Observaba todo con detenimiento, esos 3 hombres mayores llegaron a su casa y llevaban un buen rato hablando con su abuela. La adolescente Reika Yuzukawa estaba sentada en el patio de su casa, el cual tenía un pequeño estanque en el centro. Tenía el cabello rojo y los ojos de un tono verde brillante, una belleza de jovencita, en realidad como todas las mujeres de su familia, una familia que pertenecía al segundo escalón de la nobleza en la Sociedad de Almas, situándose por debajo de los 4 grandes clanes nobles. Eran mujeres de extraordinaria fuerza física y desempeño en combate, algo así como amazonas.
-Parece ser que la reunión terminó- Escuchó la chica decir a sus espaldas. Al voltearse, Reika encontró a su tía, la heredera de su familia. Su madre había muerto nada más nacer ella, y su padre era un shinigami común y corriente que terminó siendo comida de hueco.
-Señora Susume, señorita Reika- Habló un sirviente -La señora Kaede las espera- Ambas caminaron hasta el lugar donde estaba la cabeza de la familia Yuzukawa. En la sala encontraron sola a la mujer, sentada.
-Siéntense las dos- Habló con calma.
-Madre, supongo que nos dirás el motivo de la reunión con los ancianos de la familia Kuchiki- Habló Susume, sorprendiendo a Reika, ella no tenía mucha idea acerca de los demás clanes, sobre todo los 4 principales, salvo que el Kuchiki era sumamente importante, por lo que llamó poderosamente su atención el que altos mandos de esa familia estuvieran en su hogar. Por otro lado, las mujeres del clan Yuzukawa que se volvían shinigamis, casi siempre recalaban en el escuadrón 6, el cual también estaba casi siempre regido por un miembro del clan Kuchiki, por lo que había buena relación entre ambas castas, pese a su diferencia de rango.
-Por supuesto, nos han traído una propuesta que difícilmente podríamos rechazar- Dijo Kaede mirando a sus descendientes -Nos han traído una propuesta de matrimonio- Dijo finalmente la anciana.
-¿Cómo? ¿Matrimonio? ¿De quién?- Dijo Susume.
-De Reika con el heredero de los Kuchiki, Byakuya- Esto descolocó por completo tanto a Susume como a su sobrina. Ella era una niña, en términos de vida de la Sociedad de Almas, pese a tener una apariencia de adolescente.
-Es muy repentino, ¿no te parece, madre? Reika es muy joven, además ella no es la sucesora de nuestra familia, no veo porqué haya que casarla de forma "conveniente"- Habló Susume, pensando en su sobrina.
-Es por eso que el señor Ginrei pidió la mano de Reika para su nieto. Ella no es una heredera directa, por ende no habrá un conflicto futuro sobre el gobierno de una familia, además tienen en cuenta que se trata de nuestra familia, conocida por ellos y por ende, de confianza-
-Y ese chico- Habló Reika finalmente -¿Él quiere casarse conmigo?- Susurró.
-No lo sé, querida, sólo sé lo que dijo su abuelo, él y los otros 2 ancianos estaban muy interesados en que seas tú la prometida del muchacho. Remarcaron varias cosas, entre ellas tu potencial para ser shinigami, lo que puede ser beneficioso a futuro para la Sociedad de Almas, y por supuesto ambos clanes. Pero más allá de eso, fueron honestos al decirme que quieren simplemente autonomía-
-Creo entender. Ellos no quieren que su heredero se case con una joven de uno de los 4 clanes nobles, pero tampoco que elija mal a cualquier persona, por ende, buscaron entre los clanes de menor nobleza, saliendo Reika elegida. Suena algo frívolo, pero teniendo en cuenta que nuestra familia ha servido a los Kuchiki durante siglos, no es de extrañar- Habló Susume.
-Entendí lo mismo que tú hablando con ellos. Y bien, Reika, tú tienes la última palabra, yo no te obligaré a nada-
-Está bien- Dijo la joven directamente -Me casaré con el heredero Kuchiki-
-Muy bien, entonces mañana irás a elegir un nuevo kimono, ya que la primera reunión entre ustedes dos será en una semana- Dijo la mujer.
-De acuerdo. Me retiro entonces, abuela, tía- Dijo la chica despidiéndose y saliendo de la sala.
-Madre, ¿crees que es lo correcto? ¿Hacer que se case con ese joven?- Dijo Susume.
-No lo sé. Y no creas que esos viejos me convencieron alabando nuestra belleza, tengo mis razones, Susume. Sabes perfectamente que somos un clan fuerte, pero sin el poder de los Kuchiki. Además, Reika es prácticamente huérfana, y en parte es afortunada de haber sido elegida por ellos- Dijo Kaede. Y Susume sabía que su madre tenía razón, Reika no tenía más destino que ser shinigami, pero como esposa del futuro jefe del clan Kuchiki, tenía algo más que simplemente arriesgar su vida matando huecos.
-Además, no te olvides que nuestra Reika es hermosa. Ese chico es afortunado- Dijo finalmente la anciana, sacándole una risa a su hija.
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Pero el joven Byakuya Kuchiki no sabía si sentirse afortunado o no. Observaba la fotografía de su flamante prometida con detenimiento, aunque no podía hacer una valoración más exacta, la chica le parecía hermosa de cara, facciones finas, delicadas, cabello rojo y ojos verdes, ambos brillantes. Aunque aún le faltaba verla en persona para saber exactamente a quien lo prometieron.
-¿Qué te parece?- Le dijo su abuelo Ginrei esperando una respuesta afirmativa de su parte -Es una joven de buena familia, fuerte, y además muy guapa-
-¿La has visto en persona?- Preguntó el chico.
-No de cerca, pero sí a su tía y también conocí a su difunta madre, y ambas eran sumamente hermosas en su juventud, lo mismo su abuela- Sin duda una familia de mujeres agraciadas pensó Byakuya al escuchar a su abuelo.
-Al parecer te gustaba una de ellas- Dijo algo jocoso el adolescente.
-No digas estupideces- Fingió enfado el anciano -Además, no hay quien no las admire, después de todo. Considérate afortunado, Byakuya-
-Supongo que sí. ¿Cuándo podré conocerla?-
-La semana entrante vendrá con su familia de visita. Así que prepárate, estos días estaré en los cuarteles de mi escuadrón, pero los sirvientes y el resto te ayudarán a prepararte y yo vendré ese día- Dijo Ginrei retirándose a sus aposentos.
-De acuerdo. Que descanses, abuelo- Contestó el pelinegro a su abuelo. Byakuya se fue a su habitación y observó un rato más la foto de Reika, su abuelo se la dio en cuanto acabó de contarle lo acontecido en casa de los Yuzukawa.
Hacía varios meses, su abuelo y los demás ancianos le dijeron que debía pensar en su futuro, tanto como futuro shinigami y como cabeza de la familia, y esta última estaba el asunto del matrimonio, se barajaron muchas opciones para su prometida, pero los ancianos acordaron que la indicada era Reika Yuzukawa, de un clan noble de menor categoría, enfilado debajo del clan Kuchiki, por ende siempre al servicio de éstos. Era de edad similar a Byakuya, educada y entrenada para defender a la Sociedad de Almas, era la que mejor encabaja. Entonces decidieron llevar la petición de mano a Kaede Yuzukawa, cabeza de familia y abuela de la chica ese día Byakuya no pudo siquiera entrenar de los nervios, ni siquiera conocía a la chica, pero si todo salía como se esperaba, ese día ya estaría prometido en matrimonio, prácticamente su destino estaría escrito.
Y así ocurrió, la vieja Kaede aceptó y en una semana conocería a su novia, sólo quedaba agradarse mutuamente, y esperar, quizás algún día, que se quisieran lo suficiente para soportar un matrimonio de ese estilo, e incluso, porqué no, amarse.
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Destino caprichoso
RomanceSu destino fue trazado desde muy temprana edad, desviándose en el trayecto, pero las circunstancias, acontecimientos, los harán redescubrir ese afecto que hubo al principio, volviéndose un amor de verdad. Los personajes no me pertenecen, son propie...