Mis párpados se sienten pesados cuando abro los ojos a las justas en pequeñas rendijas, es un gran esfuerzo ya que quisiera volver a sumergirme en el hermoso sueño que tenía sobre Kaie y yo. Lo primero que noto, al estar un poco más regresada a la realidad, es que ya no estoy dentro de esa cueva unida a él de una manera que nunca podré quitar de mi memoria, sus caricias, los sonidos que emitía, sus ojos tan extraños y a la vez tan absorbentes que lo hacían todo "correcto"...
Aún siento una emoción que no deja de desbordarse cada que mi cabeza rememora lo que hicimos hace unas cuántas horas atrás y entre los jadeos incesantes de ambos me reclamó como un solo ser unificando mucho más que nuestros cuerpos.
Me percato entonces que no estoy en ese mismo lugar en el que pasé la mejor noche con alguien que ocupa cada vez más campo dentro de mi corazón, pero donde sí estoy es a su lado en estos momentos. Su cálido cuerpo escamoso me envuelve y me acurruco más en el pecho de mi irónicamente "depredador", como bien se clasifica su sobrenombre para los de su especie y que aún no puedo decirlo sin causarme gracia del todo.
Al fijarme en la luz que cae sobre todo a mi alrededor deduzco que debe ser de madrugada por su tenue brillo y me da otro indicio de ello el hecho de que aún me sienta atraída al calor del cuerpo de Kaie por la ligera ventisca que recorre de rato en rato por el sitio. Me vuelvo a mover sobre él en busca de una mejor posición, su cuerpo es un lugar demasiado seguro que me atrae y me gustaría estar lo más cerca posible del roce de nuestra piel tan distinta. Es como si no hubiera salido de aquel encanto aún.
—¿Estás despierta, mi dulce veneno? —inquiere de repente y empieza acariciar mi cabeza en lo que me apego más a su pecho y un escalofrío de satisfacción me envuelve. Siento el cuerpo laxo con estar sobre él de esta manera.
—No por mucho... —susurro entre respiraciones lentas, tratando de mantenerme consciente lo más posible— Estoy cansada y quiero cerrar mis ojos para dejarme caer en las garras de Morfeo, es realmente tentador —pienso en alto sin saber ya lo que digo con exactitud.
Hace mucho que no uso ese término y creo que mi adormilada cabeza lo mezcló con otro de este mundo. Es como si una parte de mí no quisiera olvidar del todo la forma de hablar que había en la Tierra... O bueno, más o menos me entiendo a lo que quiero llegar con ese punto.
Disfruto por unos segundos el sentirme como si estuviera flotando con total plenitud, pero aquella sensación no dura por mucho ya que abro los ojos al recordar que, después de lo que balbuceé, Kaie se quedó en silencio de golpe y dejó de acariciar mi cabeza. Además, ese siseo que hace cuando está enojado o anticipado a algo empieza a resonar por todo su pecho impidiéndome seguir apoyando mi mejilla por el leve vibrato. Levanto un poco mi cara para poder ver la suya y comprender qué pasó para que esté tan tenso de la nada.
—¿Qué pasa? —lo veo preocupada, me es imposible leer sus pensamientos y menos su expresión seria que es indescifrable.
—¿Qué quieres caer en las garras de quién? —pregunta mascullando entre colmillos casi indignado— Quién se atreve a querer codiciar lo que es mío.
Sus últimas palabras me estremecen de una satisfacción incomprensible, me hace sentir cosas en ciertas partes del cuerpo que ahora está algo insatisfecho por querer repetir las sensaciones de anoche, pero a la vez sé que me siento agotada y no va a darse por ahora. La mirada de Kaie se queda fija en la mía y su disgusto es claro, eso me saca de mi ensimismamiento de una vez por todas, trato de recordar cuáles fueron mis palabras exactas y se me viene a la mente las que posiblemente sean las causantes de esto.
«... dejarme caer en las garras de Morfeo...»
¿Eso sería la posible explicación del malentendido? Pero si solo... Ah, Kaie no conoce esa expresión humana y los Naga's son algo, en su caso, satisfactoriamente protectores y un poco posesivos con lo que quieren. Esa necesidad de reclamar las cosas como suyas, puede que venga de su lado primitivo, es un alienígena con rasgos de un animal después de todo.
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Renacidos en Orlox
FantasíaVarada en un planeta desconocido, infestado con bestias de todo tipo, sin esperanzas y con todos los planes estropeados para sobrevivir. Y, entre esas criaturas, está un Naga... Un hombre mitad serpiente como en la mitología o cualquier fantasía que...