Lejanía

Capítulo 3

Cristal

Estoy en la oficina y a diferencia de ayer hoy si tengo mucho trabajo entre el cual está preparar una campaña publicitaria para la nueva linea de perfumes de la empresa.

La mañana esta siendo bastante tranquila, no he visto a mi tio hoy lo cual es raro.  A papá lo vi pero tenia mucho trabajo así que vine rápido a saturarme frente al ordenador.

Suena el teléfono de mi oficina, imagino que sea mi padre y me sorprende al oir que me solicitan en recepción, es extraño pero no vacilo al levantarme y salir de mi oficina.

-Señorita Gold perdone que la haya llamado pero hay un caballero que deseaba verla- me informa Keyra, la recepcionista; -Descuida Keyra, gracias- le digo y se retira nuevamente a su pequeño cubículo.

-Disculpe, ¿Quien es usted?- pregunto sin saber la desagradable sorpresa que iba a llevarme.
-Cinco años de relación y no sabes siquiera quien soy- muestra una sonrisa santurrona mientras habla,
-Te ves bien Cris- extiende su mano a modo de saludo la cual rechazo enarcando mi ceja.

-Ahórrate la formalidad fingida Lean, nos conocemos así que iremos a mi oficina y tendrás dos minutos para decirme que quieres, no quiero estragos en mi empresa- le digo seria,
-La empresa de tu padre cariño sigues siendo una cria, después de ti- me provoca con su tono arrogante,
-Para ti soy la señorita Gold- digo y echo a caminar hasta el ascensor.

Al llegar a mi oficina veo en mi escritorio una caja verde con mi nombre y una tarjeta, Lean también se percata de ello y agarra la tarjeta para leerla.
-Vaya parece que tienes una nueva víctima, me da pena- me dice burlón.

-Cállate y habla, dos minutos- replico molesta,
-Ok, solo vengo a proponerle a tu padre una asociación con el negocio de mi padre, queremos que Gold's se una a Belle's- admito que esto me da risa.
-¿Que te hace pensar que después de todo lo que hiciste mi padre va a querer trabajar contigo?- le pregunto burlonamente.

-Tu padre tiene casi cincuenta años, probablemente se retire y todo quedara en tus manos de princesita caprichosa, esto será un caos y probablemente quiebre, estoy seguro q no le molestara garantizarte una vida cómoda y con millones de dólares en caso de que jodas este imperio- dice en un tono serio;
-Pon los pies en la tierra, Cris, no naciste para trabajar y no eres nada sin mi- ok, ya estoy molesta.

-Vete de mi oficina ahora mismo- le digo autoritaria,
-No es mi culpa que a su alteza real le moleste escuchar la verdad, naciste en cuna de oro y nunca vas a saber hacer nada sola- sus palabras me aturden.

-Cristal, acéptalo, tu trabajo es solo casarte y mantener feliz a tu esposo, el trabajo duro déjaselo a él- ya no lo tolero,
-Te dije que te fueras- digo un poco fuerte.
-Como quieras pero voy a volver- me dice cerrando la puerta tras el.

Intento relajarme y casi olvido el regalo inesperado de mi escritorio, abro la caja y en su interior hay un montón de bombones, tomo uno y en efecto, están rellenos de menta; no debo leer la tarjeta para saber quien los envío así que tomo la caja y voy rápido pero elegantemente hacia la última oficina del lugar.

-Solo tú recuerdas cuales son mis favoritos- le digo y veo como aparece una sonrisa en su rostro,
-Eres mi princesa, cada detalle de ti es inolvidable para mi- me dice levantándose, mi mirada recorre cada paso que da hasta la puerta en la cual pone seguro y polariza el cristal.
-¿Para qué tanta privacidad?- pregunto juguetona,
-Solo quiero tenerte unos minutos sin interrupciones- me dice rodeando mi cintura y abrazándome.

-¿Que pasó con el "no puedo"?- le pregunto burlona y el se torna tenso alejándose.
-Parece que es muy difícil para ti entender que no puedo darte lo que quieres- me dice serio,
-Sigues viéndome como si fuera una niña- le respondo de la misma forma.

-No entiendes Cristal, te conozco desde pequeña y a tu familia- dice explicándome y yo lo corto.
-Dices que no quieres y vas a mi departamento en la noche incluso me envías regalos, ya tuve un encuentro horrible con Lean no quiero una pelea contigo- le digo mientras desabrocho mi cadena, la junto con la caja y las deposito en su escritorio,
-Se acabaron los puntos medios desde ahora solo habrá roce interfamiliar o de trabajo- no le dejo responder solo doy mi espalda y me voy.

Luego de esos hermosos sucesos (dicho sarcásticamente) estoy en mi departamento, tengo el resto de esta semana libre para trabajar en mi presentación para el lunes próximo pero seamos sinceros, voy a beber hoy.

Como algo, me baño y me alisto, opté por un vestido escotado y abierto en color verde, unos zapatos de tacon altos plateados y un bolso a juego, el pelo lo llevo suelto con ondas y para el maquillaje solo delineador y labial rojo. Esta noche manejo yo así que tomo las llaves de mi coche y me voy.

Llego a un bar de alto rango o al menos eso parece, aparco y entro. La música es fuerte, la zona VIP está llena y hay un olor a maria en exceso, me dirijo a la barra y pido tequila; al quinto ya voy sintiendo q la pista de baile me llama, no tengo buen aguante de alcohol pero tampoco estoy borracha.

Bailo y me pierdo en la música que pincha el Dj hasta que noto alguien agarrando mi cintura, no me importa mucho así que sigo bailando.
-Estas muy lejos de casa Cris- al oir esa voz me estremezco, es Lean;
-Eres un idiota- le digo,
-Y tu una malcriada, pero eso tampoco tiene remedio- odio a este tipo, me suelto y todo me da vueltas, voy a la barra y sigo bebiendo mas tequila, ahora si estoy borracha.

Siento la vibración de mi móvil e imagino que me están llamando, sin ver quien es contesto,
-Diga...- contesto intentando sonar coherente.
-Cristal, ¿Por qué no abres la puerta?- me dice alguien que no noto adivinar quien es,
-Ahhh, la puerta, si perdón....es que no estoy en casa- digo entre risas.

-Estas borracha, ¿Donde estas?- me pregunta,
-Ni siquiera se quien eres- sigo riéndome como loca, -Cristal dime donde estás- ok ya se quien es.
-Así es como funciona, tu mandas, dices que no y es no aunque en realidad es si- digo tratando de sonar seria, -No soy un bebé- rio al oir esa frase.
-Voy a buscarte- dice eso y cuelga.

-No tienes remedio- me dice Lean y yo me giro para verlo,
-Déjame en paz- le digo y comienzo a caminar;
-Me pregunto como se tomaría tu padre el saber que su hija está en un bar borracha- dice burlándose de mi,
-No me importa la verdad, tu eres un idiota dolido que no acepta la idea de haber quedado plantado el día de su boda- le digo sacando el dedo medio y girando para irme.

Lean me toma del brazo y me arrastra hasta fuera del bar. -Suéltame imbecil- él intensifica su agarre y literalmente me duele el brazo,
-Eres una intensa chiquilla malcriada, me das pena, lo peor es que en el fondo te arrepientes y por eso estas aquí, te duele saber que no vas a tener a nadie como yo, ¿Acaso has follado con alguien más?, claro que no porque nadie será nunca como yo ni llenará ese vacío, acéptalo tu Cristal, yo fui tu primero y así será siempre- dice mientras aprieta mas fuerte mi brazo.

-Ni que la tuvieras tan grande- abre los ojos al oir eso y estampa una bofetada dolorosa en mi mejilla y suelta mi brazo para entrar de nuevo al bar. Camino rumbo al lugar nuevamente cuando el seguridad me impide pasar y al preguntar el porqué señala un coche negro, ahí está Nícolas, cubro mi mejilla, seco mis lágrimas y me subo al coche.