La Serpiente Y El Fantasma.| Ghost Y Tn. (En Edición)

Ella.

El Fantasma nunca imaginó conocer a alguien tan diferente como T/N: su forma de ser, sus pensamientos y esa mirada que reflejaba el largo camino que alguna vez recorrió para vivir.

El Fantasma lucha por mantener a raya a la serpiente en su interior, pero T/N parece incapaz de quitar el pasamontañas que tanto le molesta.  A pesar de sus deseos compartidos, ambos saben que deben guardar sus sentimientos para poder seguir adelante. . .

Maldice el día en que la conoció, no tanto por ella misma, sino por las situaciones complicadas y los errores que han surgido desde entonces.

Alejandro, Soap y el Fantasma fueron asignados a una misión en la ciudad de Obregón junto con un nuevo miembro del equipo. Por suerte, el Fantasma estaba ocupado con otra misión rápida y no pudo acompañar a sus compañeros en el viaje.

Mientras tanto, Alejandro y Soap estaban emocionados por encontrarse con T/N. Hacía tiempo que no la veían y disfrutaban de su espontaneidad y ocurrencias, como el día que intentó hacer explotar un huevo hervido, terminando por ensuciar la cocina que acababan de limpiar.

Después de un largo viaje al aeropuerto de Obregón, ambos hombres bajaron del avión y encontraron a T/N sentada sobre el cofre de la camioneta. Vestía medias de red y botines que resaltaban su falda y camisa. Su sonrisa al ver a sus dos grandes amigos fue instantánea, y corrió hacia ellos para abrazarlos, demostrando lo mucho que valoraba el contacto físico.

Sin embargo, su recibimiento no fue perfecto. Alejandro le dio un pequeño golpecito en la cabeza, aparentemente molesto.— No aprendes, ¿verdad? — frunció el ceño mientras examinaba sus ojos.
— ¿Ahora qué...? — T/N intentó responder, pero fue interrumpida.
— El maquillaje no cubre del todo tus ojeras — dijo Alejandro, haciendo que una pequeña sonrisa nerviosa se escapara de T/N antes de liberarse de su agarre.
— Estaba preocupada por ustedes dos, ya saben... —

Soap intervino, abrazándola por la espalda mientras se aferraba a ella.
— Va a dejarla más traumatizada... así que, shh, cállense — la risa fue inevitable para los tres.

Había pasado mucho tiempo desde que compartían momentos así.— Me sorprende que ustedes dos sean mis caballeros — comentó T/N, notando la falta de atención de Alejandro mientras intentaba separarla de Soap, quien no quería soltarla hasta que sintió la humedad de su lengua en su mejilla y escuchó las palabras que la hicieron empujarlos a ambos.

— Miren... ya tiene mi saliva, es mía — dijo Soap, con una sonrisa traviesa.Ahora T/N estaba enojada y quería matar a ambos.

— Dios... a veces no los soporto. Ahora, vámonos — como cachorros, la siguieron hasta la camioneta. Ella subió atrás, Soap en el asiento del pasajero y Alejandro manejando.

Estaban callados porque sabían que, cuando estaba enojada, era otra cosa, pero solo les costó un segundo calmarla, por lo cual Soap aprovechó para hablar.
— Ah, mi querida T/N, ¿será que dejaste de quererme? — bromeó Soap, sabiendo que a T/N le agradaba la relación afectuosa que tenían.
— Los quiero a ambos por igual, mi jaboncito y Mi vaquerito— afirmó T/N con sinceridad, considerándolos como hermanos por los cuales daría su vida.

El viaje a su hogar fue largo y lleno de precauciones, dando vueltas por diferentes calles para evitar ser seguidos. Finalmente, llegaron a su apartamento en el segundo piso, lo suficientemente grande para ella y su gato. Al ver a los dos hombres, el gato se lanzó hacia ellos, pero T/N logró contenerlo a tiempo para evitar que atacara a sus amigos.

— Maldición... amarra a ese bicho — exclamó Alejandro mientras el gato intentaba liberarse de los brazos de T/N.

— Mi niño no hace daño, es inofensivo — lo abrazó con fuerza mientras Soap se acercaba para acariciar al gato, solo para recibir un arañazo y hacer que el gato escapara de entre los brazos de su ama, derribando algunas cosas en su camino.

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