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【10 de mayo】

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¡KENCHIN!

-¿Que pasa ahora?

-Kenchin, mínimo hablame bonito.

-Ay, perdon su alteza.

-¡Oye! me ofendes -le di la espalda.

-Venga, no exageres -se paró frente a mi y besó mi vientre- hey, acaba de patear.

-Te esta deseando feliz cumpleaños -sonreí.

-Aaaw, tan lindo mi dragoncito, ya pronto estarás con nosotros.

-Si... ya puede llegar en cualquier momento... oye Kenchin.

-¿Si?

-¿Prometes no dejarme ni a mi ni a Kenma? -lo miré a los ojos- ¿lo prometes?

-Lo prometo. No los dejaré por nada en el mundo, mis niños -me abrazó poniendo una mano en mi estómago.

Pasamos todo el día en casa, en este último mes apenas hemos salido, no sería lindo ponerme de parto en plena calle, por eso decidimos hacer algo más personal en casa. Ya todos sabían lo mío con Kenchin y se alegraban por nosotros, y estaban muy felices de ser tios. Por parte de Mitsuya tenemos ya todo el clóset de Kenma, nos ahorramos mucho por ese lado, es increíble que mi bebé vista ropa de un futuro diseñador. Últimamente soy muy feliz, lo tengo todo, mi cachorro esta a nada de llegar, ya tenemos todo el departamento amueblado, y lo más importante, tengo a Kenchin conmigo.

Estaba saliendo de la ducha, hace meses no puedo pasar mi hora y media ya que me cuesta estar tanto de pie porque luego los dolores de espalda me matan, bueno, de por sí lo hacen. Lo que ningunl esperaba era que justo esa noche llegaría mi hora.

-M-mierda... ¡KENCHIN! -grité a todo pulmón, el dolor me estaba matando.

-¿Estado bien? -entró a la habitación.

-M-me duele... m-me duele mucho Kenchin...

-Oh no... -me cargó- Man, ha viene.

-T-tengo miedo... ¿y si lo pierdo..? ¿y si muero..?

-No digas eso, todo saldrá bien, ven, vamos al hospital -me miró sonriendo- Man, ya Kenma va a llegar.

Dicho esto fue hasta el hospital a la velocidad de la luz, como quedaba a 2 cuadras me llevó en sus brazos liberando fermonas para intentar calmarme.

Sentía que iba a morir, el dolor estaba acabando conmigo, es incomparable al de las peleas, esto duele como el maldito infierno. El miedo se estaba apoderado de mi, temía perder al cachorro o de morir yo, de que le pasara algo ¿y si nacía débil y no se podía salvar? yo tambien puedo morir... por primera vez no quiero hacerlo, quiero estar con mi cachorro, con mi alfa, quiero una vida tranquila y feliz, quiero esa familia que nunca tuve, lo ansiaba, pero tenía miedo de perderlo.

Llegamos a urgencias y las enfermeras me llevaron, por más que pedía que trajeran a Kenchin decían que no, que debía rellenar unos papeles y luego verán si pueden entrar conmigo. Esas maldita perras.

-Todo estará bien cielo.. -besó mis labios y se fue.

Pasadas unas horas desperté en una cama de hospital, no recordaba nada. Miré por la ventana, aún era de noche. Me sentí raro al ver mi abdomen plano ¿ya mi bebé había nacido? ¿porque estoy yo solo? Miré al otro lado y vi que tenía puesto un suero ¿tan mal estaba? Me comenzó a dar un ataque de pánico, me sentía muy inseguro ¿perdí a mi Kenma? ¿donde está mi alfa? ¿porque estoy yo solo? Al escuchar que tocaron la puerta reaccioné.

-¿Puedo pasar..? -era Kenchin.

-¿Donde esta mi hijo? ¿El está bien...? ¿Que pasó?

-Tranquilo... -se sentó a mi lado y tomó mi mano- te desmayaste, pero calma, estas bien, le avisé a los chicos y están allá abajo esperando noticias.

-Ya pero... ¿y Kenma...?

El alfa miró la puerta, había una enfermera con un bulto en sus brazos el cual se lo dio a Kenchin. Ahí lo escuché.

-Mi niño... -Kenchin lo puso en medio de los dos, tenía el pelo rubio, y era muy pálido, justo como su padre- es muy lindo...

-Si... se parece a su madre... -tomó la mano de nuestro cachorro dejando un beso en esta- mi dragoncito...

-Nuestro.

-Si, nuestro.

-Por cierto, ¿que hora es?

-Mmh... -miró su reloj- las 11:45

-Consideralo mi regalo de cumpleaños -sonreí mirando a mi cachorro.

-Es el mejor regalo de todos...

Ya llevo dos semanas en casa con Kenma

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Ya llevo dos semanas en casa con Kenma. No es fácil, llora casi toda la noche, pero lo bueno es que tengo a Kenchin conmigo, se la pasa ayudandome en todo lo que puede. Los tíos de la bendición lo adoran, bueno, de más esta decir que vienen a verlo casi todos los días. Tampoco faltan las bromas de Ed diciendo que lo va a enseñar a quemar coches antes que caminar o Chifuyu diciendo que cuando cumpla 3 años le va a regalar un gato y Mitsuya exigiendo ser el padrino, o Hakkai diciéndole a Mitsuya que cuando se dejará embarazar. Nunca imaginé ser tan feliz.

Es una lástima que nada dura para siempre.

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