CHAPTER ONE

108 2 11
                                    

¿Qué sé supone que hacía en estos momentos? Solo me encontraba sentada en el enorme sofá de la sala jugando con mis piernas mientras esperaba a que el tiempo pasara pues me encontraba esperando la llegada de alguien importante para mi, ya me estaba aburriendo pero escuche el sonido del timbre sonar y me levante rápidamente para abrir aquella puerta encontrándome con aquel chico que tanto había extrañado.

- ¿De verdad eres tu o estoy alucinando?

Pero claro tenia en frente a " David Adams" ese chico que me venía trayendo loca desde hace un tiempo y ahora estaba enfrente de mi.

- ¿Quien esperabas qué fuera mocosa? ¿Neymar? Ja ya quisieras.

- Pues preferiría qué fuera Neymar en vez de ti [me acerque a el volteandolo a ver hacia arriba ya que era mucho más alto que yo]

- Jajaja ya para de ser tan agresiva se que me extrañaste lo se enana [me aparto de su camino y entro a la casa dejando sus maletas cerca del sofa]

Mentiría si dijera que no se veía guapo, era mucho más lindo en persona y eso siempre lo tenia que reconocer y me fascinaba lo alto que era, y sus brazos dios...esas manos llenas de venas mataría porque me horcaran mientras tenemos sexo.

- Oye te estoy hablando [me empujo el brazo para sacarme del tipo trance en el qué había entrado]

- Perdón estaba pensando en unas cosas lo siento mucho jaja [volteo mi cabeza para verlo y observe qué tenia una sonrisa en su rostro]

- ¿En que piensas Cárdenas? Seguro en algo pervertido conozco como eres puedes ser una chica tímida de 15 años pero se lo pervertida qué esta tu mente [con su mano acaricio mi mejilla acercándome a el]

- Uh...yo ehh [mire directo a sus ojos y me fui acercando hasta que algo o alguien más bien nos interrumpio]

- Veo que ya a llegado tu amigo [escuche la voz de mi madre entrando a la sala] Hola David ¿como te fue en tu vuelo?

- Bien señora gracias y también gracias por dejarme quedar en su casa.

- No es por nada hijo eres el mejor amigo de mi hija y tus papás son muy buenos amigos míos así que eres otro hijo para mi así que no es molestia qué te quedes aquí.

- Gracias señora es muy amable.

- Y disculpame qué no pueda estar con ustedes este mes [nos miro un poco decepcionada]

- Uh ¿Paso algo? [Pregunto un poco nervioso]

- No hijo jaja pensé que Alondra te lo había dicho [me miro frunciendo el seño] tengo que viajar a Monterrey por algo de trabajo ya sabes hay personas interesadas en mi ropa.

- Oh pero si eso es bueno señora felicidades.

- Gracias espero todo salga bien....pero bueno en unos minutos va a llegar mi pareja para irnos al aeropuerto así que voy por mis maletas.

D'A
La Señora Cárdenas salio de la habitación y yo regrese mi mirada a la chica de hermosos chinos, y vaya que se encontraba tan linda hoy mi mirada no pudo evitar bajar la vista hasta esas piernas sexys...me encantaba como le quedaba esa falda negra casi tan corta como me gustaba y esas calcetas qué le apretaban sus ricos muslos y que hacían ver lo gorditas qué tenia las piernas y eso me encantaba dejaría que esas piernas me masturbaran por horas sin parar.

¿Que si me gustaba ella? Claro que si,ella era la dueña de mis pensamientos, la dueña de todos mis sueños eroticos y mis fantasías sexuales, amaba con locura a esa chica era inevitable no ver su cuerpo tan lindo, y si podría haber otras mujeres en el mundo pero ninguna lograría poner mi verga tan dura como lo hace ella.

- Oye Adams vamos a tu habitación no creo que te quieras quedar aquí en la sala [tomo una de mis mochilas y empezó a caminar]

- Uh si claro ya voy [agarre mi maleta y la seguí hasta llegar a la habitación]

Subimos al segundo piso donde se encontraba la habitación donde me iba a quedar y entramos dejando las males cerca de la puerta, tras hacer esto vi como ella parecía buscar algo en la habitación.

- ¿Buscas algo? [Le pregunte acercándome a ella]

- Si...creo que deje uno de mis libros aquí pero no se...Oh espera ya lo encontré [camino hasta un pequeño estante donde se encontraban más libros]

Tenia que estar soñando...ella se agacho para tomar el libro y dejó al descubierto sus redondas nalgas y al parecer..solo llevaba unas bragas rosas ¿Que esta chica quiere que me la coja mientras esta su mamá en casa? Vaya que no podía esperar para quedarme solo con ella.

Y con tan solo mirarla por unos segundos hizo que algo adentro de mi pantalón comenzará a crecer...mierda acaba de hacer que mi verga se pusiera dura...seguro que esto era lo que quería entonces no le veo nada malo el querer compartirle un poco de lo que me acaba de provocar.

Me acerque hasta donde ella estaba y la tome por la cintura pegando sus nalgas a mi verga todavia dura y tras hacer esto escuche como un pequeño gemido salía de su pequeña boquita.

- Que...¿Que haces?

- Nada solo me divierto un poco sabes [susurre en su oido para después morder su cuello]

- Ah~ [dejó salir un gemido que después reprimio con sus manos]

- Tranquila tu puedes gemirme todo lo que quieras [con mi mano comence a tocar una de sus tetas para después meter la mano adentro de la blusa y el sosten comenzando a tocar su pezon]

- ahh~...dios como puedes hacer esto ahora...tienes que parar.

- ¿Quieres que pare? Que lastima yo no quiero hacerlo [tras decir esto la pegue en la pared y esta vez cuando estaba decidido en bajar mi mano abajo la señora Cárdenas grito nuestros nombres]

- Es mejor que vayamos ¿si? [Se aparto de la pared y acomodo un poco su ropa para luego salir de la habitación]

Carajo...me pone tan caliente como no se imagina no puedo esperar a tenerla en mis brazos mientras cojemos.

- Ya me tengo que ir chicos por favor cuídense mucho y no hagan un desastre en la casa es lo único que les pido.

- Esta bien mamá no te preocupes vamos a tener todo bajo control tu confía en nosotros.

- Bien ya me tengo que ir [se acerco a nosotros y nos dio un fuerte abrazo para después separarse y acercarse a la puerta principal] cuídense los quiero mucho nos vemos muy pronto.

Esas fueron las últimas palabras de la señora Cárdenas antes de salir de la casa y dejarnos completamente solos.

Gire mi cabeza para verla y mi pequeña se encontraba mirándome.

- Tu y yo tenemos unas cosas pendientes Castañeda [me acerque hasta ella pegando su cuerpo al mio]

- ¿Ah si? [Nos miramos directamente a los ojos hasta que ella tomo la iniciativa y me beso] entonces cobra la cuenta pendiente Adams.

SexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora