Majolina - One shots

Cuidarte

La noche que María José terminó con Kim, la encontré en mi habitación esperándome con sus maletas, tenía corrido el maquillaje, sobretodo el de los ojos, y su puño derecho estaba rojo, como si hubiera agredido a alguien.

Le pregunté qué pasaba antes que entre a ducharse pero no respondió, mientras ella estaba en el baño, pedí pasta para ambas como servicio al cuarto, cuando salió me miró sorprendida y alcanzó a decir un "gracias" susurrado.

Estaba muy callada, solo comía, se notaba cansada y triste, quería que me contara qué pasaba porque tal vez podía ayudarla pero tampoco quería molestarla.

Me pidió ver una película juntas "como en los viejos tiempos" dijo esbozando una dulce sonrisa que difuminaba sus ojos tristes, vimos "La forma del agua", era de sus películas favoritas así que eso serviría para animarla, pero se quedó dormida en los primeros quince minutos, lo cual era raro que pasara, ella era una persona que jamás se quedaba dormida de la nada, pero supuse que era por su estado de ánimo. Lentamente apagué el televisor, la cubrí con una manta, me acosté a su lado y abracé su espalda.

Soltó un pequeño ronroneo que normalmente hacía cuando se encontraba cómoda en alguna posición, y con voz baja y pausada me contó lo que pasó con Kim, lo que le había dicho y la forma en cómo eso la había afectado, no porque Kim hubiera sido alguien relevante en su vida, sino porque se sintió humillada de haberle dado su confianza a alguien que no valía la pena, Kim la había hecho sentir poco valiosa e insultada. Le dije que la iría a buscar para hacerle tragarse sus palabras pero me dijo que lo único que quería era que nos alejemos de ella y no saber más de su existencia.

La abracé fuerte y traté de calmarla con mis palabras, le nombré una a una sus virtudes, las partes físicas que me encantaban de ella, lo mucho que la admiro y la amo, se volteó, me miró sonriendo tranquilamente y pegó su rostro a mi pecho, comencé a acariciarle el cabello hasta que nos quedamos dormidas.

Ella era mi lugar seguro y ahora me tocaba serlo para ella.