Continuamos, algo curioso de esta época es que todo era el diablo xD
Y Dagda se ha vuelto mi tercer personaje favorito en esta historia después de Kara y Lena.
Sin más que lo disfruten.
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El calor de mediados de la primavera es lo de menos para Zor-El y Luthor que cabalgan a la granja de los Gordon, de todos modos las nubes en el horizonte parecen indicar que habrá tormenta por la noche; ya vienen las lluvias y la tierra seca lo agradece.
Las emisarias de la ley poco tienen que decir respecto al clima, la rubia ha pasado toda su vida en Midvale, a excepción de sus viajes laborales, ella conoce su hogar con el mismo reconocimiento que un citadino de su casa, en cambio Lena, que solo ha vivido una década en el pintoresco pueblito todavía no sabe lo que significa una nube en plena mañana, al oeste, a mediados de Abril.
-Hoy en la noche tendrás una gran sorpresa- dice Kara anticipando su reacción.
-¿Por qué?- pregunta la sheriff, pero no hay respuesta, solo una sonrisa confiada en la cazarecompensas.
Después de un trote ligero finalmente arriban a la granja de los Gordon, Bárbara está colgando su ropa recién lavanda mientras su hijo juega por todo el patio; desde sus caballos pueden ver al viejo Jim sentado en su pórtico con escopeta en mano, la cual levanta apuntándoles cuando las ve llegar. Ambas mujeres bajan de sus monturas y levantan las manos, Bárbara las reconoce, por lo que sale detrás de la sabana que estaba colgando para saludarlas.
-¡Tranquilo papá! Son tus aprendices- lo calma descansando sus manos en sus caderas-. Dick dijo que vendrían- dice cubriendo su rostro con su mano pues las mujeres vienen del este.
-¡Bárbara!- saluda la rubia feliz, intenta correr a abrazarla, pero el niño salta a sus piernas.
-¡Kara!
-¡Hola pequeño!- saluda tomándolo en brazos.
Lena suspira ante la escena de su amante cargando a un niño, si tan solo pudieran...
Encantada sigue a la cazarecompensas hasta que están frente a la madre que lo recibe, Jim baja los escalones de su pórtico con escopeta todavía en la mano. Es un hombre tosco, estoico, de gran barriga pero fuertes hombros, una vez fue el hombre más rudo de todo el territorio, no solo temido, si no también respetado, su mentor, su predecesor, el antiguo sheriff de Midvale.
-¡Jim, es bueno verte!- dice Kara alegre, a lo que el hombre escupe a un lado, un bocado de tabaco probablemente.
-Sigues siendo bobalicona- dice con seriedad-. Dime Lena ¿Las mujeres lloran al escuchar el nombre de Kara Zor-El? ¿Los hombres se quitan sus sombreros al verla pasar y los cobardes se persignan cuando pisa el pueblo? ¿Acaso se ponen a rezar cuando Linterna empieza su galope?
Su voz es seria, como si narrara un obituario y Luthor sabe por que lo pregunta, aunque ella lleva la placa de comisario sabe que en realidad Jim veía en la rubia a su auténtico sucesor.
No se lo toma personal, al contrario, sonríe.
-Los hombres la respetan, los cobardes salen corriendo con sus pantalones orinados ¿Las mujeres gritan al verla? Si, pero no del modo que nos gustaría, en especial las del Salon- dice dándole un codazo en las costillas a Kara antes de que se le ocurra abrir la boca-. Y no, ven a Linterna ir y venir, pero no creo que nadie se ponga a rezar si comienza su galope.
El viejo Jim levanta su escopeta para descansar el cañón en su hombro derecho.
-Debil- murmura a lo que Zor-El se quita el sombrero apenas conteniendo la risa-. Tu sola presencia debe incomodar, debe hacerse notar, Linterna es una extensión de ti, ven tu caballo, te ven a ti, debes ser más despiadada.
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El revolver bajo la falda
AventuraEn el pueblo de Midvale, la sheriff Lena Luthor es la ley y hay un misterio sin resolver que acecha la paz de sus habitantes. La mujer decidida a resolverlo investiga pero necesitará ayuda, por lo que toma el documento sobre su escritorio, teniendo...