Parte 10

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El chico le invito al sector vip de aquel bar y luego, después de ser muy caballeroso y lindo con ella, a su casa a las afueras de Busan. Sí, esto no podía ser tan exacto a lo que yo viví, pensaba.

Vanessa lloraba desconsolada cuando trató de explicar que después de tener sexo, el chico había sido muy grosero con ella, que la había humillado y la había sacado a rastras de la casa donde habían llegado juntos.

No puede ser, pense atónita.

Sabía que no podía pedirle nombres a mis pacientes, lo tenia prohibido, mas si ellos no eran los que tenían la voluntad de decirlos, pero no podía quedarme con esa gran duda. No se quiso referir al nombre del chico porque tenia miedo de que le pasara algo malo. Jimin.

Cuando creí que la historia acabaría ahí, mi paciente relata que después de ese episodio no volvió a saber de él por al menos un mes y que, sin saber como, la llamó por teléfono y concretó una cita con ella en el mismo bar donde la había conocido. Por supuesto que ella fue. Ambas sabíamos cómo terminaría esa historia, tuvo sexo con ella y volvió a humillarla una vez mas. Al escucharla, mis manos se habían transformado en puños de la ira que me causaba caer en cuenta, que precisamente yo había caído en el mismo juego perverso de un mujeriego empedernido disfrazado de celebridad. Vanessa había sido parte del circulo vicioso mas de cuatro veces y venia a terapia para poder encontrar las herramientas para no volver a caer ante él. ¿Cómo podía ayudarla estando en la misma situación?. Le sugerí un par de acciones que esperaba hiciera para no ser parte de la manipulación de este chico. Me agradeció y se fue.

Intenté todo el día sacarme de la cabeza a Jimin pero no podía, tenia la historia de Vanessa en mi mente y de que no solo me lo había hecho a mí, sino también a otra chica. Era un inmaduro narcisista. Típico de idol.

Una semana después, mi teléfono celular suena y al ver la pantalla, aparece un número desconocido. No acostumbro a contestar ese tipo de llamadas así que no le presté mayor atención. Sonó dos, tres hasta cuatro veces y si bien ya estaba hastiada de la insistencia no respondí a ninguna de ellas. En la cocina, tenia todo preparado para mi cena, había sido un día realmente agotador y cada día los pacientes eran más. Mensaje de texto. Tomo mi celular y se me cayo de las manos de la impresión. Mi corazón se había detenido, mis piernas se volvieron un ligero papel y mi mente quedo en blanco.

"Se te quedó algo en mi casa. Creo que debes venirlo a buscar.

Seré agradable volver a verte, preciosa.

J.M"

¿De qué rayos estaba hablando? ¿Era Jimin? no podía ser nadie mas que él.

Deseo PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora