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Anónimo

- ¿Estas listas?

- No, por favor, no me hagan daño

- Tranquila, no dolerá.

- Por favor.

- No grites.

- Ayuda, por favor.

Isabella


Habían pasado tres días desde que Aidan apareció en mi casa. Después de ese día había transcurrido todo normal. Bueno, dentro de lo que puede ser normal trabajar con el chico que te amenazó en el callejón hace casi dos semanas.

- ¿Me estás escuchando?- preguntó Aidan.

- No- susurré dándome cuenta que lo había dejado de escuchar hace mucho.

- Quiero terminar con esto, tengo cosas más importantes que hacer.

- Lo siento, chico ocupado.

- Sí, soy un chico ocupado, ahora presta atención.

Enseguida me mostró cartas para ver si eran relevantes para mostrar a la señora Holloway, o simplemente no le iban a importar.

- Esa, creo que le va importar, mira de dónde es- dijo mostrándome el nombre del proyecto Aloinjerto.

Enseguida agarró un cuchillo y la abrió sutilmente.

- No creo que funcione, ya las he abierto y son en código- comenté girando los ojos.

- Miara nada mas, no eres tan santa como dices.

- No las podrás leer Aidan- Ignore su comentario.

- No es mi culpa que tu no sepas leer en código- canturreó sacando la carta del sobre.

- Ni siquiera lo intenté, cuando lo vi me asusté porque me pescó Taña- dije contraatacando.

- Le sacaré una foto para mostrárselo a mi jefe- susurró sacando el celular.

Yo no protesté, no quería que me amenace otra vez. Miré a mi alrededor y lo único que pude decir fue...

- Mierda.

- ¿Qué?

- Mira ahí arriba- dije señalando la cámara que nos apuntaba.

- Mierda, ¿por qué no me dijiste que había una cámara?

- Porque yo no fui la que sacó un móvil para sacarle una foto a una carta de Carmen- manifesté asustada- Además, eso no estaba ahí antes.

Él se paró y se fue de la oficina, escondiendo la carta. Yo lo seguí.

- ¿Qué haces? ¿A dónde vas?

No me contestó. Fue directamente a la parte de mantenimiento, yo a su lado me empecé a dar cuenta de qué iba hacer.

- Espera ¿y si hay alguien aquí dentro?- pregunté nerviosa.

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