BLACKWHITE

5

Estuve toda la noche llorando. Miles de recuerdos vinieron a mí. Este dolor que siento es casi igual a cuando estaba con mí ex. No sé porque estoy así, ¡Apenas lo conozco! Este día a sido agotador, tanto que quedé rendido luego de unas horas llorando.

Mí despertador fue el timbre de mí puerta. Me levanto aún adormilado. Me miro en el espejo, contemplando mis ojos rojizos y ojerosos. Aún así me dirijo hacia la puerta. Camino arrastrando mis pantuflas azules, que van a juego con mí pijama.

Me esperaba cualquier persona. Juro que recibiría con los brazos abiertos a cualquier persona. Pero ¿Por qué tuvo que ser él? Se encuentra frente a mí con ropa deportiva. Su cabello se encuentra húmedo. Parece que estuvo haciendo ejercicio...¿Qué hora es?

—Buenas tardes Victor.

—¿Buenas tardes? Pero si debería ser buenos días. —Miro el reloj de la pared y en efecto son las dos y media de la tarde. — Bueno, igual ¿A qué vienes?

—Solo quería saber si estás bien. Ayer te fuiste rápido. No me diste tiempo de presentarte a mí...

Lo interrumpo cerrando la puerta. No quiero escuchar nada, solo quiero darme una ducha e irme al trabajo.

Me dirijo hacia mí habitación, buscando algo que ponerme. Miro hacia la ventana. Se nota nebuloso, al parecer lloverá. Busco unos vaqueros azules y una camisa negra. Agarro el conjunto junto con unos boxers y dos toallas. Si, soy de los que necesitan dos.

Decido darme una ducha. Mientras el agua se desliza lentamente sobre mí, comienzo a recordar lo ocurrido con mí ex. Como me golpeaba para luego pedirme perdón. La cicatriz que tengo de forma horizontal en el medio de mí pecho, duele solo de recordar lo que pasó ese día. Debí haberme apartado antes...

Salgo de la ducha luego de un rato. Con una de las toallas me seco el cuerpo, dejando la otra para secarme el cabello. Me pongo la ropa y preparo una taza de café. No suelo desayunar, eso no va conmigo. Es que ni siquiera me gusta el café, prefiero el té, pero al final no pude conseguir nada.

Termino y me dispongo a salir, mas me quedo impactado. No me esperaba ver a Somchai, arreglado, frente a mí. Se ve tan guapo. Su cabello negro y algo largo se encuentra despeinado y algunos mechones caen sobre su rostro. Lleva una camisa azul y unos vaqueros negros. Prácticamente lo contrario de mí conjunto. Sus ojos parecen brillar por una fina línea negra de maquillaje en el párpado inferior. Debería catalogarlo como uno de esos chicos sexys que andan en moto y que son medio rockeros.

—¿Qué haces aquí?

Digo apartando todo pensamiento sobre él de mí mente.

—Te llevaré a tu trabajo.

Él me sonríe, provocando que mí molestia se haga más fuerte.

—Puedo ir solo gracias.

Comienzo a caminar, pero algo de me detiene. Son sus palabras. Esa frase que sale de sus labios hace que voltee a verlo.

—No deberías. Puede haber degenerados por ahí. Recuerda lo que pasó ayer. ¿Acaso lo confundiste con alguien? ¿En tu primer día de trabajo?

Prácticamente corro hacia el y lo abofeteo. El ni se inmuta, aunque le he dejado el rostro rojo.

—No sabes como son las cosas. Claro, intentan abusar de mí y yo soy el culpable. Mejor vete con tu novia.

Me dispongo a irme pero toma mí mano.

—Lo sabía, sabía que te había pasado algo. ¿Te refieres a la chica de ayer?

¿Y se atreve a mencionarla? Es que no debería de darme explicaciones, no somos nada. Nos acabamos de conocer.

—No me interesa. Suelta mi mano, necesito ir a trabajar.

¿Acaso hablo en Chino? En vez de soltar mí mano, me acorrala contra la pared, colocando sus manos a ambos lados, a la altura de mí cuello.

—Ella es mí hermana Malee. De mudó conmigo, pero no sale de su habitación.

Me quedo sorprendido, segundos después avergonzado, y ahora solo quiero que venga una ráfaga de viento y me lleve.

—Yo...lo siento...

¿Por qué me disculpo? ¿Por sentir celos? ¿Por golpearlo?

—Soy...sadomasoquista.

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Hola mis amores. Acá estoy con un nuevo capítulo. Si lo sé, siempre dejo suspenso...¡Debo hacerlo, sino no soy yo!

Besos y hasta la próxima

Posdata: ¿Qué les parece la nueva portada?