Miradas

5

Aidan

- Oscar es lo único que pude escuchar, llegó una chica y no pude seguir- dije por décima vez.

- ¿Estás seguro que no dijo nada más?, ¿no mencionó a una chica?- pregunto curioso.

- No.

Lo mire curioso. Porque le importaba una chica.

- Va, di lo que quieras decir- dijo leyéndome la mente.

- ¿Porque te importa una chica?- porque le interesaba una chica.

- No es importante- dijo indiferente - ¿Hay alguien que creas confiable para que te ayude dentro?

Lo pensé, pensé en ella, en Isabella. No podía meterla en esto, era peligroso. Ademas, como si ella me quisiera cerca.

- No, puedo yo solo- dije levantándome para salir de su oficina.

Isabella

El día había transcurrido normal, bueno no tan normal teniéndolo cerca. Nos habíamos encontrado en el Starbucks hoy de mañana y habíamos caminado juntos hasta el hotel, que fue cuando nos separamos. Había terminado de limpiar, por lo tanto me tocaba atender llamadas.

- Hola- salude cuando llegué a mi oficina- Atiende llamadas, yo contesto los correos- dije sentándome a su lado.

- Sí señora- canturreo el burlandose.

Empiezo a responder correos cuando a él se le da por hablar.

- ¿No dirás nada de lo de ayer?- dijo tachando cosas en su libreta.

- No si me dices que tramas.

- ¿Por qué tanto interés en meterte en mis cosas chiquilla?

- No me digas así- conteste enojada- Es mi trabajo y tu vienes a sacármelo, si me importa.

- No creo que quieras saberlo.

- Que, eres de la mafia, vendes droga y matas gente- dije burlándome. Se me borro la sonrisa cuando él no dijo nada y me quedó mirando serio- Mierda- fue lo único que pude decir.

- Si tanto te importa tu trabajo, no dirás nada.

Yo me quedé callada y seguí en lo mío. A la hora de irnos baje para encontrarme a Taña esperándome, le sonreí y salimos. Todo el camino estuvimos charlando.

- ¿Cuando viniste a vivir Zenda?- preguntó ella.

- Hace tres años, enseguida empecé la Universidad.

- ¿Viniste aquí por la universidad?

- Si, quería alejarme un poco de Madrid, sabes. Necesitaba cambiar de aire, de amigos y de todo.

- ¿Tus padres?

- Murieron en un accidente hace cuatro años.

- Lo siento mucho, no sabía- sus ojos se abrieron sorprendidos.

- Tranquila, nunca hablamos de esto.