Place of Pleasure | Changlix's one shot's

32mo Shot: Miedos

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Un solo acto de valentía puede significar demasiado

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El ejercicio era algo que a Félix no le gustase expresamente, era más bien por necesidad, pero lo entendía, entendía que sólo con ejercicio podría recuperarse de su lesión y ser capaz de seguir con las actividades regales del grupo sin interrumpir ni retrasar más sus calendarios. Pero si debía ser sincero, para nada le emocionaba tener que ir tres veces al gimnasio y sudar como loco y sufrir el dolor constante en cada uno de sus músculos, además de las sesiones diarias con su fisioterapeuta para acelerar el proceso de sanación en su espalda, ese era sin dudarlo el peor momento de sus días, no era nada agrable tener que sufrir por dos horas constantes a los masajes que debía someterse.

Sin embargo, aquel calvario el cual estaba obligado a vivir lo sobrellvaba con la ayuda de Changbin; el mayor desde el inicio se había ofrecido para ayudarle con los ejercicios que tanto odiaba y así hacer un poco más divertido todo, claro que Félix aceptó. Todas las tardes luego de sus obligaciones en la empresa el pelinegro le buscaba en la sala de danza y así emprender sus " escapadas diarias", porque a pesar de ser acompañados la mayoría de veces por algún otro miembro, eran ellos dos en una burbuja una vez llegaban al lugar.

Todo era perfecto desde que el mayor le acompañaba en un inicio, pero pasados los meses Félix sintió pánico al sentir como sentimientos confusos volvían a aflorar en él, odiaba sentirse incómodo a su lado por la simple razón de que no lo deseaba, era Changbin, su mejor amigo, no había razón por la cual estarlo. Con cada día finalizado el pecoso sentía la necesidad de alejarse por el bien de ambos, no podía arruinar su relación con sentimientos que ni él mismo entendía.

-Hey, Lix, ¿entrenarás hoy? - Changbin había ingresado a la sala de danza sin hacer ruido, por lo que Félix no lo notó sino cuando habló

-Si, pero creo que iré con Minho,me pidió que lo acompañase- dijo tímido apartando la mirada de él mientras tomaba de sus cosas y salían de ahí, Changbin le seguía el paso y solo quería separarse de él

Changbin claro notó todos sus cambios hacia él, porque sí, no hacía falta ser un genio para saber que ese comportamiento era sólo hacia él, lo evitaba sólo a él.

-Minho dice que nos adelantemos, llegará un poco retrasado- Changbin guardaba su teléfono luego de leer el mensaje del mayor en voz alta

Notó claramente la mirada de desesperación de Félix más no dijo nada, sólo trataría de ir con el menor al gimnasio y aprovechar la soledad y hablar bien las cosas

Quince minutos después tal y como lo pensó el pelinegro, eran los únicos de su grupo haciendo ejercicio en ese momento, cosa que agradeció pues tendría la libertad de preguntar las razones de su indiferencia sin tener que alguien los interrumpiera.

-Bin, ¿empezarás ya o? - preguntó extrañado al notar que el mencionado solo veía fijamente el estante de las pesas pero no hacía más nadas

-Si, ya empezaré - carraspeó su garganta avergonzado - Cuando empieces espalda me llamas, lo sabes

Félix sonrió tímido hacia él en señal de aprobación

Aquella tarde no fue muy diferente a las de los últimos meses; Changbin realizó sus ejercicio en la parte más alejada de donde se encontraba el pecoso solo por darle su espacio, además de aprovechar su tiempo a solas para formular bien sus preguntas, más no fue idiota en no notar las miradas de reojo que el menor le regalaba pues cada cierto tiempo que volteaba se lo encontraba viéndole causando que apartará su mirada sonrojado, cosa que le pareció tierna. Por su parte Félix se sintió un completo estúpido; Changbin le había pillado viéndole y no supo cómo reaccionar, causando sólo más preguntas en él.