Capítulo 22 - Mudanza

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—¡Te odio! No puedo creer que lo hayas hecho.

—Sí, probablemente yo también me odiaría si fuera tú.

Estoy sentada con Jisoo a la puerta de la cafetería y acabo de contarle la buena noticia de la que me he enterado esta mañana: que me mudo a la casa de la fraternidad.

Le he mandado un mensaje a Lauren, la chica de la hermandad que está estudiando un año en el extranjero, y, para mi sorpresa, me ha contestado casi de inmediato. No la conozco en persona, estoy segura de que ni siquiera la he visto nunca, pero ya la quiero, porque me ha dicho que sí. Le pregunté si le parecería bien que me mudara a su dormitorio mientras ella está fuera y me dijo que sí. Ni siquiera me cuestionó. Ni siquiera preguntó por qué. Todo lo que dijo fue "Claro, no hay problema :)".

Lauren, te debo una.

En cuanto me contestó, fui a fraternidad y les hice la misma pregunta a las chicas. Pensé que tendrían que pensárselo, o al menos reunir a todas las hermanas y votarlo o algo así, pero todas dijeron que sí. Sin más. 

Lo único que dije fue que ya no podía quedarme en mi antiguo dormitorio, e inmediatamente me dieron la bienvenida a la casa. Sin preguntas, sin miradas furiosas. Nada de nada.

—¿Lo sabe? —me pregunta Jisoo desde el otro lado de la mesa y yo parpadeo y vuelvo a la realidad en un instante.

—¿Quién? —pregunto estupefacta y ella pone los ojos en blanco juguetonamente.

—Lisa, duh. ¿Sabe que te vas a mudar?

—Ah. —respiro hondo antes de contestar —No, no lo sabe. Todavía no.

Jisoo juega con la pajita de su vaso antes de lanzarme una mirada curiosa.

—¿Cuándo se lo vas a decir?

Me encojo de hombros. 

—No lo sé. Estoy pensando en mudarme hoy. Sé que es pronto, pero...sí... —se me corta la voz al no saber muy bien qué decir.

—¿O sea lo harás ya? —dice sorprendida —¿Ni siquiera esperarás a mañana?

—Mañana tenemos clase. Más vale que sea ahora que tengo tiempo.

Jisoo levanta las cejas, pero antes de que tenga tiempo de decir nada, vuelvo a abrir la boca.

—Hablando de eso. —sonrío mientras me pongo en pie —Será mejor que me vaya preparando. ¿Me ayudas a hacer la maleta? Me vendría bien un par de manos extra. 

O un testigo si Lisa está en el dormitorio.

Tengo la fuerte sensación de que perderá la cabeza cuando se entere de que me voy. Y no quiero enfrentarme a su ira.

—Claro. —ella me devuelve la sonrisa mientras se levanta también —No es como si tuviera algo mejor que hacer de todos modos.

—¡Dios ven aquí! —le digo tomándola por los hombros para acercarla y dejar un beso en su mejilla izquierda. 

—¿Y eso a qué se debe? —pregunta sorprendida por mi entusiasmo.

—¿A caso no puedo besar a mi mejor amiga? Anda, vamos.

Mientras nos dirigimos a mi dormitorio, siento que el corazón me late cada vez más fuerte cuanto más nos acercamos. Estoy más que nerviosa, y espero que Lisa no esté allí. Es domingo, así que lo más probable es que haya salido con algunos amigos, pero aún así no quiero estar sola.

Jisoo intenta entablar conversación mientras entramos en la residencia, pero creo que se da cuenta de que no me apetece. Prácticamente estoy sudando frío, así de ansiosa estoy. Si está allí, no sé qué haré, pero lo cierto es que aunque esté vacío, tarde o temprano tendré que enfrentarme a ella. Pensar que podré evitarle durante el resto de mi estancia en la universidad es una estupidez. Ella encontrará una manera de llegar a mí, estoy segura de ello.

WICKED GAME (ROSÉ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora