La reina del bosque encantado descubrió un pueblo cuando iba en su caballo, entra a este y siente magia por todas partes, rodean a la mencionada unos pueblerinos con antorchas, una joven detiene al pueblo.
No soy profesional en esto del romance así...
Me alegra tanto ya no tener que ser perfecta todo es mucho mejor ahora, la abuela quiere más a mirabel, luisa puede descansar, mi tía Pepa ya no se altera mucho, pero... también he notado algo raro en Dolores y mi tío Bruno, siempre están callados a todas horas ni en las cenas se hacen presentes, me preocupa que algo malo les este pasando y cambiando de tema hace poco descubrí mi atracción por las chicas, obviamente no le he dicho a nadie ni Dolores lo sabe y ojalá la abuela tampoco se enteré pronto.
–Familia les daré un aviso– dijo mi abuela parándose de su silla en la cuál estaba sentada –en unos días vendrán la familia Arendelle.
–la familia que?– preguntó extrañada mi hermana menor con una arepa en la mano.
–Mamá creo que no les emos contado de esa familia– mi tía volteó a ver a mi abuela y la abuela posó su mirada en mi, mis hermanas quiénes estaban en mis costados y mis primos los cuales estaban enfrente de nosotras del otro lado de la mesa.
–Bueno es hora de contarles sobre esa familia tan famosa– hizo una pausa para que nos imagináramos un escenario.
–Hace 60 años mi madre trabajaba en los palacios de Arendelle, Arendelle es un reino muy lejano y en ese reino, claramente había reyes y la verdad ellos se llevaban muy bien con nosotras tanto que a mi me dejaban jugar con su hija Melissa /digamos que así se llamaba la mamá de Iduna\ nos divertíamos sin parar entre las paredes del castillo, planeábamos quedarnos ahí pero mi madre tenía otros planes, a mis 20 años nos fuimos de Arendelle para nunca más volver y tener una vida "normal", y después de todo eso conocí a su abuelo Pedro cuando mis hijos nacieron también nació la hija de Melissa llamada Iduna, pero varios años después Melissa murió al igual que su hija y su yerno, le promovieron el trono a la hija mayor de Iduna Elsa, y por alguna razón que desconozco ahora la reina es su hermana Ana.
–¿qué pasó con la reina Elsa? ¿Le pasó lo mismo que a sus papás?– cuestionó el más pequeño de mis primos con una voz tierna y a la vez preocupada.
–No, ella sigue viva pero nadie sabe donde se encuentra ahora.
La historia de la abuela nos dejó a todos boquiabiertos ni Dolores sabía nada de eso y se le notaba en su cara, Antonio y Camilo le hacían preguntas a la abuela que no tenían respuesta, Mirabel y Luisa conversaban entre si, y finalmente yo ahí me ven parada pensando que había sido de aquella reina Elsa, todos los presentes en la mesa se comentaban cosas entre sí excepto mi tío Bruno quien no se había presentado esa noche yo digo que a Dolores la trajeron a rastras pero bueno el caso de ellos sigue siendo un misterio.
–Pero aún no entiendo, ¿quién vendrá mamá?– mi mamá al igual que todos ahí tenían la misma pregunta.
–Vendrá la reina solamente y su esposo claro está– agh! Tenía tanta curiosidad por saber más sobre esa tal Elsa y ahora resulta que no va a venir –Familia ese era el aviso (aplaude 2 veces) ahora hay que seguir nuestras labores al pueblo todos – y sin más que decir todos se fueron a hacer sus labores claramente y yo me dirigí a mi habitación, cerré la puerta, me tiré sobre mi cama y las dudas no me dejaban me preguntaba sobre Elsa, mi tío Bruno, Dolores, un sin fin de cosas y eso me estaba destrozando por dentro, puse mi almohada en mi cara y grite en esta.
–No la están pasando bien eh?– una voz sonó a mi lado quite la almohada de mi cara vi al techo unos segundos y de ahí volteé era mi hermana Mirabel.
–¿Qué haces aquí, No deberías estar ayudando al pueblo?
–Pues lo mismo me pregunto de ti– mierda, es muy buena.
–Solo déjame sola ¿ok?– puse de nuevo la almohada en mi cara y oí otra voz.
–Alguien está de mal humor– habló una voz masculina y claramente sabía quien era.
–Camilo, Mirabel déjenme en paz por favor– dije aún con la almohada en la cara.
–Ay vamos tu no eres así hermanita– quitó la almohada de mi rostro y me miró sonriendo al igual que Camilo atrás de ella.
–(suspira profundamente) miren solo no tengo ganas de nada– traté de dar fin a la conversación pero alguien más dijo algo.
–Pues pareces enojada– ¡¿qué en esta casa no saben tocar?!
–No lo estoy Antonio, solo algo dudosa es todo– quería que todos se fueran de mi cuarto en ese momento pero me seguían haciendo preguntas tontas, después de veinte malditos minutos ya me estaban hartando.
–¿Estás muy callada no?– el idiota de Camilo abrió la boca volteándome a ver.
–Déjala seguramente la están incomodando– y otra voz se escuchó aleluya gracias prima.
–Mirabel ¿me puedes leer un cuento antes de dormir?
–Claro que si parcerito– sin más que decir ambos salieron de ahí y unos segundos después también Camilo se fue de ahí solo quedábamos Dolores y yo.
–Bueno, de nada– estaba a punto de irse tocó el cerrojo y a nada de girarle yo corrí hacia ella y la detuve, ella volteó y me vió a los ojos.
–Dolly, quiero que seas muy sincera conmigo (toma su mano) ven (la lleva a una mesa creada por ella con flores y tallos) ahora dime ¿qué pasa contigo y mi tío?
–Ah... –volteó a ver a mi contrario más nerviosa que nada definitivamente algo andaba mal.
–Yo se que algo no esta bien en ustedes dos dime por favor puedo ayudar –tome sus manos y me volteó a ver pero se soltó y se volteó de espaldas sin quererme dar una respuesta –¡Dolores!– grité a lo cuál está solo se tapó los oídos con cierto dolor de ahí me tapé la boca con ambas manos preocupada por si le había pasado algo.
–agh...– decía quejándose aún volteada y tapándose los oídos y noté algo rojo en cerca de su oreja, pero no era su moño era... algo líquido, acaso era.....
–¿D-Dolores-? –algo nerviosa dije su nombre el líquido que tenía en la oreja no era muy visible puesto que esta se los estaba tapando y yo estaba demasiado asustada por lo que había causado –¿Qué tienes en la oreja-?– no se dignaba a voltear hasta que me cansé agarré su hombro y la volteé a verme...
Estaba llorando.
–Isa yo no... –no terminó la frase porque después de eso se puso pálida y cayó lentamente sobre sus rodillas al suelo.
–Dolores ¿que te está pasando?– estaba tan asustada al igual que yo, ella estaba demasiado débil y cada vez se veía más pálida y yo temblaba como mi tío Felix cuando mi tía está estresada.
–Isa... trae a m-mi tía...– dijo tartudeando para luego caer rendida al suelo desmayada.
–¡No, no, no, no! –la cargué rápidamente con unas lianas y la puse en mi cama para luego ir corriendo hacia el pueblo en busca de mi madre. ____________________
Hola hola soy yo la tiesa me alegra verlos de nuevo, quise hacer una nueva historia con mis nuevos aires de "escritora", yo nunca he escrito una historia de romance así que si queda mal perdónenme. ¿Cap. 2?
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