(don't) let me go [VegasPete]

³. tiempo libre (juntos)

Jueves.

"No lo pienses, solo hazlo."

Pete buscó a Vegas en el receso de la universidad y en la salida a las últimas horas, así que decidió irse a la biblioteca para retirar un par de libros sobre programación.

No esperaba conseguirse a Vegas en una de las primeras mesas de la biblioteca, con el rostro sumergido en un libro y con un montón de hojas repartidas por toda la mesa.

Se acercó rápidamente, sentándose frente a Vegas y tomando una hoja, sintiéndose curioso por la preocupación que emanaba Vegas.

—Hey, Pete — Vegas apenas lo miró, continuando su lectura.—¿Qué haces aquí?

Pete hizo un sonido gutural, tomando otra hoja.

—Vine a buscar unos libros y te encontré aquí, quiero saber porque pareces a punto de colapsar.

—Es mi peor pesadilla— le dijo Vegas.— Números.

—¿Cuál es el problema?

—Unos números no coinciden con los bienes dados por el maestro, no entiendo, el precio de cada bien mueble está bien escrito, pero al final da un valor diferente.

El menor leyó la lista de bienes, era una larga lista de aproximadamente cien bienes ordenados en orden alfabético con su serial y su precio.

—P'Vegas, ¿cuál es el valor de una mesa cuadrada de madera color negro serial 0139?

Vegas movió un par de páginas atrás, ojeando las páginas y sus ojos a través de los lentes luciendo cansados.

—Dos mil cuatrocientos noventa bahts.

Pete observó el resultado final de la suma, contando los números repetidas veces.

—¿Cuál es el resultado que deberías tener?

—Cinco millones, seiscientos treinta y cuatro mil, novecientos ocho con ochenta y cuatro bahts.

—Agregaste un cero en la penúltima cantidad, P'.— Pete dió otro vistazo, notando que ese precio era diferente.—Tienes que la mesa vale veinticuatro mil novecientos bahts. Tiene un cero de más.

Vegas se levantó de su asiento y se sentó al lado de Pete, inclinándose y observando la hoja que tenía el menor en sus manos.

—Mira, P'. Todos los cálculos están bien hasta que llegamos a la mesa, llevas cinco millones seiscientos veinte mil, trecientos doce con ochenta y cuatro, sin embargo cambia al sumar la mesa, que tiene un valor de dos mil cuatrocientos noventa, más doce mil, ciento seis del último aire acondicionado, sería al final cinco millones seiscientos treinta y cuatro, novecientos ocho con ochenta y cuatro.— Pete miró a Vegas, señalando los números.—En cambio, al sumar veinticuatro mil novecientos bahts, te cambia el resultado a cinco millones seiscientos cincuenta y siete mil, trecientos dieciocho con ochenta y cuatro.

Vegas observó la hoja y parpadeó rápidamente, sus ojos luciendo aún más confundidos.

—No entendí nada.

Pete soltó una risita suave, tomó un lápiz y señaló las últimas tres cifras.

—El valor de la mesa tiene un cero de más agregado, por eso te altera el resultado.— Pete escribió los números a una esquina, murmurando más para sí mismo.—Dos mil cuatrocientos noventa más doce mil ciento seis, seis, nueve, cuatro y uno, dos, daría catorce mil quinientos noventa y seis, más cinco millones seiscientos cincuenta y siete... mhm, ocho, seis, seiscientos treinta y cuatro... listo. ¿Ves? Da lo mismo que el libro.