burlonamente por el nerviosismo de su mayor. — O tal vez si.

El otro no supo cómo reaccionar cuándo de la nada tenía el hermoso cuerpo del chico prácticamente sobre él, acorralándolo contra el respaldo de la cama. Seguramente, la noche anterior la pareja había tenido sexo en ese colchón y no podía importarle menos. Ese era su momento. Paulo debía prestarle atención a el y a nadie más que él.

— ¿Que haces, nene? — Puedo preguntar apenas, esforzándose para no tartamudear. Solamente con Enzo se permitía actuar de esa forma, no tenía sentido.

— ¿Que te parece que estoy haciendo? — Le devolvió la pregunta sugestivamente, manteniendo la misma sonrisa que antes.

Paulo se quedo quieto, su cuerpo no reaccionaba. Se suponía que debía aprovechar la ventaja de ser más fuerte que Julián, empujarlo de su cama  y echarlo a patadas de la habitación. Pero no podía.¿O no quería?

Paulo chasqueo la lengua.

— ¿Por qué? — Atino a cuestionarle, con el ceño fruncido. — ¿Por qué con el en frente de Cristian y conmigo a solas, con el riesgo que nos descubran?

El otro soltó una risa, realmente tentado por la incredulidad de Paulo.

— Porque eso es lo divertido. Podría haber seguido con Enzo, haciéndolo tener un orgasmo en plena sala pero tampoco soy tan malo. O tal vez mí culo no lo provoca tanto cómo el tuyo.