CICATRICES [FINALIZADA ✓] |+18|

EXTRA II

CAPÍTULO ESPECIAL: II

U

n día cualquiera mi hermano me presentó a Natalie, una mujer muy agradable, sencilla y paciente con los niños. Era alguien totalmente diferente a Yessica. Daniel tenía un brillo especial cuando estaba con ella, algo que jamás había visto y algo me decía que ella era la indicada. La conocí lo suficiente como para comprobarlo y dos años después comenzaron una vida juntos. Ambos se veían tan bien al igual que los niños, tanto ellos como Natalie se recibieron y llevaron muy bien. Tanto así que la consideraron su madre.

...

Preparaba la cena mientras las niñas hacían sus tareas y Thomas jugaba con Ryan.
Me había equivocado al decir que Eve era la propensa en convertirse en Thomas en versión femenina. Ese era Ryan, si bien se parecía a mi estéticamente, pero lo brillante lo sacó de su padre, tanto que no llevaba tareas a la casa e incluso su actitud era idéntica a Thomas. Me recordaba a cuando eramos niños.

—Les dije que no jugaran con el balón dentro... —algo se rompió y suspiré —Ryan...

Giré, pero el nombrado estaba sentado bebiendo su jugo. Quien había roto el jarrón había sido Thomas.

—Tom, ese jarrón nos regaló tu madre el año pasado. —señalé lo que ya estaba en pedazos.

—Lo siento...

—Y antes eras muy bueno en el deporte, es cierto. Los años pasaron. —dije para molestarlo

—Aún soy muy bueno, solo que me falta práctica. —se defendió al instante.

—Ni Ryan hace eso —suspiré con una sonrisa.

—Lo limpiaré, ¿Si?

Suspiré de nuevo para terminar con lo mío.

Al otro día salimos todos, Thomas hacía la empresa y nosotros a diferentes destinos.
Ryan pasaría el fin de semana en casa de Daniel para estudiar un poco con sus primos y las niñas con sus abuelos.
Emma y Jack también pasarían el fin de semana en casa de mi padre para que estuvieran todos juntos.

—Mi pequeño especial no vino —dijo Emma un poco decepcionada.

—Estará en casa de Daniel, esos tres niños serán científicos de la NASA, estoy segura. —sonreí.

—Ya lo creo...

—Cariño, almuerza con nosotros. De todos modos Thomas está en la empresa. —me pidió mi padre y accedí.

—De acuerdo, tienes razón.

Así pasé más de lo previsto con ellos y regresé a la casa por la tarde.

En cuanto llegué encontré una nota en la entrada que me sorprendió.

«Ve a la habitación de las niñas »

Sonreí y lo hice.

Al entrar encontré el vestido que había utilizado cuando nos comprometimos y reí por otra nota.

«Te veo en el jardín trasero»

Tomé una ducha en esa misma habitación y me coloqué el vestido. Era increíble que luego de tres hijos aún me quedara sin problemas.

Fui al jardín y no esperaba encontrarme con Thomas vestido exactamente igual que aquella vez esperando con una maravillosa cena.

—¿Que significa esto? —me acerqué y tomó mis manos.