No estaba en sus planes en un inicio. Bien dicen que el futuro da sorpresas.
Lo que menos esperaba Quackity era pasar de ver como amigo a Luzu a algo más.
Ese hombre de ojos tan rojos como el mismo rubí había robado cada uno de sus latidos y suspiros. Su sola presencia provocaban un mar de mariposas que revoloteaban sin rima ni ritmo por el cuerpo de Quackity.
O si, se había enamorado de aquel hombre.
Amaba el trato especial y las palabras bonitas, los significativos regalos, sus pequeños toques a su persona, la forma en que le miraba y analizaba para luego sonreír de forma coqueta antes de decirle lo bonito que se veía cada día de su existencia.
Le gustaba.
Amaba la forma en la que hablaba con su característico acento o su tono varonil cada que le susurraba uno que otro secreto o chisme que escuchó por ahí en el pueblo. Amaba la forma esbelta que le daba su ropa ocultando bajo las capas de tela una figura masculina y fuerte -algo que tal vez vio en un pequeño descuido- junto a una espalda ancha y firme. Amaba sus manos pasearse por su cabeza en una pequeña caricia cada que tenía la oportunidad. Amaba su altura como un gran muro capaz de protegerlo de cualquier peligro.
Amaba cada centímetro de piel perteneciente a Luzu.
Y tal vez, solo tal vez deseaba ver absolutamente todo del hombre, verlo tal cual llegó al mundo sin ninguna pieza de tela que impida recorrer con sus manos cada centímetro de piel. Tal vez deseaba escuchar su nombre ser susurrado en un tono indecente junto a su oído en la privacidad de su cuarto. Tal vez también quería probar sus labios y ser libre de probar cuanto quiera de él. Tal vez quería sus manos encima suyo tocando su piel y llenarse de la sensación de pertenecerle. Tal vez deseaba ser tomado por ese hombre y ser usado tanto como él lo desee.
No lo deseaba, el realmente quería y anhelaba su toque.
Bueno, tal vez no solo le gustaba. Tal vez también le gustaba un poco mucho física y sexualmente.
Quackity podía jurar que tras ese atractivo y bonito rostro había una bestia oculta que aún no había sido descubierta. Y él anhelaba tanto despertar a esa bestia para servirle tanto como quisiera.
Tal vez y por eso estaba con su celular en mano a punto de escribir la locura más grande de su vida.
No era la primera ni sería la última vez que hablaba con Luzu por mensajes pero esta vez era diferente.
¿Que debería decirle?
"Hola, ¿Que tal?, ¿Cómo te va?"
Qué frase más vulgar cuando sus intenciones eran claramente más atrevidas e íntimas.
¿Pero que podía hacer? Cargaba con un enamoramiento sin respuesta y una frustración sexual de los mil demonios. Casi que podía jurar que si no obtenía el valor para declararse lo mínimo que quería obtener era una buena cogida con aquel hombre.
Sonará estúpido pero tenía mucho más valor para pedirle ser cogido antes que declararse.
Sentado sobre el sofá de la sala se dispuso a escribir.
"Quiero conocerte. Cambiarías un poquito de mi suerte"
Fue algo al asar pero que tenía cierto sentido. Quackity era como un imán de problemas y mala suerte a dónde sea que vaya mientras que la sola presencia de Luzu era como la buena suerte sonriendo en persona, siempre dando lo que quería y obteniendo lo que desee.
Quackity pensó que sería lo suficientemente llamativo como para que Luzu notara el trasfondo siendo que no era algo que normalmente diría. Llevó las rodillas a su pecho apoyando la barbilla sobre estos esperando una respuesta del castaño, su celular a un lado suyo en espera de una respuesta.
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Pasemos a lo bueno [Luckity]
Fanfiction¿Por qué saludar si solo podemos pasar a la parte buena y desacernos de nuestra ropa? →Se shipean cubitos (K!Quackity/K!Luzu) →No sé manejar los acentos por lo que en su mayoría es bastante neutral. →Contenido +18 →Inspirada en la canción "Hola" de...