Hyunjin y Felix se dan cuenta que los nuevos sabores saben mejor probados en una boca ajena.
-no se busca ofender ni asumir la orientación sexual de ninguno de los involucrados.
-one shot.
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¿Cómo fue que cierto pelinegro de pecas términos durmiendo entre los brazos de su hyung cabello azul deslavado? Era algo que Felix se preguntaba continuamente ahora que llevaban casi un mes en esta dinámica, no le molestaba en absoluto pero debía decir que era tremendamente extraño como había llegado a esa situación.
— ¿En qué piensas? — la voz somnolienta le saco un susto de muerte, el mismo que pensé que había disimilado con éxito cuando no hizo más que entregarle una vez más a Hyunjin una imagen extremadamente tierna de sí mismo — Eres como un gato bebé, por poco y te pegas al techo, Lix.
—Si me hablas teniendo los ojos cerrados es lógico que me asuste — reclamo mientras se apoyaba en su codo levantando parcialmente su cuerpo del colchón para mirar al mayor — Hyunjin... ¿Cómo llegamos a esto?
—Me dijiste que necesitabas tu masaje en la espalda, una cosa llevo a la otra, terminamos en una muy buena ronda de sexo, pero hay que guardar el decoro y me mandaste a vestirme — explico como si el pecoso no hubiera estado presente en las últimas dos horas.
—No me refería a eso — dijo con el rostro completamente enrojecido de vergüenza — me refiero a lo que nos llevó a relacionarnos de esta manera.
—Ahora que lo pienso...
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Hace un mes.
— ¿Qué comes? — pregunto mientras el pecoso rebuscaba dentro de una bolsa color verde chillón.
—Gomitas de sandía — saco una de la bolsa mostrándola al peli azul casi con orgullo y su característica sonrisa — mis hermanas las trajeron de Japón, hay de más sabores pero están en casa — advirtió con un ligero puchero antes de que Hyunjin preguntara.
