Uta saltaba alegre, era elevada por ambos hombres quienes la tomaban de la mano logrando que con cada brinco se elevará un poco más lejos, ella seguía inmersa en su mundo, bastante alegre sobre lo que llevaba del día, había sido un buen almuerzo además de que esta vez no tuvieron que comer las sobras del recalentado, pero no por ello sería malagradecida con la amabilidad de Dadan, pero por alguna extraña razón, ahora se sentía incluso mejor.
Los adultos por su parte conversaban bastante tranquilos con el motivo de la pronta visita al tercero de su antiguo grupo, Dracule Mihawk, ya que desde que el adulto había aceptado trabajar para el principal dueño de las empresas Rain dinners, se le había notado un tanto extraño e incluso se veía más agotado de lo normal.
Después de caminar un rato llegaron a lo que sería su hogar, si, un hogar para ambos, ya que desde ese día el pelinegro comenzaría a vivir con ellos, si bien tenían una habitación extra que hasta hace poco solo servía para guardar las decoraciones que se utilizaban en las diferentes fechas festivas, ahora sería la habitación de Beckman, pero de momento primero deberían arreglar aquel desastre que tenían. Al llegar lo primero que hicieron los adultos fue arreglarse para ver cómo acomodarian las cosas que estaban en ese cuarto, además de que debían de limpiarlo, en el fondo el pelirrojo se sentía avergonzado porque desde que compro la casa y con su esposa volvieron esa habitación "el cuarto de las decoraciones" no puso un pie ahí para limpiar, incluso su hija llegó a decir que en ese cuarto debía de haber miles de conejitos de polvo porque con el solo hecho de caminar arrastrando los pies levantarían una gran cantidad de polvo y peluza.
----bueno, las decoraciones de navidad en una caja y en el clóset de Uta--- dijo Ben recordando lo que harían.
----¡Yo pongo las luces en las cajas!--- brinco la menor entusiasmada.
----y las decoraciones para noche de brujas en el cuarto de Shanks.
----¿Porque en mi cuarto?--- se quejó con un puchero el adulto a lo que el pelinegro lo miro serio por unos instantes.
----y el resto de cosas para invierno se quedan, por lo que dijiste no son muchas--- dijo mientras lo ignoraba por lo Shanks solo siguió con su puchero,---- Uta si te aburres o te cansas puedes decirlo y nosotros nos encargamos del resto ¿Está bien?
----¡Si! Pero creo que puedo ayudar hasta el final---- dijo la menor con una gran sonrisa para luego correr en dirección a su habitación, tenía planeado cambiarse tanto las ropas como su peinado para de esa manera poder realizar de mejor manera su actividad.
Por su parte los adultos se habían quedado en silencio mientras se miraban mutuamente, Shanks se llevó su única mano a su cintura para luego mirar al pelinegro con una expresión de gran duda por lo que Ben solo siguió mirándolo en silencio.
----¿No piensa venir la mudanza a dejar el resto de tus cosas?---le preguntó firmemente.
Sin embargo el más alto solo sonrió para luego negar---- en realidad la maleta que está junto a ti es todo lo que tengo, vivía en un viejo departamento, ese lugar lo alquilaba una vieja avariciosa, nos tenía a todos amenazados y de a uno en uno nos fue sacando, yo fui el último.
----¿Enserio? ¿Cómo te saco?---le pregunto curioso por su situación ya que veía casi irreal que una señora mayor se encargará de correr a Beckman por lo que el mayor río un poco.
----tenia una regla estúpida de que no podíamos pasar la noche fuera del departamento porque según ella no era hotel, un día no llegue porque me pase de copas y cuando menos me di cuenta solo me dio una hora para sacar mis cosas, después el edificio se vino abajo.
----no perdió el tiempo esa mujer...----soltó imaginándose aquella situación pero no era del todo algo irreal, ya que hasta hace poco le tocó vivir una situación similar, de no ser porque aquella casa era su patrimonio estaba casi seguro que ya estarían en la calle pidiendo limosna, pero afortunadamente no era así.
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I'm hanging in your hands.
FanfictionLa vida de Shanks no va más que cuesta abajo desde un accidente que sufrió en el trabajo donde rescató a un niño de unos secuestradores. Pareciera que la misma vida, que Dios o cualquier deidad se niegan a que sea feliz, sin embargo su hija Uta, sab...