Besos clandestinos

Capitulo 9

La verdad es que lo que había pasado ayer en la empresa me dejó preocupada, tantas preguntas hacia sebas que no me podía quedar sin saber que había pasado allí adentro.
Lo espere ahí afuera y cuando lo vi, me acerque y cruzamos palabras y termino con una invitación a tomar café, pues como no tenía nada mejor que hacer acepté.

— y obviamente el detective y un oficial me hicieron repetir la historia mil vez— dijo sebastian explicando con sus manos.
— ¿entonces ese dectetive creía que tu habías sido el responsable de lo que pasó?
— pues eso creo.
— bueno —Suspiré con una pequeña sonrisa— lo importante es que todo se aclaro— Agarré mi café.
— si, ya esta— tomó un trago de café mirándome.
— lo que me parece raro es que solo haya sospechado de ti solo por tus antecedentes.
— hizo una pequeña sonrisa sin mostrar los dientes con su mano en su rostro— usted también sospecho de mi
— asenti apenada— si lo se, perdón.
— Negó— no lo echo en cara esta en su derecho.
— no debí sospechar así sebas lo lamento.
— bueno, yo valoro mucho que haya venido hasta aquí y por la empresa no se preocupe que voy a cumplir con las horas que falte hoy.
— lo mire y puse una sonrisa— tranquilo que se me antojaba un cafe.
— Soltó una carcajada y me siguió mirando— pues yo supongo que ya debe tener que irse.
— ¿a donde?— lo mire irónica.
— pues creo que debe tener algo mejor y menos aburrido que tomar un café conmigo, nose tal vez su novio, planes, cosas.
— si pero Rodrigo se tuvo que ir y la verdad— revolie mis ojos— no quiero pasar el día escuchando a mi suegra.
— volvió a soltar una carcajada— ¿es media entrometida o que?
—uy si supierassss— respondi marcando la s al final.
— bueno supongo que así son la suegras.
— si es que ella quiere que todo salga perfecto pero aveces habla tanto que me vuelve loca.

Sebastian solo seguía riendo mientras me miraba y toma de vez en cuando su café.

— si ya se no debería hablar así de mi suegra ¿verdad? De echo nose porque te estoy contando esto.
— tranquila está bien desahogarse, mi mamá dice que lo que nos guardamos nos hace daño, y que ahí vienen los problemas de salud.
— ah entonces yo debo ser un foco de enfermedades— rei fuerte.
— usted ¿no tiene con quien hablar licenciada?
— suspire— si tengo, Caro y Daniel ellos son mis amigos pero a veces me siento muy sola como si estuviera encerrada nose.
— yo se perfectamente a lo que se refiere y tengo la solución para quitar ese sentimiento.
— ¿cual es? — pregunte sonriendo.
— es que no se lo puedo decir, se lo tengo que mostrar y es en otro lugar, solo tendría que robar un poco más de tiempo a su día.
— pues perfecto ya te dije que no tenía nada mejor que hacer— tome café mirandolo sonriente.

Después de unos minutos caminando tranquilos los dos solos, llegamos a una plaza grande que se veía que por el lugar que estaba no venia nadie, era enorme y se podía apreciar los sonidos de la naturaleza y su belleza de paisaje.

—bueno este es mi lugar— me dijo con una chaqueta en su mano.
— sabes yo nunca vine a este parque— mirando todo mientras sonreía.
— y eso es porque nadie viene a esta parte y eso es lo que me gusta eso si— me señaló de manera chistosa— me tienes que prométer que es un secreto.
— levante mi mano riendo— promesa— me senté en un banco— pues yo no te imaginaba en un lugar asi, es que cuando pensaba en ti era de un sitio con gente, ruido, nose
— lanzo una risa y en tono ironico respondió— un callejón sucio, cerveza, mujeres
— me rei un poco mirandolo— no no solo diferente
— si cuando estoy con los bross si, pero este lugar es para mi es paz— mirando los paisajes mientras me contaba.
— ¿y como lo conociste?
— pues no fui yo, fue mi mamá, me traía aquí cuando era niño, siempre jugaba me caía corría, me levantaba, ah— pronunciando fuerte la letra A— cuando era invierno me dejaba meterme a esa laguna— señaló con su dedo— yo aquí era feliz, nos encanta ver como las estaciones cambiaban.