Cloaca

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Amery

Ni dos días de descanso puedo tener. Sé que lo estaba haciendo a propósito lo de saturarme con la boda pero no me iba a echar para atrás, sería mi mujer y no había más que hablar. Después de dos días intentando olvidarlo todo, cosa imposible con Brianna, me encuentro a un niño con Dede. ¡A un niño! Por un momento he pensado que estaba loca y lo había secuestrado. ¿A quién en su sano juicio se le ocurre traer un niño a esta casa?

Después de mi ducha interrumpida y con el enfado aún latente me encierro en el despacho para trabajar. Ni siquiera me molesto en abrir el correo porque son todos sobre la boda. El único que me interesa aún no ha llegado y me tiene los nervios a flor de piel.

Le pido a Rose un café para poder concentrarme mejor y no tarde en venir.

-Lo siento por lo de mi nieto. Dede insistió y de verdad que necesita ayuda pero no puedo costearmelo. Pensaba que sería de gran ayuda....

-¿De cuánto estamos hablando?

-No lo sé, depende de cómo evolucione.-Saco la chequera y escribo una cifra.-No, Amery. No voy aceptar tú dinero, no tengo cómo devolvértelo y no me puedo permitir que me quites el sueldo hasta saldar la deuda.

-Lo hago por tu nieto. Y porque Dede se esté quieta de una vez.-Le tiendo el cheque pero se niega.-No quiero que me devuelvas el dinero sabes que tengo de sobra. Tú me has cuidado en mis peores momentos no se me ocurre mejor forma que devolvértelo así, es un niño y sabes que los niños necesitan....

-Abrazos de caramelo y besos con sabor a fresa.-Sonríe al recordarlo y a mi mente solo viene un niño de siete años en sus brazos llorando por la pérdida de su madre.-Gracias Amery. De corazón, espero que la vida te lo devuelva de la forma más bonita.-Sonríe entusiasmada y se que tiene ganas de abrazarme pero eso ya es pasarse.

-¿Dónde está Dede?

-Supongo que en la habitación. No la he visto desde el altercado.

Cierro el portátil de golpe y voy a su habitación. Vacía. En la mía es lógico que tampoco está. La busco en el gimnasio. El vestidor. El cine. Todas las habitaciones vacías. En el jardín tampoco está y nadie la ha visto. Ni siquiera está en la cocina. Los coches están todos y no hay ningún movimiento extraño. ¿Donde mierdas está?

No hay ni rastro de ella por ningún lado. Brandon no ha visto nada. Ni ninguna del servicio. Ni las cocineras. Ni los guardias. Es imposible que esté escondida en algún lugar porque he mirado en cada rincón. Los nervios me empiezan a desesperar y todo el mundo empieza a buscarla.

-No rastro señor.

-En ningún lado.-Rose aparece preocupada y niega.

-¿Como es posible que nadie de esta maldita casa sepa dónde está mi esposa? ¿Es una broma o algo?

-No hay rastro de ella y todas sus cosas están. No falta ninguna llave y todos los vehículos están en su sitio.

Saco mi móvil y me meto en la aplicación de las cámaras. Adelanto el día a cámara rápida y no hay nada raro. Miro las del jardín y no sucede nada raro hasta hace más de dos horas. Tuvo un ataque de ansiedad y alguien se ha colado para drogarla y llevársela. Eso fue mi trabajo y nadie me va a quitar a mi mujer.

-Quiero a todo el mundo buscando a este hijo de puta y si tiene que arder el puto mundo que arda pero quiero a mi esposa sana y a salvo. ¿Entendido?

Enseguida se ponen a trabajar y los nervios no me dejan pensar con claridad. Miro las imágenes de nuevo y por su complexión no es su hermano. ¿Quién carajos se atreve a entrar en mi casa y secuestrar a mi mujer? Eso solo lo haría alguien que quiere morir.

-Busca a Fred y a toda su familia. Si hay rastro de Dede entre ellos quémalos a todos.

-Señor.....

-¡A todos!

Una llamada en número oculto lo salva de una gran reprimenda. Sea quién sea lo voy a matar.

-Señor Waves que encantadora es tu esposa. Aún llevando el anillo ha sido presa fácil ¿no crees? En tus propias narices encima. Una pena que todavía esté dormida y no hayamos podido entablar conversación. ¿Que tendrá que decirme sobre su marido?

-Estás jugando con fuego, Fred. Has jugado mal tus cartas y créeme que te saldrá muy caro.

-¿Me estás amenazando sabiendo lo que tengo? Vamos, no eres tonto. Todos sabemos porqué está aquí, un informe muy detallado por cierto.

Hijo de puta.

-Quiero cien en una hora en el puerto, cuando lo tenga empezaremos a negociar sobre si volverás a verla entera o......

-Acabas de hacer el hoyo de tu propia tumba. Tócale un solo pelo o hazle un rasguño y no tendré piedad cuando te vea.

La llamada se corta con su risa y aprieto el móvil. ¡Joder! ¿Como ha podido pasar algo así? Muevo a todos mis hombres a sus puntos y tienen orden de arrasar con todo lo de Fred. Con los Waves no se juega.

Llamo a la doctora Peterson pero no me lo coge. Los mensajes no los lee y estar aquí encerrado me está torturando.

La casa es un revuelo de personas hablando por teléfono y mi mente solo es capaz de centrarse en Dede. El zumbido de los oídos me aturde y el corazón me va demasiado rápido. Los de mi alrededor solo son manchas que hablan y dirigen y a mi me empieza a faltar el aire.

-¡Amery!-La voz de Rose se escucha demasiado lejos y mi corazón cada vez va más rápido.-Cariño ven aquí.

Sus manos me acarician el rostro pero la veo borrosa. Mi respiración está muy agitada y siento que me van a explotar los oídos de un momento a otro. ¿Como ha podido pasar?

-Amery, cariño, mírame.

Sé que es la voz de Rose pero solo escucho a mi mujer gritando porque la están tocando. Un solo rasguño y el mundo conocerá a Amery Waves.

-Señor, hemos localizado dos puntos en los que puede estar.

Todo me da vueltas y me llevo la mano al corazón antes de caer de rodillas. El aire me falta y solo pienso en Dede. Aquella noche. Su risa. Sus expresiones. Voy a llevarla al fin del mundo para que nadie pueda tocarla.

Poco a poco se me pasa el efecto del zumbido y recobro mi ser. No sé qué ha pasado pero he perdido los nervios y no puedo dejar que eso ocurra de nuevo. No me puedo perder a mi mismo porque eso seria perderla a ella también.

Recobro la compostura y divido a mis hombres a esos puntos. La quiero aquí en menos de veinticuatro horas sino empezará una guerra.

-¿Estás bien cariño?-Asiento y su mirada de preocupación solo es de una madre preocupada por su hijo. ¿Como no iba a devolverle todo ese amor a una mujer que me quiere incondicionalmente sin pedir nada a cambio?-La encontrarán y volverá a casa.-Acaricia mi mejilla y le sonrío un poco.

Horas después me encuentro camino a la otra punta de la ciudad con los nervios a flor de piel. Voy a matar a Fred. A su mujer. Y a toda su puta familia por tocarle un solo pelo a mi mujer.

El olor a mar me llega y no puedo evitar recordar nuestra primera noche cuando la besé sin pensarlo. Desde ese día supe que estaba jodido porque yo nunca besaba pero ella se merecía todos los besos del mundo de todas las maneras existentes.

Las bases aparecen ante mi y solo hay un coche en la entrada que nos detiene el paso. Hago que detone y vuele para que mis hombres entren. Fred siempre se esconde en esta cloaca como la rata qué es. Me abro paso entre mis hombres pero lo que encuentro no me gusta.

No hay nada. Ni nadie.

Dede no está.

WavesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora