CAPÍTULO 21

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Annie

Ciento cincuenta años después...

¿Por donde empiezo? Ah, sí, el tiempo que ha pasado es muy grande, tiempo en el que pasaron tantas cosas, cosas que realmente me aprietan el corazón de dolor.

Comencemos con que hace tres días fue el cumpleaños número cuarenta y siete de las gemelas Tara y Tina, y no solo eso... sino que también son cuarenta y siete años desde que murió su madre; Tarantina junto a su esposo Axel.

De las chicas no sé qué habrá pasado, cuando Tarantina murió, la reina del aquelarre y madre de Axel no me dejo acercarme a ellas, cerro las puertas de su portal para mi. Maldita vieja, yo siempre las quise conocer pero ahora... les he perdido la pista.

Cada día voy a la cabaña donde Tarantina vivió antes de arreglar su relación con Axel, cien años desde su desastre y el mío hasta que ellos si pudieron arreglarse, por mi parte pasaron cincuenta años más y realmente no sé ni un carajo de la vida de ese hombre y tampoco quiero saber.

En esa cabaña Tarantina practicó y reafirmó su poder, tanto que aunque no fuera una bruja de linaje pudo crear una fórmula que puede ser capaz de eliminar los sentimientos de mates, ¿pueden creerlo? Ella fue la creadora de la pócima capaz de no hacerme sentir nada, ella me doto con un cuarto de fórmulas con una durabilidad de veinticuatro horas, pero me advirtió que era mejor sentir dolor que beberla.

Ella me advirtió que entre más la bebiera podía acabar siendo infértil... y sí bebí eso durante más de ciento treinta años exactamente, desde que empezó a vivir en la cabaña le bastaron veinte años para poder crear la fórmula, de ahí hasta ahora he bebido, y realmente no me importa tener o no tener hijos, ya me hice a la idea de poder vivir sin ese hombre.

Y tengo una habitación entera de esa fórmula que le heredo que dura veinticuatro horas y es de a tapitas que se bebe, claro que todas esas fórmulas no eran para mi, Tarantina las vendía para sobrevivir pero cuando murió quedaron ahí y bueno, puede que me las haya tomado como herencia aunque ella me lo negara y me aconsejara que después me arrepentiría.

Pero no lo hago, prefiero que mi utero no sirva a tener que amar a un imbécil.

Visitó cada día de su muerte la cabaña y solo me quedo horas y horas sentada en un sillón viejo recordando esos cien años que pasamos hablando Justo en este sofá, cien años donde me mostraba los nuevos trucos de magia que hacía.

Pero hace tres días como de costumbre visite la cabaña pero tropecé y tropecé con una madera falsa, la tabla de madera del piso se abrió y pude ver por primera vez algo diferente en esta casa.

Tome la nota y la leí.

Annie.

Hace algunos días visité el castillo de Dereck ahí descubrí un par de cosas, como que Dereck y Lila se casaron, ¿asqueroso cierto? —arrugó el entrecejo y asiento para luego seguir leyendo —la hermana de Dereck esta enferma tiene la peste del lobo y todos creen que esa enfermedad la propagaste tú.

¿Te acuerdas que estábamos investigando la desaparición de Rinxay? Algo me faltaba pero no sabía que era, solo veía como alguien la apuñalaba con la daga mágica cada vez que tocaba el collar que encontraste, pero en mi visita cuando tomé de la mano a la vieja Lila vi su rostro apuñalando a Rinxay, también vi como controlaba a tu hermano y daba órdenes con polvo de hada, hizo que tu hermano casi asesinara a Axum y hizo creer que el general de guerra de tus manadas murió en el incendio con Rinxay y lo hizo pasar como amante de ella, pero ante Dereck hizo ver al general como tu mate como tu mate, le mintió a Dereck en la cara y le dijo que tú y Danton sabían que a tus dieciocho el comenzó una guerra para robarte y tú por eso lo detestaban hasta la muerte.

MI PERVERSO REY DEMONIO [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora