Who are you? - Minsung // Adaptación.

XXVIII

•Don't go•

— Estoy que termino Lee — rio el rubio tratando de terminar los últimos detalles de la escultura mientras que el peli negro lo tomaba de la cintura mientras le besaba su cuello.

— Vamos, aún queda mucho — dijo tratando de convencerlo — quiero disfrutarte — habló besando la piel del rubio que parecía de porcelana.

Jisung sintió como algo se contraía en su pecho, su corazón no lo podía ocultar, no quería separarse del demonio, empezaba a sentir cosas por él y era algo que no pudo evitar.

— ¿Pasa algo precioso? — dijo llamando la atención del rubio, este se dio la vuelta subiendo las manos que aún se encontraban sucias y las posicionó en el cuello del peli negro cuidando de no mancharlo.

— Quiero que te quedes conmigo hoy — dijo aún sintiendo como su corazón se estrujaba, pero lo cierto era que si en unas semanas terminaría el vínculo con el rojo, quería disfrutarlo lo más que pueda.

Minho sonrió y acercó su frente con la suya cerrando los ojos y disfrutando de la cercanía del pequeño profesor.

— Lo que quieras angelito — dijo suavemente.

— Entonces — dijo el rubio con la misma suavidad — ¿Quieres quedarte hasta que esto termine? — habló con una sonrisa amarga.

— Si — habló bajo, el ambiente estaba algo tenso, pero no era del todo malo, la tristeza y el amor se podría notar a lo lejos y eso era realmente tranquilizante para ambos.

— Mi...Minho — el rubio se separó un poco mientras el peli negro tomaba su cintura y lo miraba con un brillo inexplicable — No... — Lee esperaba a que Jisung hablara pero ciertamente sabía que estaba nervioso, sonrió tiernamente y levantó a su angelito haciendo que enrrollara las piernas en su cintura, lo cargo al baño y lavó sus manos para después volver a cargarlo e ir a la habitación.

— Eres un bebé — susurro mientras se acostaba a su lado y el rubio se acurrucada a su lado — mi bebé — acarició su espalda — ¿Qué me ibas a decir bebé?

— No quiero que te vayas de mi lado — Minho sonrió — ¿Puedes quedarte conmigo?

— Jisungie — dijo el peli negro tratando de que el rubio lo mirara — angelito mírame — Jisung levanto la mirada y sus ojitos cristalinos se cruzaron con los ojos marrones del rojo — no me iré, solo deshacemos el vínculo, pero estaré contigo — el profesor sonrió débil, se acercó aún más al pecho de este y dejó un tierno beso en el cuello donde estaba escondido — duerme ¿Si? — asintió y suspiró cuando sintió la mano del pelo negro en su cabeza dándole unos mimos para que se relajara por completo.

•••

— Ya está — suspiró cansado, hacía ya unas dos horas había despertado porque sentía que le faltaba algo, la respuesta fue sencilla ya que el peli negro no se encontraba a su lado.

Por otro lado se encontraba Minho el cual estaba cumpliendo su rol como hijo del amo, los gritos desgarradores del hombre que se encontraba en el suelo le hizo perder la paciencia, él sólo quería llegar a la casa de su lindo profesor al cual dejo durmiendo antes de salir, sonrio mientras curaba las heridas del hombre quien cada vez más comenzaba a suplicar piedad.

— Jisung no te ha llamado eso es raro — habló el más alto quien estaba divertido castigando al hombre.

— Hoy le puse mi camisa — dijo con una sonrisa el peli negro, ya había aprendido, hace unas semanas Jisung se puso muy dependiente de él, al igual que él de Jisung, las veces que Minho salía y el angelito notaba lo llamaba para decirle de manera tierna que lo extrañaba.

— ¿En serio te enamoraste de él? — le pregunto su amigo.

— ¡POR FAVOR, POR FAVOR, YA NO MÁS NO QUIERO MAS! — imploro el hombre, rodando los ojos el rojo lo golpeó dejándolo inconsciente.

— ¿No te enseñaron a no interrumpir una conversación? la voz ronca y el tono sombrío logró asustar a todos los presentes los cuales se encontraban anonadados y temblando debido a todo lo que estaban presenciando — bien ¿Quién se salvara? preguntó mirando a todos.

Un grupo de la mafia, todos cometieron un acto terrible, el que estaba siendo golpeado anteriormente por los demonios era el jefe de aquel grupo, los rumores decían que hizo un pacto con el mismo rey de los demonios para su protección, pero como sabía algún día debía pagar y lo estaba haciendo.

Seungmin miró a los presentes y sonrió debido al miedo que estos hombres sentían y le gustaba, como todo demonio inteligente o más bien como Seungmin el demonio amarillo, llevaba la cuenta de las personas que debían castigar o no dependiendo la situación, con su amigo saco una pequeña libreta y la abrió viendo los hombres de los que estaban salvados.

— Wow, solo mató a una persona y fue obligado — dijo leyendo el historial — Kim Min Seok — habló y el chico miró los ojos amarillos del demonio y suspiró aliviado, Lee chasqueo los dedos y limpió de pronto al chico quien ya no sentía el dolor de la golpiza causada.

— Vete niño, tus padres te están esperando habló con suavidad el rojo, pero sin dejar ese tono rudo y sombrío.

— Bien del resto se encargará mi padre sonrió nuevamente causándoles temor — que tengan linda tarde señores — habló y chasqueo los dedos llevandoselos a todos al inframundo — fue una colecta masiva de pecadores — dijo y el más alto, asintió — iré donde Jisungie — sonrió transformándose.

— Me lo saludas, yo iré junto a Bang Chan— sonrió nuevamente y asintió.

Al chasquear los dedos llegó al departamento de Jisung, aspiró el aroma familiar y sonrió, se sentía en casa.

— Llegue, ¿Angelito? — preguntó, pero no se escuchaba nada, sacó su chaqueta y caminó hasta la habitación, ahí se encontraba el profesor completamente dormido y acurrucado con la camisa que él mismo le había puesto.

— Minho — dijo entre dormido con un puchero, este sonrío apartándose un mechón de pelo y besó su mejilla.

Por otro lado el rey del inframundo veía todo lo que pasaba junto a su esposa, con rabia por la desobediencia de su hijo apretó sus manos y dientes haciendo temblar toda la tierra, mientras que su esposa veía como su hijo era feliz y quiso llorar.

"Es imposible separar lo que está destinado a estar"

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