Xiao Zhan jugueteaba impacientemente con los hilos de la pulsera en su muñeca, intentando apaciguar las emociones burbujeantes que amenazaban con hacerlo explotar en una lluvia de colores de arcoíris en la camioneta de su agencia. Pronto sus vagos esfuerzos se fueron al traste y la emoción chisporroteó con más vigor, haciéndolo vibrar graciosamente en su asiento.
—¡Awww, miren a Xiao Laoban! ¡Wang Laoshi seguro estará feliz!
La mención del nombre del dueño de su alma lo hizo enrojecer, provocando aullidos burlones del personal que viajaba con él. Le restó importancia. ¡Simplemente estaba en la nube porque vería a Yibo luego de dos semanas de estar separados! No podía esperar más tiempo, necesitaba tenerlo entre sus brazos y besarlo como si el mundo fuera a desaparecer mañana, era el anhelo más grande de su corazón inmediato. Los miembros del staff continuaron mofándose de la parejita, gritando sus despedidas al verlo salir disparado al interior del edificio de veinte pisos nada más detenerse la camioneta en la acera.
Corrió lo más rápido que sus largas piernas le permitieron, entrando al elevador privado con el corazón acelerado y una sonrisa enamorada oculta detrás de una mascarilla negra mientras masacraba el botón al piso 18, imaginando la cara que pondría Yibo al verlo.
Estaba seguro que su hermoso Wang Yibo esbozaría una sonrisa y luego gritaría de emoción... o lo besaría, contento con la sorpresa. El mero pensamiento lo hizo sonreír como un tonto.
¿Quién hubiera pensado que encontraría al amor de su vida en Wang Yibo? Ciertamente no él, pero fue una bonita maravilla del destino de la que no se arrepentía. Jamás lo haría porque era inmensamente feliz con aquel hombre que iluminaba hasta el más oscuro de sus días con su chispeante e incomparable personalidad.
Yibo era bonito, o eso creían todos. Xiao Zhan no estaba de acuerdo. Yibo era completamente hermoso, la criatura más hermosa a sus ojos y estaba perdidamente enamorado del mocoso. Oh sí, lo estaba. Era el tipo de amor deslumbrante que no se podía esconder por más que lo intentaran, ese que todos mencionan como la soñadora fantasía de una historia de amor o una película de Hollywood. Se amaban con afecto sincero y absoluto, irreal y mágico. Xiao Zhan le pertenecía a Yibo en todos los sentidos, y a su vez, Wang Yibo pertenecía a Zhan.
Estaban enamorados uno del otro tanto como lo estaban de su relación.
Cuando el elevador se detuvo luego de un par de minutos, Zhan derrapó por el pasillo hasta la puerta de su departamento compartido. Afortunadamente no tenían vecinos o éstos también se burlarían de la estupidez del actor, más precisamente de la dulce expresión que puso al escuchar el inconfundible sonido de la voz de su novio al otro lado.
«Llegué a ti, cachorro. Te amo, te amo, te amo»
Insertó la llave en la cerradura y abrió la puerta lo más silenciosamente posible para no arruinar la sorpresa, deshaciéndose de la mascarilla y de sus zapatos en el tapete de entrada, colgando la mochila en el perchero sin siquiera sacar el celular. ¡Adiós al trabajo! Aquí y ahora lo único valioso era Yibo.
—Baobei...
La cabeza de Yibo se levantó a una velocidad abrupta de la almohadilla del sofá, su expresión pasando de la confusión a la radiante alegría en menos de un segundo. Era tan asombroso que Xiao Zhan creyó derretirse allí mismo.
—¡Dios, estás aquí Zhan-ge!
Wang Yibo saltó fuera del sofá, luchando contra el lío desastroso de mantas donde descansaba cómodamente y se arrojó sobre él, envolviéndolo en un apretado abrazo que los hizo tambalearse unos pasos atrás, chocando con los muebles. Exhalando numerosos suspiros de "te amo Zhan-ge", los labios del menor buscaron insistentemente los suyos y al encontrarlos, se unieron en un beso que emitía amor y calidez, borrando el vacío de frío anhelo para reemplazarlo por la dulce plenitud de estar juntos.
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I hate you, fucking Gu Wei | ZhanYi
FanfictionTítulo completo: I hate you, fucking Gu Wei (With love Xiao Zhan, Wang Yibo's boyfriend) Quizás Xiao Zhan es una de las personas más lindas y pacientes del mundo, pero todo tiene un final. ¿Cuáles son los resultados de quebrantar ese límite? Fácil...