"Es..." Kai se aparta, pasando la lengua por su labio inferior. "¿Cereza?"
Soobin se aclara la garganta, mordiéndose el labio. El sabor está ahí, tenuemente, y Kai tiene razón: es cereza.
"Sí", dice Soobin, asintiendo. Mira la bolsa de caramelos -algunos que Kai ha tenido escondidos en su habitación desde Halloween y que no ha devorado de una sentada- y lee la pequeña fuente de sabores. "Cereza negra salvaje, para ser exactos".
"Es uno de mis favoritos", sonríe Kai, contoneándose en el suelo. Tiene las rodillas cruzadas y se balancea como un barco en el mar.
Soobin se siente como en el mar. Como si su estómago contuviera un montón de olas de seis metros de altura que le hicieran cosquillas en el corazón, haciéndole latir irregularmente dentro del pecho.
Actúa como si nunca hubiera besado a Kai. Es curioso, porque ahora lo hacen a menudo, todo el tiempo.
Sin embargo, aquí está, un desastre sonrojado y mareado, abrumado por el sabor afrutado de los bonitos labios de su novio.
"Tu turno", dice Kai, casi con demasiado entusiasmo, con los ojos desorbitados. Tiene que estar subido de azúcar.
Soobin no está muy seguro de qué le hace más ilusión a Kai: rebuscar en su alijo de caramelos o probar el sabor de los besos.
Soobin, al cien por ciento, disfruta más de los besos. Está totalmente dispuesto a comer (y besar) hasta el fondo de la bolsa hasta que sus lenguas representen el arcoiris y no puedan diferenciar la cereza silvestre de la frambuesa azul.
Soobin también está a punto. Se ha equivocado en los últimos tres sabores de caramelo, mezclando de alguna manera piña y lima. Kai lo llamó un error de novato.
Kai mete la mano en la bolsa y mueve los dedos como patas de araña. Mira a Soobin.
"Cierra los ojos, hyung", le recuerda Kai por enésima vez. Soobin suspira, porque conoce esta regla, pero la cumple de todos modos. La anticipación se acumula en sus entrañas como el comienzo de un huracán, sus entrañas se agitan.
"Vale", dice Kai, después de darse unos cuantos golpecitos en los labios. "Creo que deberías adivinar este. Te gusta mucho este sabor".
Me gusta tu sabor, piensa Soobin. Sin embargo, Kai se está divirtiendo mucho y Soobin no quiere ser el que mate el ambiente con sus pensamientos calientes.
Los suaves dedos de Kai avanzan hasta la mandíbula de Soobin y lo acerca con cuidado hasta que sus labios se encuentran. Los labios de Kai están húmedos y calientes. Están cubiertos de saliva de los últimos treinta minutos de este juego de besos y de los lamidas de gatito de Kai para asegurarse de que Soobin saboree lo que él saborea.
Soobin se aprieta más, olvidando momentáneamente que se supone que debería estar averiguando el caramelo que se acaba de comer Kai.
Kai hace que sea muy difícil concentrarse cuando sigue rozando con su lengua el labio de Soobin cuando éste tarda demasiado en adivinar. No hay nada fácil en la forma en que Kai casi cae en el regazo de Soobin cuando le toca adivinar, demasiado ansioso y emocionado por acertar otro caramelo más.
Incluso si Soobin quisiera hacer un buen trabajo, Kai se lo está poniendo imposible.
"Hyung", ríe Kai. "Se supone que tienes que adivinar".
"Dame otro segundo", se queja Soobin, levantando la mano para acariciar la mejilla de Kai y atraerlo de nuevo hacia sí.
Kai no se queja ni se aleja llamando a Soobin mal jugador de equipo, así que a Soobin le gusta pensar que Kai también está disfrutando de los besos.
ESTÁS LEYENDO
Watermelon Sugar ⵢ sookai
Fiksi PenggemarSe supone que Soobin tiene que adivinar qué sabor de caramelo comió Kai, pero lo único en lo que puede pensar es en las ganas que tiene de besar (como es debido) a Kai. ɞ sookai !¡ ɞ one shot !¡ ɞ sb top; hk bttm !¡ ɞ traducción. historia origin...