- Abejas en la nieve - <Quacknoblade>

12.

Y para quienes lo pidieron, subiré foto de mis uñas, aunque ya se me cayó una.

Si, ya se que me tardo un chingo en actualizar, no tengo excusa, lo siento.

Por si acaso, mis pronombres son he/they o neutros en general, soy bato, tengo cara de morra o puberto de 15, pero soy bato. Bueno, depende del clima

Estoy feliz de decir que a la historia no le quedan demasiados capítulos, estamos llegando poco a poco a la conclusión, pero no se preocupen, me encargare de llenarlos de one shot fluff de estos dos.

Oh! Y una lectora me hizo ANIMACIONES DE GACHA LIFE, VEANLAS VEANLAS VEANLAS
https://youtu.be/5-uO9C-fKnE
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Philza dio un tumbo hacia atrás cuando la puerta fue empujada bruscamente en el segundo que habia optado por abrir esta. Su piel se erizó con la sensación gélida del viento colándose por la puerta ahora abierta de par en par, permitiendo a su vez que algunos copos blanquecinos se colasen en la vivienda amenazando al calor tan agradable que antes reinaba la bonita morada.

Tragó seco, tratando de mantener su corazón dentro de sus costillas en el momento que su mirada subió, Philza sintió un profundo frío invadir lo más profundo de sus huesos, como si el invierno ahora formase parte de sus entrañas ardientes, como si la vida se le hubiese escapado por un segundo de los pulmones.

Philza también sintió repulsión, un profundo, pesado y aterrador rechazo creciendo desde el fondo de su pecho.

Las plumas pertenecientes a sus sublimes alas azabache se erizaron en alerta aún sin quererlo en el segundo que ojos esmeralda se clavaron con especial frialdad en sus luceros cerúleos. El desaliñado candidato a la presidencia de L'manburg Estaba frente a sus narices, recargado pesadamente en el marco de roble oscuro que componía la puerta principal.

El asfixiante olor a madera y Whisky automáticamente se adentró en las fosas nasales del consternado aviar llevando consigo una tenue sensación nauseabunda a la boca de su estómago, era una fortuna que fuese un beta, pensó, cualquier otro rango hubiese devuelto el desayuno con lo fuerte que era el olor de las fermonas provenientes de Schaltt en ese momento. Una combinación asquerosas de celos, fatiga, necesidad e ira en su más pura forma.

- Philza...

La voz rugosa del carnero llevó un escalofrío a la columna vertebral del alado, no estaba gritando, pero su simple tono llevaba consigo los dejos de un gruñido demandante colándose entre sus cuerdas vocales, su furia estaba retenida en el fondo de su garganta, pero vaya que de desbordaba por sus poros. Era como si aquel sujeto intentase mantener una postura... pacífica. Una careta de decencia fingida en pro de sujetarse a una imagen...

- Schaltt.

No lo estaba logrando... Philza sabia lo miserable y detestable que era el hombre frente a él. Y aún así su propia voz fue acompañada de la familiaridad comun con la que se dirigia a las personas a su alrededor.

- ¿Que trae a uno de los hombres más ocupados de L'manburg a él medio de la nada? - Cuestionó, tratando de mantener la mente en frío, estos eran problemas asegurados y lo sabía de antemano, aun así, si podía evitar un escándalo estaría encantado de hacerlo.

- Heh - Un respingo emano de la boca filosa del hombre de piel tostada, y una nube blanquecina emanó por el choque de temperaturas de su aliento con el gélido ambiente, algo que finalmente hizo darse cuenta a Philza que Schlatt no llevaba más abrigo que el saco pulcro y negro que complementaba su traje elegante, lastima que la camisa blanca bajo este estuviese hecha un asco. - No te quitaré mucho tiempo, Phil.

El entrecejo del aviar se frunció tenuemente por la familiaridad descarada que se utilizo con el mote. Su mandíbula se mantuvo tensa, con la mueca de una sonrisa que ya no estaba demasiado sostenida, el desagrado se colaba inevitablemente entre sus rasgos decorados de alguna que otra arruga o cucatriz.