𝕶𝖆𝖙𝖆𝖓𝖆 ; 21

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Desgraciadamente, después del evento por navidad, llegó el evento de fin de año. Y al igual que todo el mes de diciembre, las chicas y yo estábamos vueltas locas por ensayar todas las coreografías que teníamos. 

Hacía un par de días que había salido mi mixtape, yo no quería publicarlo aún, pero dado el impacto y gusto que hubo en la presentación de navidad. A mi productora le pareció buena idea publicarlo de una vez. Estaba nerviosa hasta la mierda cuando se publicó, no dormí nada esa noche esperando las respuestas y habría sido más fácil si Jeon hubiera estado conmigo como lo habíamos planeado. 

Los chicos salieron hacia Estados Unidos para despedir el año viejo en el Times Square. Jimin y Jeon estaban súper emocionados con la idea. 

Así que, mientras ellos se encontraban allá, nosotras teníamos que concentrarnos para la presentación aquí. 

―Oye, onní ―me llamó Miyoung ―. ¿Estás bien? Te noto algo... distraída. 

Alcé mi mirada de mis zapatillas, se me había soltado la agujeta durante el ensayo. 

Me encogí de hombros ―. Solo estoy cansada. 

―No has estado durmiendo bien, ¿verdad? ―dijo en una mueca triste. Yo no dudé en abrazarla para restarle importancia ―. O será que te encuentras así porque Jeon ya no está aquí. 

De todas, Miyoung era la que más se metía conmigo al respecto de mi relación con Jeon. Por la sencilla razón de ya no tener mi culo quejándose al respecto de ella. Para ella era inusual que yo ya no estuviera diciendo que se trataba de una mala idea o que no llegara enojada siempre que me encontraba con él. 

¿Qué puedo decir? Me caía bien el chaval. Sin mencionar que nuestra relación de sexo era lo mejor. Justo lo que necesitaba de alguien quien trabajaba en el mismo ámbito que yo lo hacía. 

―Tampoco es para tanto ―me quejé. Aunque la verdad que sí lo era, hacía tres días que se había ido y siempre me quitaba la tensión de mi cuerpo después de ensayar tanto. 

―Ya, no lo será ―se burló también onesan. 

Viré los ojos y procedí a recoger mis cosas, la practica había terminado y teníamos que levantarnos a buena hora para estar listas para el programa. 

Las dos comenzaron a seguirme por los pasillos. 

―Vamos, Kat, no quieras engañarnos, ¿qué sientes por el chaval? ―Onesan seguro que no se sacaba la idea de la cabeza hasta que le diga la verdad. 

Cualquiera que escuche la conversación, probablemente piense que en efecto, estamos hablando de mi relación y, gracias al cielo que no había necesidad de escondernos como lo había sido con Namjoon, podía decir lo que pensaba al respecto. Si es que tuviera un pensamiento. 

―Pues, que nos llevamos bien, tía ―dije sin más, encogiéndome de hombros ―. ¿Qué más queréis que os diga? 

Las tres nos metimos al ascensor y onsean cerró la puerta, sonrió con malicia, aunque la mueca le duró muy poco. 

―Katana Ono, te conozco desde hace muchos años y quiero decirte, que jamás te había visto de esta manera ―sentenció, completamente seria. 

Alcé una ceja ―. ¿Así cómo? 

Miyoung me apuntó con la mano ―. Así, cariñosa, risueña, feliz, alegre, no sé, tía. Que mira, no nos quejamos al respecto, después de lo ocurrido con Wonwoo. 

―Y después pasó lo de Namjoon ―continuó onsean. Yo puse mala cara. 

―El hecho de que las cosas con ellos dos no haya funcionado, tampoco quiere decir que lo hará con Jungkook. 

Lonely hearts club | ʲᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora