Descalzo y embarazado [Starker]

Capítulo Único

A veces era difícil para Tony no obsesionarse con lo fértil que era Peter.

Los instintos de Tony se volvian locos como ningún otro, a pesar de que había estado rodeado de muchos Omegas fértiles en el pasado. Supo controlarse. Pero Peter olía muy dulce constantemente, y siempre estaba mojado. Tony solo debía usar su voz Alfa y su Omega ya presentaba su agujero goteante con la espalda arqueada y ojos cerrados.

Tony recordaba ser joven y estar invadido por las partes salvajes de su biología que solo quería follar, reproducirse y empapar a su pareja con semen. Había superado esa etapa, o eso creía.

No podía controlar a su Alfa interno ni mantener sus instintos bajo control cuando estaba con Peter, le daba ganas de follárselo estúpidamente, y verlo resplandeciente con la barriga llena de cachorros.

Se estaba haciendo mayor, y los niños siempre habían sido un concepto extraño para él, o algo en lo que pensaría más adelante. ¿Pero estar con Peter? Eso hizo que su deseo de tener niños volviera a nacer dentro de él, el Omega es mucho más de lo que deseo, amable, paciente, corazón puro, humilde y un dador alegre, queriendo ver a todos los que amaba felices, a pesar de perder a cada miembro de su familia, nunca dejó de repartir sonrisas a todos los que le rodeaban.

Por eso lo hacía tan perfecto a ojos del Alfa, si el Omega es un amor de persona con todos, imaginarlo con muchos niños correteando a su alrededor, cuidándolos como una mamá gallina lo haría con sus polluelos, hizo que Tony ronroneara con el pensamiento.

Ciertamente pensó en eso cuando Peter había ayudado a una niña pequeña a encontrar a su madre en una cafetería llena de gente la semana pasada, el cerebro de Tony se quedó atascado en la imagen de Peter arrodillado a su nivel, con las manos extendidas con cautela, y sus ojos marrones transmitiendo confianza a la menor. Ella había balbuceado hasta que Peter la tomó en brazos y la colocó sobre su cadera para que pudiera mirar a su alrededor y señalar a su madre. Un nudo se había formado en la garganta de Tony cuando vio a su hermoso Omega con un cachorro en su cadera, como si perteneciera.

La cosa era: él nunca abordó el tema con Peter.

No fue porque tuviera miedo, tampoco estaba asustado. Peter aún es muy joven para que pensará en tener cachorros. Claro, no se parecía en nada a Tony a los 23 años, pero aún le quedaba mucho por experimentar. Tony se estaba acercando a los 50 y se sentía lo suficientemente estable como para enfrentarse a la idea de tener hijos, no podía imaginar dejarle eso encima a Peter. No iba a encerrarlo así, incluso si el impulso estaba allí casi constantemente.

Y hablar sucio no contaba.

Eso no era justo, y Tony seguramente no iba a obligarlo a que lo excitara. Había una gran línea que dividía "Quiero que me llenes" y "Quiero llevar tu hijo durante 9 largos meses y verlo crecer juntos."

Y sí, Peter rogó por eso cuando estaba sentado en la polla de Tony, especialmente cuando estaba en celo. Pero eso era biología hablando, no deseos reales. Tony sabía el efecto de sus feromonas dominantes en su pareja, su Alfa interior exigía sumisión a su Omega transmitiendolo en sus feromonas. Y el Omega en celo no tenía más remedio que obedecer presentándose dócil a los deseos de su dominante. Tony sabía que también cumplía los deseos perversos del Omega.

Y no tenía absolutamente ningún problema en ayudar cuando siempre terminaba con Peter retorciéndose y apretándose alrededor de su nudo, lloriqueando para que Tony lo criara como una perra.

Peter era tan bueno que Tony a menudo se preguntaba qué lotería había ganado en la vida para merecerlo.

[...]