Capítulo 20 - No llores

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—¡No me puedo creer que no me lo hayas dicho! —grita Jisoo mientras salta de emoción —¿Por qué no lo has hecho?

Abro la boca para decir algo, y explicarme, pero rápidamente la vuelvo a cerrar al no encontrar una buena razón. Una buena mentira. 

¿Cómo demonios le explico esto?

—Se me olvidó... —suelto lo primero que viene a mi mente.

La mentira no es buena, ni muy creativa, pero es lo mejor que se me ocurre en el momento.

—¿Lo olvidaste? —dice incrédula —¿Te has echo novia de Lisa, una de las chicas más hermosas y populares de toda la maldita universidad, pero se te ha olvidado contármelo?

Me doy cuenta de que no me cree y, para ser sincera, entiendo por qué. La mentira es sinceramente terrible.

—Es que no quería darle tanta importancia... —murmuro, esperando que ceda y se trague mi mentira —No es para tanto Jisoo.

—¡Pero claro que es para tanto! Ahora cuéntamelo todo.

Sus palabras me paralizan.

—¿Q-qué? —tartamudeo, aunque sé exactamente a qué se refiere.

—Cuéntame cómo ocurrió. ¿Quién dio el primer paso? ¿Fue Lisa, no? ¿Besa mejor que yo?

—Me apetece mucho un café. —suelto en mi pobre intento de salir de esta —¿Tú también quieres? Iré a comprar dos. —me levanto de la cama antes de que Jisoo tenga tiempo de reaccionar, pero antes de que consiga zafarme de su alcance, me agarra de la muñeca y me tira hacia atrás.

—Nu-uh. No te irás a ninguna parte hasta que me lo hayas contado todo.

—Jisoo, por favor. —imploro, ignorando por completo el hecho de que probablemente estoy sonando como un bebé.

—Vamos, cuéntame. ¿A caso no soy tu mejor amiga aquí? —pregunta con fingida indignación.

—Claro que lo eres. —le afirmo —Buen... —empiezo, pero de repente me interrumpe el sonido de la puerta de mi dormitorio al abrirse.

Jisoo y yo giramos la cabeza en esa misma dirección y nos encontramos con Lisa, que entra despreocupadamente.

—Uhm...¿está todo bien aquí? —pregunta con el ceño fruncido al notar el agarre que Jisoo aún tiene alrededor de mi muñeca.

—Sí, todo perfecto. —responde al instante y retira su mano de mi brazo —De hecho, Rosé estaba a punto de contarme la historia de cómo es que se hicieron novias.

—¿Ah, sí? —ella sonríe satisfecha mientras su mirada se dirige a mi cara horrorizada.

—N-no. —tartamudeo, con la sangre subiendo a mis mejillas y tiñéndolas de rojo —No lo iba a hacer.

—Solo es tímida. —sonríe Jisoo, y yo maldigo para mis adentros cuando Lisa se acerca a mi cama y se sienta en mi lado libre.

—Apuesto a que sí. —dice mientras me rodea la cintura con el brazo.

Intento zafarme de su agarre, pero ella solo lo aprieta más e incluso se niega a reconocer mi falta de voluntad.

Se hace el silencio durante un rato hasta que Lisa vuelve a hablar.

—Yo te la contaré con gusto. —agrega y sonríe, como si el "recuerdo" le hiciera feliz —Empezamos a hablar cada vez más, tanto durante los entrenamientos de baloncesto como fuera del gimnasio. Entonces, un día, la semana pasada en realidad, la seguí hasta su dormitorio después de nuestro último entrenamiento y estuvimos hablando y riendo y, de repente, nos besamos. Simplemente se dio.

WICKED GAME (ROSÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora