Guárico: Entonces, llega éste –señaló a su hermano, el cual se encontraba a su derecha, parado tras un podio, que solo era un balde, al igual que él– Y me chiwirió mis 10 bolos
Táchira: Ok –anotó algo en su libreta, la verdad es que solo era un garabato– No tienes más que decir? –dijo, para luego acomodarse en su silla y acercarse más al escritorio–
Guárico: Eso a sido todo, doctora –finalizó para luego darle la palabra de nuevo a su hermana–
Táchira: Bueno, señor... Miranda, cual es su testimonio? –posó su mirada ante el nombrado–
Miranda: Primero que nada, buenos días, doctora. Yo vengo aquí para reclamar lo que me pertenece, quiero saber na contra demanda–dio un pequeño golpe al podio–
Táchira: Y dígame, qué es lo que le pertenece? –ésta vez dibujó a un Miranda con un web0 en la cabeza–
Miranda: Éste grandísimo... Coño 'e su madre, me debe 20 bolívares desde hace un mes, por eso se los robé, porque me debía la plata
Táchira: Y cómo fue que terminó debiendo te esa cantidad de dinero? –lo miró con una ceja arqueada–
Miranda: Porque estábamos jugando caída y el perdió y ahora ese cabeza 'e güebo no me quiere pagar mis riales –miró con enojo al de llanos centrales– 'tas claro que eres una bruja, sapo, te voy a escoñetar –amenazó mientras lo señalaba–
Guárico: Pero ven pue', mardito enano, yo me caigo coñazo con el que sea –respondió altanero, acercándose poco a poco al capitalino, quién se acercaba de manera amenazante al guariqueño–
Táchira: Órden! –golpeó aquél martillo de madera un par de veces– Zulia! Separe los ya! –el zuliano fue a separarlos. Le estaba haciendo de guardaespalda de Táchira– Ya, ya, que pase el testigo del demandante
A la sala entró Dependencias Federales, con un coñazo en el ojo izquierdo.
Táchira: Dígame, quién es usted, como se llama y que viene a testificar –le dijo a la unificación de las islas–
D. Federales: Buenos días, yo soy Dependencias Federales, y yo soy el testigo de Guárico –dio una pequeña pausa– Yo vengo a defender al veguero éste, ya que él mamagüevo de Miranda aún no me paga mi parte de la apuesta. Se supone que al ganar la apuesta él me daría la mitad de las ganancias, ese coño 'e su madre aún no me paga un coño y de pasa palo, tiene las santas bolas de venir y meterme un coñazo en el ojo!
Táchira: Entonces por eso tienes el ojo mora'o? –señaló con el lápiz–
D. Federales: Pues claaroooo, se arrechó por qué yo quería mi parte
Táchira: Bueno, que pase el testigo del demandado –habló, para luego ver como alguien entraba a la sala–
Amazonas entró a aquella sala y de una sola le metió un coñazo en el brazo del isleño, recibiendo un quejido del más pequeño.
Táchira: Ey! Pero y por qué le pegas?! –se levantó arrecha de la silla–
Amazonas: Nojoda, este webon me sapió! –el isleño le pegó de vuelta, ésta vez en el ojo–
Táchira: Pero no! Eso no es la manera! Es más, me cansé! –tomó su martillo y lo golpeó de nuevo un par de veces– Le concedo la demanda, que Mirada le pague sus bolos de vuelta dentro de una semana, y se ha dicho... Caso cerrado! Sea cortés, ande con cuidado, edúquese lo más que pueda, respete para que lo respeten y que Dios nos ampare, hasta el próximo día
En eso, Miranda se acercó de manera amenazante hacia la andina con una navaja en mano.
Miranda: Rata! Te di rial pa' que yo gana-... –antes de que pudiese hacer algo, Caracas, quién está de otro guardaespaldas de Táchira, llega y le mete un coñazo en to'a la jeta, dejándolo tirado en el piso–
Todos se quedaron en silencio por unos segundos al ver al mirandino tirado en el suelo.
Amazonas: Ay maaaanoo –jadeó con sorpresa el más alto de allí, llevándose una mano a la boca– Lo va a jode' mi papá, oyó
Zulia: Maardicioooon –se quitó sus lentes de sol para observar mejor la escena– Vaya rezando le a la chinita
D. Federales: Vi'te, eso te pasa por bruja, coño 'e tu madre, jajaja! –rió de manera escandalosa–
Guárico: Yo mejor me voy antes que llegue mi apá y vea esto-...
Venezuela: Antes que yo vea qué? –entró a la sala de manera repentina, encontrándose con Miranda tirado en el suelo, Táchira con una bata negra y un pocotón de cuadernos viejos sobre una mesa de escuela, con Caracas y Zulia vestidos con trajes negros, Guárico atrás de un tambor de agua que estaba boca abajo, Amazonas y Depende Federales con un coñazo en el ojo–
Venezuela: Cuento 3 y llevo 2 –y en dos por tres, todos salieron corriendo de allí, dejando al pobre Miranda tirado en el suelo aún–
Zulia: Ah, sí, se me olvidó ésto –regresó Zulia y se llevó a el capitalino, arrastrándolo por las piernas–
El kripi me tiene mal
Ni puta idea de lo que escribí xd
Después público la vaina de Zulia, lo que pasa es que he estado procrastinando mucho, jsjsjsj.Chao, cuídense el dulce✌️✨.