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Todo estaba en calma en la gran sala de las diamantes, dónde antes gobernaban el bastó universo... ahora no tienen mucho qué hacer luego del derrocamiento de Diamante Blanco y la nueva ley de Steven Demayo Universe.

Aparté de observar los planetas colonizados(Lo cuál les resultaba aburrido antes, ahora más), pasar tiempo con Espinela y seguir tratando de ver qué más tenía que ofrecerles la vida más haya de la conquista y colonización. Las monarcas habían estado viciadas a algo que les había mostrado su ¿sobrino? Hacé dos meses.

El ajedrez, el clásico juego de mesa, ahora diez veces más grande. Que sé puede decir, las diamantes o no pueden o no quieren hacer sus cuerpos más pequeños.

Steven les enseñó el juego apenas escuchó algunas quejas por parte de Espinela sobre cómo la atención incondicional de las monarcas era bastante asfixiante aveces. Cosa que entendía, vivió con ellas algunos años después de todo.

A saber lo que pensó Steven cuándo les enseñó lo que era el ajedrez, tal vez pensó que almenos Amarillo le gustaría.

Y sí. Amarillo era la que más le emocionaba jugar, por algo era una estratega en el pasado. Y el ajedrez sé trataba de hacer estrategias. Le gustaba más cuándo ganaba y no sé lo tomaba del todo bien cuándo perdía... pero sé controlaba almenos.

Azul también le gustaba, no con la misma emoción que su hermana, pero le gustaba ganarle a Amarillo, ya qué era de alardear mucho, era divertido ganar y le estresaba un poco perder, más sí perdía con Amarillo.

A Blanco, bueno, ella trataba de ser parte del juego, incluso siendo la que menos entendía el juego o el porque a los demás le daba por jugar. Igual participaba y sé mostraba sonriente a pesar de qué no iba ganando ninguna ronda de las mil cuatrocientas sesenta y cinco partidas que llevaban.

Almenos el juego servía para distraerlas mientras Espinela tomaba un descansó de su atención.

Ahora mismo sé estaba disputando una partida entré Diamante Amarillo contra Diamante Azul. Con Diamante Blanco y las fieles Perlas de cada diamante como espectadores.

-Hmm, nuevo mí torre dos casillas adelante.-Dijo Azul moviendo una de las dos torres que tenía disponibles.

-No tienes que decir lo que piensas, Azul.-Dijo en un tono crítico, Amarillo antes de mover un peón una casilla adelante.

-Es que el silencio abruma un poco, no crees?-Dijo, Azul eliminando al peón usando uno de sus caballos.

Amarillo sonrió de lado de forma engreída antes de eliminar al caballo con su reina.-Es una desventaja táctica, sabe? Lo mejor es mantenerte callada.

-Tal vez, pero es solo un juego, como dice Steven, no hay que tomarlo tan enserio como para no charlar... entre... nosotras.-Dijo Azul eliminando la sonrisa de su hermana al eliminar a su reina usando la primera torre que movió.

-Como que te costó un poco decirlo.-Contestó, Amarillo quedándose bloqueada en su próximo movimiento.

-¿Cuál es tu próxima jugada, Amarillo?-Preguntò, Blanco tratando de meterse a la conversación con un semblante nervioso en su pálido y brillante rostro.

-No.-Respondió, Amarillo en un tono poco creíble mientras ponía una mano sobré su cabeza siguiendo pensando en su próxima jugada.-Hey, ehm, no sé preguntan que estarán haciendo nuestro Steven y Espinela?

-Desviando el tema, típico de ti.-Dijo Azul causando enojó en su hermana.-Significa que voy ganando.-Dijo la monarca mostrando una pequeña sonrisa a la par que Amarillo sólo sé molestaba más.

-¡No significa nada!-Dijo Amarillo levantando un poco la voz.-Solo digo, me gustaría saber sí estamos logrando tener un proceso en convencer a Steven de quedarse con nosotras permanentemente. Ya qué por alguna razón el sé queja cuando mando a Perla a qué me de información de su estado.

-Siempre a tu lado-(Lapiven)(Steven x Lapis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora