𝐍𝐨 𝐬𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐨 𝐦á𝐬 ~𝒯𝓈𝓊𝓀𝓀𝒾𝓎𝒶𝓂𝒶 🕊

𝑬𝒏𝒇𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐

Hoy por fin decidí decirte lo que en verdad estoy sintiendo, al saber que no me contestarías le mande mensaje a tu madre la cual, me indico a qué hora llegarías a casa. 

Ella me recibió en tu hogar con una bella sonrisa y me invitó a pasar, sabía un poco todo lo que estábamos pasando ya que había pasado un rato desde que estuve en esa casa. Decidió ir a tu cuarto y esperarte ahí, mire los cuadros y fotografías que tenías, no habías cambiado mucho en estos años que se alejó nuestra relación. Escuché por lo bajo cómo se abría la puerta de la casa y tú voz resonaba con todas las paredes.

—Llegué —logré escuchar—. Estaré en mi cuarto —inmediatamente subiste las escaleras y cuando por fin estabas frente a la puerta la abriste—. ¿Yamaguchi? —tu rostro se encontraba asombrado.

—Hola, quería hablar contigo y bueno, cómo no contestas decidí venir a tu casa —seguro de mi mencioné.

—¿Sobre qué quieres hablar? —suspirando dejó su mochila en la silla que se encontraba frente al escritorio.

—Sobre nosotros, será rápido —sonreí. La verdad es que no tenía nada de miedo, sabía que lo quería demasiado pero también sabía que esto ya no era sano.

—Está bien —jaló otra silla y se sentó frente mío.

—¿Tu dirás algo o quieres que empiece yo? —abrió sus ojos, dejándolos cómo platos.

—Tengo algunas cosas por decir —bajó su cabeza—. Sé que de un rato para acá te he tratado muy mal y lo admito, me dejó influenciar por mis supuestos amigos y lo que hago es lastimarte y hacerte a un lado. A mi corazón le duele pero, no sé porque sigo haciendo esto, solamente te pido que me perdones y me des otra oportunidad —sus manos se entrelazaron entre ellas.

—Acepto tus disculpas pero ¿darte otra oportunidad? No creo que eso llegue a pasar —sus ojos buscaron a los míos con algo de sorpresa ya que nunca diría algo así, o eso creía él.

—¡¿QUÉ ESTÁS DICIENDO?! —se comenzó a poner furioso.

—No necesitas gritarme de esa forma Kei —había llegado a mi límite—. Solamente digo lo que de verdad siento, te lo explicaré —suspiré antes de mencionar todo lo siguiente—. Yo te amo demasiado y tal vez tú también me amas pero tenemos que dejar en claro algo, esto no es una relación sana, ninguno de los dos estamos bien alargando todo esto y "aceptando" los errores tan horribles que hemos hecho —tomé sus manos y él me acepto—. Quiero lo mejor para ambos y quiero que tú de verdad te enamores de alguien y llegues a tratarlo de una manera que lo merezca —solté sus manos—. Así que, terminamos Tsukishima —alcé la mirada y noté que estaba llorando.

—Siento demasiado haberte hecho todo esto —me abrazo y deje que él llorara todo lo que necesitará—. Nunca me perdonaré, yo de verdad te amo pero no sé cómo demostrártelo y lo más fácil que podía hacer era tratarte mal porque sabía que a pesar de eso tú ibas a estar atrás de mi aunque, cuando por fin dejaste de ir a mí, me enfade y mucho, no sabía la razón por la que no estabas ahí, sí tú me pertenecías. Sé que es un comentario posesivo pero así lo pensaba, ahora sé que has cambiado y me alegro por ti, también deseo que algún día alguien te dé un trato el cual yo no pude darte —nos separamos y una sonrisa apareció en nuestro rostro.

Por suerte él comprendió todo esto y acepto el rompimiento, salí de su casa y me sentía libre, por fin no tenía ese nudo en la garganta que siempre se formaba por estar a su lado.

~El simple hecho de lograr cerrar ciclos, era lo mejor que me había pasado. Ahora tenía que trabajar más en mi para lograr ser quien quería ser.