—Sí ya me trajeron todos los muebles, está todo bien
Julián recién se mudaba por segunda vez, estaba en llamada con su mamá que actualmente está viviendo en Córdoba, Juli se mudó a Buenos Aires hace unos años para poder estudiar acá además tenía conocidos que ya se volvieron amigos. Recién terminaba la mudanza, ya todos los muebles en la casa y con ayuda de sus amigos los fué acomodando y algunos armarlos.
—Qué quieren comer?— Preguntó Julián viendo a los 3 Rodrigo, Lisandro y Enzo sentados tomando mate— Pago yo.
—Cualquier cosa está bien Juli, pero una pizza no estaría mal— Le respondió Lisandro y los demás opinaron lo mismo. Julián pidió 2 pizzas simples ya para cenar, era un poco temprano pero desde la mañana lo estuvieron ayudando sin descanso.
—Gracias chicos, de verdad— Los tres fueron muy buenos con él durante esos años en los que estuvo solo en Buenos Aires sin ningún familiar, ellos le dieron todo el (pese a que casi ni lo demuestren) cariño que podían. Lisandro fué al que primero conoció, los dos venían de otra provincia desconociendo todo y se entendieron bien, aprendieron muchísimas cosas juntos y siempre lo va a considerar uno de sus mejores amigos como con Enzo y Rodrigo quienes también los ayudaron cuando recién llegaron. Con Enzo era algo más especial, los dos estaban juntos la mayor parte de la semana se podría decir, Enzo le tenía un cariño enorme por haberlo ayudado antes con bastantes problemas y actualmente lo sigue ayudando.
—Oww!— Dijo Rodrigo acariciando el pelo del menor— De nada Juli, por lo menos yo te debía un favor pero más allá de eso obviamente iba a venir.
—Qué era?— Preguntó Enzo curioso mientras se llevaba una pizza a la boca.
—Lo ayudé con Martina, bueno, Tini— Rodri asintió con una sonrisa en su cara. Ya esos dos eran pareja hace un par de meses y si no fuera por Julián ni se hubieran hablado.
Al terminar de cenar, Rodri y Licha se fueron quedando solo Julián y Enzo. Enzo se había quedado a terminar de armar un último mueble, tenía que contarle un par de cosas sobre su relación con varias chicas que por alguna razón le daba vergüenza contarle a los demás.
—Vos te diste cuenta que soy tu psicólogo?— Los dos se rieron, era la verdad. Cada problema que tenía él se lo contaba en cambio Julián prefería guardarse todo sin razón y muy pocas veces Enzo hacía que se desahogue con él.
—Y bueno somos mejores amigos que querés, alguien me tiene que escuchar— Los dos estaban poniendo los últimos tornillos del mueble que era una biblioteca para la habitación.
Enzo le siguió contando sobre Mía, una chica a la que por mucho tiempo consideró un “casi algo” y sí, mucho tiempo lo fué por que él no estaba listo para una relación. No le gustaba la monogamia y nunca conocía a nadie que esté dispuesto a tener una relación abierta, pero le daba igual, podía estar con muchos casi algo e igual cogerse a quien quiera. Bueno, volviendo a Mía, lo que le pasaba con ella era que Enzo sentía muy poca atracción romántica ya que nunca hablaban mucho y solamente lo consideraba sexual, ni sabe cómo pudo enamorarse de él si solamente se veían un par de veces. No quería darle una oportunidad, desde que empezó a cargosearlo y celarlo sin razón perdió mucho el interés.
—… Entendés? No me parece una mala piba sino que tiene cosas… Que no me gustan, corta.
—No la tenía así, pensé que era diferente, parece diferente. Pero bueno, para mí no da.
El mueble estaba terminando así que lo movieron de lugar con cuidado. Ya cansados, se acostaron en la cama de Juli mirando el techo, Enzo quedaba más abajo que él a la altura de su cintura y sin darse cuenta Julián empezó a acariciarle el pelo.
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Here, there and everywhere / J. Álvarez & E. Fernández
FanfictionCambiando mi vida con un movimiento de su mano. Nadie puede negar que hay algo ahí.