Kouyou Ozaki es una mujer con un carácter fuerte, independiente y difícil de domar, capaz de muchas cosas. Y como abogada, esas cualidades se han fortalecido aún más con el pasar de los años. Se ha vuelto normal para ella intimidar a las personas en un tribunal, hacerlos retorcerse en su asiento en cuanto fija su mirada en ellos, y hasta dejar en la ruina a cualquier culpable que le toque tenerla de abogada defensora en la corte. Es una belleza fría, elegante e inteligente.
Pero, sobre todo eso, es una hermana mayor.
Y, cómo toda hermana mayor, esos bordes ásperos en su personalidad se esfuman cuando está en la comodidad de su hogar. Está en su naturaleza preocuparse y querer proteger a su familia. Es parte de ella y, aunque ha intentado dejar a sus hermanos tener su privacidad y libertad, no puede no entrometerse cuando ve a uno de ellos llegar de la escuela totalmente enojados y murmurando maldiciones.
No puede simplemente mirar y no hacer nada.
Chuuya es un adolescente, y es normal que tenga sus problemas, pero, a pesar de que su hermano pequeño tiene un carácter... un poco tosco y con pequeños problemas de ira que han estado tratando de solucionar, nunca lo ha visto tan enojado como ahora.
Es desconcertante.
Ozaki deja su taza de té en cuanto ve a Chuuya desaparecer por las escaleras a su habitación y hace una mueca al escuchar la puerta cerrarse de un portazo, haciendo temblar un poco las paredes. Le da unos minutos a Chuuya para calmarse mientras guarda el postre que estaba a punto de comer en el refrigerador y lava los platos.
Camina con calma y sube las escaleras, pensando en lo que podría haber molestado tanto a su hermano. Aunque hay muchas cosas que molestan a Chuuya, desde la falta del suministro de galletas en la alacena, a la forma en que su cabello se enreda después de olvidarse utilizar sus productos; pero nunca ha sido tan extremo como ahora.
En cuanto llega a la habitación de Chuuya, toca la puerta y espera a que el adolescente le quite el seguro y la deje entrar. Ozaki lo ve de pies a cabeza, aún con su uniforme de la escuela puesto, y el cabello despeinado. Eso en sí es sorprendente (Chuuya adora su cabello, y tenerlo en ese estado sería un calvario para él), pero lo es más ver el evidente moretón en su pómulo derecho.
–¿Qué te pasó?
Él bufa, cruzándose de brazos en el momento que Ozaki le toca con suavidad la mejilla para ver mejor el daño en su tan cuidada piel. –Unos idiotas-
–Lenguaje.
Chuuya parpadea y baja la cabeza, avergonzado. –Lo siento, Ane-san.
Ozaki suspira, viendo al niño retorcerse en su lugar. –Iré por el botiquín. Ponte ropa cómoda hasta que regrese y después me contarás todo, ¿bien?
Chuuya asiente y Ozaki se va a su propia habitación. Busca en su baño el botiquín que jura haber guardado en uno de los cajones de abajo en la izquierda, pero que extrañamente lo encuentra en el que está a la derecha. Abre la caja y ve que faltan gasas y curitas, también algunos vendajes, por lo que rápidamente le llega la sospecha de que Chuuya lo ha estado sacando a escondidas... porque de sus dos hermanos pequeños, Kyouka es la que menos cosas le ha ocultado y Chuuya es bastante reservado.
–Este chico... –suspira, cerrando la caja y llevándola hacia la habitación de Chuuya. Golpea la puerta y, después de escuchar a Chuuya decirle que ya se ha cambiado, entra a la habitación. El adolescente está sentado en la cama con las piernas cruzadas y mirando la alfombra con odio, por lo que Ozaki guarda silencio mientras se arrodilla frente a la cama y cura sus heridas.
Raspones en los brazos y rodillas, un labio partido, nudillos enrojecidos y con la piel herida... todos esos son signos de una pelea.
Al ver la preocupación evidente en sus ojos, Chuuya se apresura a hablar. –Antes de que te enojes, tienes que saber que ellos quedaron mucho peor que yo.
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Mientras No Dejes De Mirarme | •OdaZaki• (Bungou Stray Dogs)
FanfictionVi un comentario en una de mis historias en el cual se sorprendía al ver esta pareja ahí, literalmente decía: "¡¿Oda y Kouyou?!". Y yo tan: "¡Sí, Oda y Kouyou, ¿no es genial?!". Así que... más o menos después de eso surgió esta historia. ¡La hice en...