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14 de febrero de 1978

Día de San Valentín

Honestamente, Taehyung no entendía todo el rollo que venía con el día de San Valentín. La gente se hacía muchos problemas esperando a que la persona que le gusta le deje algún regalo en su casillero. Park Eunha, una chica pelinegra de su clase, había estado toda la mañana sentada en su escritorio mientras miraba a sus alrededores, como esperando que alguien llegue con una buena noticia.

Algunos chicos de su aula estaban hablando con las chicas y estas parecían sonrojarse por cada palabra que decía. ¿Quién los entendía? Bueno, definitivamente él no. Nunca se había enamorado. De hecho, estaba casi seguro de que debía ser como una piedra en lo que se refería a amor. No lo entendía, y no lo había vivido. El único cariño que sentía era hacia sus amigos, ya que la relación con su padre no llevaría la etiqueta "amor".

Y definitivamente la relación de sus padres tampoco. Ellos habían peleado desde que él tenía consciencia. Su madre tenía problemas y su padre no los entendía, por lo tanto, la juzgaba, acto seguido, ella se alteraba.

Oh, pero también sentía amor hacia su hermana. Solo que no sabía cómo quería a alguien que no se acordaba de él. Ella fue la chispita que necesitó cuando su vida se complicaba. Bueno, lo que se podía complicar a tan corta edad. Tenía la necesidad de saber que estaba bien. Y es que, ¿nunca han querido a alguien con tanta fuerza que no importa qué suceda contigo, necesitas protegerla?

"Taewoo, me pregunto si en algún lugar estarás celebrando San Valentín con alguna persona", susurró.

Jimin entró al salón y lo vio mirando por la ventana, así que se acercó a él.

"¿Ningún obsequio? La verdad me sorprende, las chicas te comen con los ojos todos los días. ¿Será que se quedaron sin dinero?" Bromeó.

"No he abierto mi casillero; no quiero recibir regalos si no voy a ser capaz de corresponderlos. Creo que debería devolverlos. El año pasado los acepté y un par de chicas se sentaron conmigo en el almuerzo creyendo que las invitaría a salir, ¿te acuerdas?" Rio, de todas maneras, no era como que quisiera tener ositos de peluche con corazones en su cuarto. Oh, quizás si alguna le había dejado chocolates se los comería.

Los dulces eran su adicción.

"Yah, no seas así, si se tomaron el tiempo de comprarte o prepararte algo deberías aceptarlos." Recomendó su amigo. Él también había recibido algunos regalos, especialmente porque como era el presidente de la clase, asistía a algunas reuniones y en esta había chicas de todos los años. "¿Quieres ir al centro? Supuestamente estaban haciendo un grupo para tener citas hoy, van alrededor de siete chicas y estamos cortos de tres chicos, ¿te apuntas?"

Bueno, no tenía nada que hacer, pero... ¿una cita? No creía ser bueno en citas. ¿Acaso ellas esperaban que todo ocurra como en un dorama? Si alguna se caía probablemente él gritaría, pero no la agarraría en el aire y definitivamente no saldrían burbujas a sus costados mientras sonaba una canción romántica.

"Está bien, iré, buscaré a dos personas más que me acompañen, ¿sí?"




Jungkook sonreía mientras comía su almuerzo con Eunwoo. Había conocido al chico por un trabajo grupal hacía más de un mes y después de enterarse que este almorzaba solo, decidió invitarlo a pasar los recesos con él. Era relajante estar con él, era una persona poco complicada.

"¿Te invitaron a salir?" Preguntó el chico en frente de él "Pensé que los chicos eran los que supuestamente invitaban a salir a la chica," dijo Eunwoo mientras bebía un jugo de caja.

The Last Wish | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora