Algo desconcentrada entro a la cueva llevándose las miradas de toda su familia, unos la miraban con alivio otros con felicidad y Peter con enojo, no le sorprendió en lo absoluto era de esperarse su enojo ante su ausencia.
- ¿Qué clase de acuerdo quieres llegar con Miraz?- Pregunta son rodeos- ¿Crees que ese tipo de persona va a querer llegar a un acuerdo?- Arquea la ceja-
-Él al ser fututo Rey está obligado a seguir las tradiciones y expectativas de su pueblo, existe una en particular en la que debe de pelear con un guerrero para seguir con su coronación.
Ya no podía aguantar la mirada de su esposo sobre ella, se sentía incomoda- Aunque sea una regla que debe de seguir, ¿Qué te hace pensar que lo hará?
-Si quiere que su pueblo lo siga viendo como un Rey y no como un cobarde- La miro- lo hará, eso tenlo por seguro.
-Tenemos que tener confianza en que saldrá bien.
No hubo protesta alguna para aquella decisión, de tal manera dieron inicio al plan del Telmarino. A pesar de dudar en que aquel hombre fuera capaz de aceptar aquel trato no perdían las esperanzas de estar equivocados.
....
-En verdad debes de decirme en donde estarás metida Adelaide- Reclamo entrando al cuarto después de ella- me preocupe demasiado, estamos en medio de una guerra lo último que quiero es verte lastimada.
Habían pasado horas de que Edmund regresado con la noticia de que Miraz había aceptado el trato.
-Solo Salí a caminar un momento, estoy aquí contigo- Rodo los ojos- Pero se que mi seguridad no es lo único que te atormenta, ¿Quieres hablar de ello?
-No pensé que al regresar nos tocaría vivir esto, siento demasiada presión esta vez- Susurro- la inquietud de saber si nuestro hijo esta bien y la responsabilidad que tenemos con los Narnianos, ellos esperan que ganemos esta batalla si o si. No sé si siga teniendo la capacidad para poder protegerlos, no quiero defraudarlos.
-Mi amor, eres un gran Rey para ellos- Acaricia su barbilla- debes de saber que cada uno de ellos daría lo que fuera por poder cuidarte porque saben que harías lo mismo por ellos.
-Los deje por tantos años, te deje sola tanto tiempo, deje a nuestro pequeño.
-Sabes que existe una magia más poderosa sobre nosotros esa magia es la que nos sigue uniendo desde el primer día en que nos vimos, y esa misma magia nos unirá con William, no debes de temer siempre por mi seguridad. Siempre estaré aquí- señalo su corazón- nunca dudes de ello.
-No creo poder con esta guerra, quiero devolverle la paz a cada Narniano- callo unos segundos- pero temo no tomar las decisiones correctas.
La frustración lo invadió completamente provocando inseguridad en él, las lágrimas no tardaron en salir para ser desvanecidas por el pulgar de su ama.
-Aslan confiaba en ti, y yo también. - Acaricia su mejilla con delicadeza- No dudes de tu valor.
En verdad no entendía como unas simples palabras y una mirada tierna lo hicieran sentirse lleno de paz, lleno de vida, lo único que sabía era que daría su vida por cuidar a su amada.
-Te amo demasiado, en verdad no tienes idea de cuanto lo hago mi reina- sonrió abrazándola- Cuando tengamos a Will con nosotros debemos de tener otro, digo para que no crezca solo.
-Muy conveniente de tu parte mi señor- Rio feliz- en verdad quisiera hacerlo, pero quiero que pasemos un tiempo cuidando de nuestro hijo- le regalo un pequeño beso-
-Yo quiero tener miles de hijos contigo. -
-Los tendremos, eso tenlo por seguro.
-Créeme que donde vengo muchas personas no quieren tener hijos porque es muy costoso criarlos- hizo una mueca- es demasiado dinero.
-¿Dinero? Supongo que es algo que das a cambio para recibir algo a cambio.
-Mi señora usted es muy lista, pero ahora debemos de ir a dormir.
Sin protestar cada uno se dispuso a cambiarse de ropa para poder dormir cómodos. Después de unos minutos ambos se encontraban acostados mientras se daban pequeñas acaricias y besos subidos algo de tono, las manos de Peter masajeaban cada parte del cuerpo de Adelaide provocando pequeños gemidos por parte de ambos.
-¿Quieres que nos divirtamos un poco antes de dormir?
Este solo pudo sonreír para después subirse arriba encima de ella sin aplastarla.
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Como la flor- Narnia- Peter Pevensie
FantasiLa vida es como una flor, tan perfecta pero a la vez tan frágil, cualquier mal movimiento puede provocar que se vaya apagando poco a poco, como lo fue con la vida de la vida de la Reina Adelaida La Guerrera. Todos los libros de historia hablan sobr...