Mi pequeño amor. ||Soukoku||

I

Abro los ojos sin desear hacerlo, pero ya es algo natural el dolor que surge en mi pecho al dejar salir el primer suspiro de la madrugada, parece increible que todavia no me mata la sobredosis de anoche, fue una fiesta divertida debo admitirlo, aunque decepciona cuando te das cuenta que aquellas ilusiones solo son una estrella fugaz del momento trayendote un dolor del cual no escapas en la mañana, algo el cual te quema por dentro al punto de hacerte regresar a el, como cualquier relación toxica e insana, como un libro el cual es tan malo pero aún asi tiene algo que te hace regresar a el. 

Asi es mi relación con la la cocaina y el alcohol. 

No recuerdo bien en que punto de mi vida acabe viviendo en una casa abandonada en el barrio mortero y, sinceramente ya no me importa, tampoco es que este mucho en este mugrero, los efectos de las sustancias me llevan al limite de la vida y la muerte haciendome sentir alivio y felicidad porque cada vez estoy mas cerca de cruzar la delgada linea y poder descansar. Creo que mi aspecto es la prueba de que no puedo continuar por mucho tiempo en este mundo, mi piel morena se a vuelto seca y palida por mi mala higiene, mi cabello da asco, y mis musculos se han reducido tanto que estoy en los huesos, soy como un perro callejero.

Nunca me e planteado un proposito en mi vida, por lo menos no desde los 20 años, mis deudas las paga mi hermano por lo que no tengo que trabajar, aunque no lo veo, se que le prometio a padre evitar que me suicidara antes de que este fuera desconectado, pero siendo honesto no me interesa esa estupida promesa, esta claro que el siente una responsabilidad hacia mi, por pena o por que es su instinto de omega.

Aunque eso no importa, soy un alpha que nunca a anudado a un omega. No es algo que deberia avergonzarme, pero tengo 36 años y mi sentido de alpha se separo de mi, aveces me miro al espejo como un fenomeno pero, jamas senti aquellas feromonas o las produje y esto imposibilito mi relación con cualquier persona, aunque esta bien, no comprendo porque la gente le da tanta importancia a el nudo o la pareja predestinada solo son un montón de cuentos para niños, imaginar pasar el resto de mis días con alguien a quien no conozco es extremadamente repulsivo.

-Cada día pareces más un muerto- oigo la voz que me a acompañado durante los últimos 8 años, suspirando volteo la cabeza  sin ganas, aquella sombra negra me a acompaño durante años pero siempre dice las mismas mierdas que me repetía papá. Se que es no es alguna enfermedad, se hubiera manifestado desde la adolescencia, es algo diferente, solo sé que es una mancha en medio de todo, no tiene una forma física, me gusta llamarla Ougai, así como mi padre, se siente como si aún muerto siguiera aquí conmigo.

Y es repulsivo.

-Dime algo que no sepa- respondo a sabiendas que la gente me toma como un loco al hablarle a la nada....pero no importa, no necesito la aprobación de ellos, ya es malo ser un alpha incapaz de producir feromonas pero, ¿Ser uno con esquizofrenia? Eso sí es de risa.

Puedo tomar un vaso de agua en mi delgada y temblorosa mano, siendo mi primer logro en el día puesto que, normalmente no puedo levantarme de la cama gracias al dolor en todo mi cuerpo -Falta poco- murmuró para mí mismo mientras tomo una pastilla de dudosa procedencia con el vaso del agua. Cada vez se vuelve tan pesado respirar que en algún momento mi cuerpo no dará para más y el sueño eterno será mi final.

Claro, es demasiado doloroso el proceso para esta muerte, pero a este mundo de la vida no me importa, solo quiero desaparecer de esta infeliz vida que me desprecio desde mi nacimiento -Falta poco para verte en el infierno- murmura Ougai cambiando de lugar hasta mi vaso de agua para que vea ese ridículo ojo morado juzgandome con malicia. Por inercia escupo el líquido y arrojó el cristal contra la pared con la intención de hacerlo desaparecer, sin embargo logra esconderse antes de poder dañarlo -Das asco Osamu ¿Por qué arruinar tú futuro de esta forma?- pregunta como una grabadora, esa jodida pregunta que hacían cuando comencé mi adicción, no recuerdo bien como era mi vida antes de comenzar a fumar, solo recuerdo esas palabras y la mirada de mi padre...