La tarde siguiente, el 14 de junio, siete días antes del solsticio, nuestro tren llegó a Denver. No habíamos comido desde la noche anterior en el coche restaurante, en algún lugar de Kansas. Y no nos duchábamos desde la colina Mestiza. Desde luego tenía que notarse, pensé.
—Intentaremos contactar con Quirón —dijo Annabeth—. Quiero hablarle de tu charla con el espíritu del río.
—No podemos usar el teléfono, ¿verdad?
—No está hablando de teléfonos, Percebe.
—¿Percebe?—Me quise reír, lo dijo con el típico acento gringo. Al final no pude contener la risa, Percy me miró embobado, lo ignore.
—oh vamos, Percy, Percebe ¿Enserio nunca lo has pensado?
—De hecho... Tiene sentido.
Caminamos sin rumbo por el centro durante una media hora. El aire era seco y caluroso, y nos parecía raro tras la humedad de San Luis. Dondequiera que miráramos, nos rodeaban las montañas Rocosas, como si fueran un tsunami gigantesco a punto de estrellarse contra la ciudad.
Al final encontramos un lavacoches con mangueras vacío. Nos metimos en la cabina más alejada de la calle, con los ojos bien abiertos por si aparecían coches de policía. Éramos cuatro adolescentes rondando en un lavacoches sin coche; cualquier policía mínimamente competente imaginaría que no tramábamos nada bueno.
—¿Qué estamos haciendo exactamente? —nos preguntó Percy, mientras Grover agarraba una manguera.
—Son setenta y cinco centavos —murmuró—. A mí sólo me quedan dos cuartos de dólar. ¿Annabeth?
—A mí no me mires —contestó—. El coche restaurante me ha desplumado.
Percy le dio a Grover el poco cambio que le quedaba.
—Fenomenal —dijo Grover—. Podríamos hacerlo con un espray, claro, pero la conexión no es tan buena, y me canso de apretar.
—¿De qué estás hablando?
Metió las monedas y puso el selector en la posición «LLUVIA FINA».
—Mensajería I.
—¿Mensajería instantánea?
—Mensajería Iris —le corregí—. La diosa del arco iris, Iris, transporta los mensajes para los dioses. Si sabes cómo pedírselo, y no está muy ocupada, también lo hace para los mestizos.
—¿Invocas a la diosa con una manguera?
Grover apuntó el pitorro al aire y el agua salió en una fina lluvia blanca.
—A menos que conozcas una manera más fácil de hacer un arco iris.
Y vaya que sí, la luz de la tarde se filtró entre el agua y se descompuso en colores.
Annabeth me tendió una palma.
—El dracma, por favor.
Se lo di.
Levantó la moneda por encima de su cabeza.
—Oh, diosa, acepta nuestra ofrenda. —Lanzó el dracma dentro del arco iris, que desapareció con un destello dorado—. Colina Mestiza —pidió Annabeth. Por un instante, no ocurrió nada.
Después tuve ante mí la niebla sobre los campos de fresas, y el canal de Long Island Sound en la distancia. Era como si estuviéramos en el porche de la Casa Grande. De pie, dándonos la espalda, había un tipo de pelo rubio apoyado en la barandilla, vestido con pantalones cortos y camiseta naranja. Tenía una espada de bronce en la mano y parecía estar mirando fijamente algo en el prado.
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𝕾𝖊𝖒𝖕𝖎𝖙𝖊𝖗𝖓𝖔|Percy Jackson Fanfic
Random𝕾𝖊𝖒𝖕𝖎𝖙𝖊𝖗𝖓𝖔=Que se prolonga muchísimo, que 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗰𝗲 no tener principio ni fin. 《Donde Percy Jackson conoce a la sarcástica hija de Hades o Donde Sofía A...