Me levante apenas sonó el despertador, fue extraño, soñé con la muerte, aquello a lo que más le temía, y me dejó con tantas dudas en la cabeza.
No sé si les ha pasado pero a veces me preguntó que pasara si muero, dejaré un huella, romperé barreras, me recordarán siempre o simplemente moriré , me encantaría dejar una huella , al igual que esos grandes filósofos , descubridores que de una forma u otra le dieron un avance a la vida.
Era un día muy lluvioso uno de esos pocos acá en Valencia, me encontraba ahí en medio salón de clases, tenía la costumbre de siempre observar por la ventana y contar las gotas de lluvia, algo estúpido ¿no crees? Pero me encantaba hacerlo, por el simple hecho de que eran detalles tan geniales en esta vida.
-Bon, ¿Qué haces? - gritó Cori
- Ya sabes, lo de siempre
-Ahí Bon, presta atención
-Está bien mamá, pero no me pegues - dije riéndome
-Lo siento - dijo sonrojada
-Okay - dije
Me guiña el ojo, y regresa a su asiento.
Cori me conoce tanto, es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, aún recuerdo el día en el que nos hicimos amigas, como olvidarlo si fue uno de los mejores días de mi vida...
Era primavera, cursábamos el primero de primaria, éramos tan pequeñas e inocentes, fue extraño nos sentamos en el mismo sitio sin querer y así yo la mire y ella me miro y todo empezó con un simple:
- Hola, me llamo Bonnie - dije tan nerviosa
Desde ese día nos hicimos inseparables , muchas personas dicen que somos el dúo perfecto , pero la verdad yo creo que es mi hermana perdida , no es que se me haya perdido una , pero es que somos tan parecidas y cuando digo eso , no me refiero a lo físico , sino a las emociones , a la manera de ser , a esas tantas locuras que se nos ocurren juntas y creo que hasta en el carácter , ambas amamos hacer travesurillas y tenemos la costumbre de ponerle apodos o sobrenombres a todo lo que se nos ocurra , cosa que a nuestra edad ya no es muy común , vamos a cumplir 19 años y nuestros padres dicen que aún no hemos madurado algo en lo que ambas no estamos de acuerdo , sabemos claramente quiénes somos pero no tenemos esa razón de vida , bueno ella nunca me ha hablado de eso , cada vez que intento hacerlo algo me detiene y eso es tan complicado.
Corina es muy hermosa, y si hablamos de físico tiene una piel canela; tan diferente a mí; su cabello es violeta, sus ojos son café y muy muy redonditos, es de estatura promedio, pero si algo destaco de ella es su personalidad, es una de las personas más grandiosas que pude haber conocido, y lo más curioso es que es ese 10 % del mundo que aman las olivas al igual que yo.
Suena el timbre del recreo y salgo corriendo a mojarme la cara, tengo un poco de sueño pues últimamente me agoto muy rápido y eso que es la primera clase.
Llegó a la cafetería y me dirijo a la mesa de siempre, ahí me está esperando Cori...
-Bon mujer, ¿dónde estabas?
-En el baño Cori - digo moviendo la silla para sentarme
-Bueno, ¿que pedimos?
-No tengo hambre- respondo desganada
-Pero yo sí, así que pediré un sándwich y me ayudarás a comerlo entendido - dice con voz autoritaria
Yo solo atino a asentir.
Terminamos de comer el sándwich y justo toca el timbre, corremos hacia nuestras aulas.
-Una clase más que tortura - digo mirando a Corina
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Dame una sola razón para vivir
Teen FictionLa mayoría de personas viven porque simplemente creen que es así, pero yo siempre me he preguntado realmente ¿cuál es la razón de nuestra existencia? Algunas personas han respondido a esa corta pregunta que tiene un sin fin de respuestas, diciéndom...