Posiblemente, el día más odiado por toda la humanidad es el lunes, ese maldito día en el que tienes que volver a tu día a día en contra de tu voluntad, dejar de escucharte a ti mismo para volver a atender lo que la sociedad te requiere. Sin embargo, Kim Taehyung odiaba mucho más los martes: Al menos, los lunes estaban llenos de esperanza de que ese nuevo comienzo fuese a ser distinto a la semana anterior, aún tienes acumulado algo de descanso después de dos días levantándote tarde, y algo de alegría tras disfrutar de algo más de tiempo libre. Pero los martes, todo eso ya se ha esfumado entre apuntes, libros y obligaciones, pero aún quedan 4 días enteros para poder volver a saborear un poco de libertad.
Ese martes, Taehyung estaba con la vista perdida por la ventana, mirando cómo al otro lado un par de trabajadores colgaban la decoración navideña, excesivamente temprano teniendo en cuenta que apenas estaban entrando en el mes de noviembre, bajo una fina lluvia poco peligrosa para los demás, pero que estaba provocando que un pobre muchacho, apenas unos años mayor que él, resbalase una y otra vez sobre la escalera metálica a la que estaba subido. Desde luego, esa imagen era mucho más interesante para él que la clase de Lengua y Literatura, con esa mujer bajita y con aspecto de cuervo (y la misma voz estridente y desagradable) que les estaba diciendo en ese momento que no se distrajesen, ya que estaban a la mitad del trimestre y la nota media de la clase estaba por debajo de lo esperado. Por supuesto, a él esto no le preocupaba en absoluto, ya que casi sin esforzarse conseguía sacar todo con la suficiente nota, y especialmente en esa asignatura, que siempre había resultado ser su fuerte. Pero el discurso asustaviejas de La Cuervo se vio interrumpido por unos toques en la puerta, y el director del instituto entró en la clase, seguido por un chico de pelo negro que miraba los baldosines del suelo como si quisiese memorizar el patrón dibujado en ellos.
- Buenos días, chicos. Vengo a presentaros a vuestro nuevo compañero – Dijo el director, haciendo un gesto al chico con la mano para que hablase por sí mismo.
- Ho...hola, yo... soy Jeon Jungkook, acabo de llegar de Korea del Sur. Espero poder conoceros mejor – Dijo atropelladamente, haciendo una reverencia y provocando que toda la clase se riese, dejándole desconcertado y con mirada triste.
- No, aquí no hacemos eso... - Intervino el director, claramente aguantándose también la risa.
"Odio a ese trozo de mierda. El chico acaba de aterrizar en una cultura totalmente diferente a la suya, y hasta el máximo responsable de su centro de estudios se ríe de él por ello", pensó. Según había entrado por la puerta, aun sin hablar con él, le causó una buena impresión: Parecía un chico simpático, aunque tímido, adorable con esos ojos tan grandes y rasgados. Así que, como cruzada personal, cuando el director preguntó si había algún hueco disponible para él, Taehyung se levantó de su silla rápidamente y retiró su mochila de la mesa contigua para dejar espacio.
- Ah, muy bien, así se sentirá más integrado.
- Porque yo también soy asiático, ¿no? – Respondió Taehyung entre dientes con actitud retadora.
- Hágame el favor de no buscar un enfrentamiento conmigo otra vez, señor Kim. Sé que ambos son del mismo país, lo digo por eso.
Cuando el director desapareció por la puerta, Jungkook fue caminando casi de puntillas hasta el fondo de la clase para llegar a la mesa vacía junto a Taehyung, y dejó tímidamente su mochila en el suelo, apoyada sobre una de las patas de ella antes de sentarse a su lado.
- ¡Hola! Soy Kim Taehyung– Se presentó con una sonrisa mientras le tendía la mano a modo de saludo – Jeon Jungkook, ¿verdad?
- S...sí – Tartamudeó el otro, estrechando su mano – Encantado de conocerte.
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More than friends [TERMINADA]
FanfictionJungkook acaba de llegar de Corea, y el destino hace que acabe sentado en su primer día en el instituto nuevo con Taehyung, que parece lo opuesto a él: Mientras JK es tímido y tiene problemas de depresión y ansiedad, Taehyung es el más popular y lig...