Días después, por la noche para Adelaide conciliar el sueño se trataba de algo imposible, sentía como una terrible inquietud la atormentaba por dentro impidiéndole dormir. No le quedo de otra que salir del lugar para respirar un poco de aire fresco con la esperanza de que eso le ayudara en su inquietud.
-Espero que este haciendo las cosas bien madre- Miro a las estrellas con pena- Solo dame una señal de que hago las cosas bien, solo te pido una señal para poder estar tranquila conmigo misma. Tengo que tomar el camino correcto para salvar a los Narnianos y recuperar a mi hijo.
A lo lejos pudo visualizar una pequeña luz color verde, miro a su alrededor percatándose de que nadie la siguiera solo para sonreír y correr en dirección de esa luz.
Al estar en el lugar miro a su alrededor en busca de esa luz, pero solo había oscuridad, su cuerpo se puso alerta al escuchar pasos alrededor de ella. No entendía por qué se escuchaba como si la estuviesen acorralando si en la oscuridad no había nadie.
- ¿Qué está pasando? - Susurro para ella con miedo-
-Veo que no eres tan fuerte como aparentas, querida Reina- La voz de una mujer la puso alerta mirando a su alrededor, pero no había nadie-
- ¿Quién eres? - Hablo molesta- Da la cara si te crees tan fuerte.
En ese momento se odio a si misma de no haber traído consigo sus armas.
-Has cometido tantos errores por amor que en verdad me hace pensar que eres tan idiota o eres tan buena persona, pero sinceramente yo me quedo con la primera opción. Dejaste morir a miles de tú gente solo por estar en una terrible depresión por un chico que juega a ser Rey, eso en verdad me decepciono de ti.
-No sabes nada sobre mí.
-De eso te equivocas, existen muchos libros sobre tú historia- Esa voz cada vez se escuchaba más cerca- ¿En verdad eres hija del gran león, Aslan?
-Yo soy tú Reina y te ordeno a que des la cara de una vez por todas para hablar de mujer a mujer. –Gruño enojada mirando a su alrededor. -
-Si eso es lo que quieres- Menciono riendo- Prepárate
Al dar unos pasos a tras su cuerpo se puso rígido al chocar con algo.... O más bien con alguien. Quería moverse para poder enfrentar a esa persona, pero su cuerpo no respondía a sus órdenes.
-Solo te diré una cosa de madre a madre- Susurro en su oído la voz de una mujer- Nunca tendrás lo que te fue robado, pero tranquila que yo misma te enviare con tú hijo.
Su cuerpo se tensó al sentir como una daga traspasaba su estómago dejando ver la punta de aquella daga que perdió en el combate contra el castillo Telmarino. En ese momento entendió perfectamente de quien era esa mujer.
.....
Una fría brisa acompañado de pequeños aleteos invadieron en la mesa de piedra provocando despertar a cada Narniano que se encontraba descansando al igual que a los reyes y al príncipe, por su parte Peter inmediatamente tomo su espada al ver una mujer parada frente a ellos, pero poco a poco la bajo al percatarse de la mujer de pétalos rosados.
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Como la flor- Narnia- Peter Pevensie
FantasyLa vida es como una flor, tan perfecta pero a la vez tan frágil, cualquier mal movimiento puede provocar que se vaya apagando poco a poco, como lo fue con la vida de la vida de la Reina Adelaida La Guerrera. Todos los libros de historia hablan sobr...