Leche (Mario x Luigi)

CAPÍTULO 6: REFLEJO

Mario se arrepentía en su mente de prometerle a Luigi que le enseñaría todo lo que él sabía sobre sexo durante su caminata al baño. Al llegar Mario ideó un plan para no corromper a su hermano aprovechando que ya sabía que Luigi se lo creería. Entraron en el baño, el mayor cerró la puerta sin pestillo y le dijo al pequeño:

M: “Bueno bro, primero quiero que te descubras a ti mismo.”

L: “¿Descubrirme a mí mismo?”

M: “Por eso te he traído al cuarto de baño. Quiero que te desnudes y te mires al espejo.”

L: “¿¡Q-QUÉ ME DESNUDE!? P-pero Mario, s-sabes que m-me muchísima vergüenza que me vean sin ropa.”

M: “Tranquilo, no tienes que avergonzarte. Yo también me desnudaré, ¿así te sentirás mejor?”

L: Lo pensó un poco. “T-tal vez…” Respiró hondo. “Bien, ¿e-empiezo ya?”

M: “Puedes comenzar cuando quieras, no hay prisa.”

L: “P-pues allá voy.”

Empezó retirándose los tirantes de su overol con su cabeza agachada por la vergüenza que le daba el tener que desnudarse delante de su hermano mayor. Mario respondió retirándose los calcetines dándole confianza al pequeño, y éste se quitó su overol seguido de sus guantes, calcetines y camiseta. Mario hizo el mismo trayecto que Luigi salvo que en vez de ser primero los pantalones fueron primero los guantes

Ya en ropa interior el corazón de Luigi latía frenéticamente ante la situación en la que estaba. Cerró los ojos y con rapidez se bajó sus boxers dejando expuestos su pene y testículos, cosa que a Mario le excitaba. Pero había un problema: a pesar de que él ya había visto desnudo a Luigi sin que él lo supiese, el pequeño no había visto a Mario. Aun así Mario se bajó sus boxers con tranquilidad y dejó al descubierto sus intimidades. No sabía por qué, pero Luigi sentía como mariposas en el estómago al ver desnudo a Mario. Cuando Mario volvió a centrar su vista en Luigi éste se tapó rápidamente sus intimidades.

M: “Ahora mírate en el espejo, ¿vale?” Luigi le obedeció aún con sus manos tapándose. “Hey, no te avergüences, es tu cuerpo.” Puso sus manos en los hombros del pequeño tratando de calmarlo.

L: “N-no es por mí… Eres muy valiente y yo soy un cobarde.”
M: “No quiero que vuelvas a decir eso, ¿me oyes? Eres más valiente que yo, y nos lo has demostrado a todos. Así que, si fuiste lo suficientemente valiente todas las veces que nos salvaste también lo eres como para hacer esto Luigi. Eres mi héroe Luigi, nunca lo olvides.” No mentía. Es más, para él su hermano pequeño seguía siendo su angelito al cual debía de proteger a toda costa de las impurezas del mundo.

Ya con voluntad Luigi se retiró las manos y se quedó paralizado. Mario lo miraba atentamente y Luigi miraba al miembro viril de Mario para intentar calmarse y recordar que las palabras de Mario de que él también estaría desnudo junto a él eran ciertas.

M: “*Dios… ¡pero qué apetecible es!* ¿Cómo te sientes?”

L: “U-un poco raro. *Mario se ve tan lindo desnudo. ¡Espera! ¿¡Pero qué estoy pensando!?*”

M: “¿No te gusta tu cuerpo? Yo lo veo mucho mejor que el mío.”

L: Estaba más rojo que un tomate. “Tú eres bastante bonito. Eres como un peluche.” 

M: “¿Cómo un peluche?”

L: “P-porque eres blandito y b-bastante achuchable.” 

M: Se quedó sin palabras. “Si tú lo dices.” Se puso rojo al igual que Luigi.

L: Se rio al ver su cara roja. “Deberías de verte la cara. Estás muy lindo.”

M: “Tú sí que eres lindo.” Luigi paró de reír ante aquellas palabras. “¿Qué? ¿A Ya no te da vergüenza estar desnudo delante de mí?”

L: “N-no… ya no tanto.”

M: “Pues ahora mírate y dime qué ves.”

L: “Me veo a mí pero desnudo. Y… mi cuerpo se siente… ¿bien?”

M: “Perfecto. Ahora dime, ¿cómo te sientes al mirar tus genitales?”

L: “Yo… me siento… raro. Jamás me había parado a mirármelos por tanto tiempo.”

M: “¿Te gustaría tocártelos?”

L: “M-me… me da miedo.”

M: “¿Por qué? Es tu cuerpo, no te van a morder.”

L: “¿Me puedes guiar, porfi?” 

M: Se sonrojo. “L-luigi, n-no es que no quiera, pero somos hermanos. No creo que…”

L: “Por favor Mario, estoy muy asustado.”

En su mente Mario se maldecía a él mismo porque por su culpa ahora Luigi estaba experimentando una situación que para su mente inocente era demasiado difícil de asimilar, y que encima era bastante evidente de que Luigi no se sentía preparado para algo así. A pesar de no haberlo corrompido si era cierto que su inocencia seguía dentro de él, pero la parte mala era que ahora su hermanito tenía muchísimo miedo, casi traumatizado, y era su deber protegerlo física y mentalmente.

M: “D-de…” Suspiró profundamente. “De acuerdo. Pero lo haré por ti, ¿vale?”

L: “Vale.”

M: “Y esto será solo entre nosotros dos.”

Bueno, qué os está pareciendo?

Sé que he tardado bastante 😅 pero ahora sí que sí voy a ponerme manos a la obra en traeros más de mi contenido.

Nos vemos 💕