Avatar el regreso de la humanidad. [Fanfic neteyam]

Fue por ti..

—¡Maldita sea!—Fue lo primero que Alicia dijo al ser sacada del agua por Neteyam. Seguido lo empujó tratando de apartarse, sin tener éxito.

—¿Qué es lo que te sucede?—Ahora molesto le pregunto, y después llamó a su Tulkun, el cuál fue con ellos de inmediato.

—¡Odio el maldito mar carajo! ¡Regrésame a mi isla AHORA!

Obedeciendo, Neteyam subió a la humana con él de nuevo y volvieron a la isla en la que despertó. Al estar ya cerca de las rocas Alicia bajó del Ilu y corrió a su cueva, detrás de ella Neteyam la seguía, algo preocupado pero también molesto.

—¿Si no piensas entrar al mar cómo se supone que te llevaré conmigo?

—¡Te lo dije, no necesitas llevarme contigo! Puedes irte solo y decirle lo que quieras a tus padres.

—No es tan simple, quiero que ellos te adoren cómo yo lo hago..

—Carajo, eso es extremo, ni siquiera sé tu nombre y no es necesario solo olvídame y vete.

—No lo haré, y mi nombre es Neteyam.

—Como sea.

No se enojen con Alicia, ella realmente está en una situación totalmente desconocida, no es su culpa estar tan a la defensiva.

—Quiero volver hoy a mi hogar, pero no lo haré sin ti. Te estaré esperando aquí afuera.

Después de varias horas, y ya al estar totalmente seca, Alicia salió de la cueva. Encontrando de primera a Neteyam sentado en las rocas, simplemente viendo el mar.

Ella se acercó poco a poco, sentándose a su lado viéndolo a él.

—Lo lamento.—En cuanto le empezó a hablar él la miro y ella volvió la mirada al mar.—No fue mi intención ser tan grosera. Simplemente me asusté, en cuatro años solo he entrado al mar dos veces.

—¿Una de ellas tiene que ver con la cicatriz en tu rostro?

—Si..

—¿Qué sucedió?

Pensándolo un poco, Alicia tomó algo de aire y se abrió a Neteyam—Pasó poco después de llegar aquí, literalmente caí del cielo, para mí suerte caí en el mar o hubiera muerto al instante. Perdí la conciencia por unos minutos, después intentaba ubicarme para encontrar un lugar seguro, hasta que a un Ilu se le ocurrió atacarme, como pude nade lo más rápido posible me faltaba poco para estar a salvó en ésta isla, pero el Ilu tomó mi pierna con sus dientes y me regresó al mar ahí en las rocas tome una pierda y lo golpeé como pude, por suerte me soltó y volví a nadar. Luego, ya en el suelo me arrastré a las cosas que me mandaron, y lo primero que tomé fue un cuchillo, al voltearme el Ilu se había aventado a mi, enterrando uno de sus dientes en mi rostro de no haber sido por eso me habría matado ya que, estaba a punto de morderme de nuevo, solo que enterré el cuchillo en su cráneo.

—Eso si es extremo.. recuérdame nunca hacerte enojar, pero, ¿Si tienes los recursos para curarme porque no te curaste a ti misma?

—Porque no los tenía. Y para cuando me llegaron ya tenía las cicatrices, así que me las quedé.

—¿Y la segunda vez que entraste?

—Fue por ti..—«Ay que cursi eres Alicia»— Te habría dejado morir pero no soy ese tipo de persona, a menos que me ataques.

—¿Entraste por mi?—La chica asiente.—Gracias.. de nuevo..

—No fue nada, mínimo ahora puedo sentirme mejor conmigo misma.—Alicia suspiró cansada, luego se levantó y recargó su brazo en Neteyam—¿Nos vamos ya o qué?

Esa simple pregunta hizo más que feliz a Neteyam, quien en seguida se levantó, haciendo que Alicia casi cayera al agua, de no ser porque él la sostuvo.

—Bien.. vámonos ya..—La tomó de la mano y volvió a llamar a su Ilu—Esta vez no entraremos al agua, solo la rozaremos, ¿De acuerdo?

—De acuerdo.

Si Alicia sentía algo de miedo, pero si con eso se deshace del Na'vi entonces lo intentaría.

Minutos después el Ilu apareció, reconociendo a Alicia por lo cuál se apartó en cuanto se iban a subir.

—Creo que ahora me odia ese Ilu.—Dijo retrocediendo pero sin soltar a Neteyam.

—No, tranquila, no te hará nada.—Él la cargó y la sostuvo en sus brazos, para luego entrar al mar y subir al Ilu. Seguido de eso, la colocó enfrente de él.

Entonces comenzaron el viaje, tranquilo ésta vez y sin ahogarse. Durante éste Alicia se atrevió a mirar el mar, en realidad le parecía lindo a pesar de jamás haber entrado por completo, no por voluntad propia.

Entonces como pudo se agachó para tocar el agua, pero al ser demasiado grande el Ilu no alcanzaba, ni estirando su cuerpo. Al percatarse de eso Neteyam tomó su mano, ayudándola a sostenerse de él, y entonces ella pudo tocar el mar con alegría, cómo jamás lo había hecho.