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—Quédate quieta Senju. —escuché a Hinata y levanté bruscamente la cabeza para verla. Ella soltó un ruido de exasperación— Sé que estás nerviosa y todo, pero si te sigues moviendo así no voy a poder terminar este peinado a tiempo.
—Si mi cabello es corto, ¿Cuál es el punto?
—Sin preguntas innecesarias ahora por favor. —Emma refutó mientras entraba a la habitación con una caja pequeña en manos.
—Aquí está el vestido. —comentó Yuzuha, entrando detrás de Emma con una caja más grande.
—¿No se supone que primero te pongas el vestido? —Naomi preguntó, alzando una ceja con confusión hacia mí.
Por el espejo miré como Hinata, con todo el esfuerzo del mundo, intentaba hacer un par de moñas en mi cabello.
—No lo sé, es la primera vez que me caso.
Naomi me lanzó una mala mirada por el sarcasmo en mis palabras y la habitación quedó en silencio, cada una centrada en varias cosas de la boda mientras yo me sentaba cual reina en una silla frente al espejo. Podía ver la expresión de molestia en el rostro de Hinata, pronto perdería la paciencia; Emma y Yuzuha comenzaron a sacar el vestido de la caja para ponerlo sobre la cama ordenadamente, quitando a Naomi de ahí; y Naomi simplemente existía en la habitación, curioseando sobre absolutamente todo.
Mi teléfono vibró y, siendo lo más suave y lenta posible para no moverme por petición de Hinata, lo agarré. Era una llamada de Wakasa, contesté confusa.
—¿Aló?
—Te juro que no aguanto más a tu prometida.
Oh, sí. _______ estaba con los chicos.
—Buenos días a ti también, Wakasa. —volqué los ojos sonriente.
—Mi día era bueno hasta el momento en que acepté venir aquí. —por su voz podía deducir que estaba bastante irritado— ¿Como es posible que soportes a esta chica?
—Porque ella también me soporta a mí. —respondí— ¿Qué pasa por allá?
—Pasa que si ella vuelve a preguntar por ti la voy a ahorcar con mi corbata.
—No te atrevas a dejarme viuda antes de casarme. —sentí que Hina jaló un poco de mi cabello, y aunque me quejé un poco, continué hablando— ¿Cómo está _______? ¿Qué está haciendo ahora?
—Aish.. Las dos son igual de intensas-...
—¡WAKASA VUELVE ACÁ! ¡CUMPLE CON TUS RESPONSABILIDADES COMO PADRINO! —una voz externa lo interrumpió, seguramente Takeomi.
—Hombre, ¡Dame un respiro! Si esto sigue así voy a ser yo quien se termine ahorcando con la corbata.
—¿Con quién carajo hablas? —otra voz se hizo presente, creo que era Shinichiro.
