hide & seek Ꮺ hyunmin

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Mi corazón late con furia mientras los segundos pasan. Hay tantas palabras inundando mi mente que no tengo ni idea de qué decirle a Hyunjin cuando lo vea más tarde. ¿Le digo que lo amo directamente? ¿Le pregunto por qué no me lo dijo antes? ¿O tal vez debería simplemente comenzar con un hola?

Hilos de viento pasan a través de mi cabello como dedos suaves, fotografías se encuentran escondidas en la palma de mi mano. Detrás de cada imagen, Hyunjin tiene un mensaje escrito para mí. Es una tendencia natural sentirme completamente avergonzado por estas fotografías de mi feo yo, pero no puedo apartar los ojos de ellas.

"Eres la persona más hermosa que he visto"

Mis dedos frotan cuidadosamente las fotografías nítidas y detalladas de nuestro pequeño viaje. No puedo ver nada de lo que él ve. Dice que soy como el rocío de la mañana y árboles de sauce, que soy un lirio en un campo de verde, pero no puedo ver un solo fragmento de lo que Hyunjin ve. ¿Cuán diferentes son nuestros ojos que solo puedo verme feo, mientras que él encadena maravillosamente docenas de palabras sólo para describir a alguien como yo?

El parque está en gran parte vacío, ya que son más de las diez, algunos transeúntes se encuentran tan lejos que apenas puedo distinguir sus caras. Sorbo y me escondo dentro de la chaqueta de Hyunjin, su olor ahora es exclusivamente compuesto de mi suavizante de telas. Amontono las fotografías y les pongo el clip justo en la parte superior, colocándolas de nuevo en la caja.

Tomo la carta de color marrón y paso la uña sobre la solapa pegada. Queriendo abrirla, el sonido de pasos cuidadosos y la goma contra el asfalto incitan mi atención.

Inmediatamente reacciono, buscando frenéticamente alrededor de las olas de oscuridad entre el follaje y postes de luz tenue. Es entonces cuando veo al chico escondido detrás de las ramas de un árbol, la luz desciende apenas sobre su silueta encorvada.

—¿Hyunjin?— respiro, mi garganta se contrae mientras mis palabras se derrumban en nada más que polvo quebradizo. Hay tantas cosas que quiero decirle, pero yo... no sé por dónde empezar.

Doy un paso más cerca mientras las líneas y ángulos afilados se disuelven en un chico que he llegado a conocer con dos años de retraso. Mi corazón se estremece y late tan ensordecedoramente cuando las emociones me abruman. Culpa, tristeza, arrepentimiento y sobre todo, este vertiginoso y absolutamente desgarrador amor. Él da un paso atrás y su voz inconfundible resuena.

—Seungmin, por favor, vete a casa— gruñe, retrocediendo varios pasos cuando avanzo sólo un poco más cerca. —Es tarde.

Pensé que estaba de acuerdo en venir a verme. ¿Por qué se aleja y me pide que me vaya? Doy un paso confusamente hacia él y digo con voz quejumbrosa —Pero...

—Vete a casa, Seungmin— jadea. De repente, gira sobre sus talones y se aleja rápidamente en dirección contraria. Ensancho mis ojos e instintivamente corro tras él, acelerando el paso para que coincida con su velocidad.

—¡Hyunjin!

Las hojas crujen debajo de nuestros zapatos, él se escapa en una carrera de velocidad. Extiendo a toda prisa mi mano, sólo apenas agarrando su muñeca y casi cayendo. Detiene sus pasos instantáneamente, girando con esos ojos tan desesperados que mis entrañas se estremecen de dolor.

—¿Por qué... por qué estás huyendo?— digo bruscamente, mirándolo con desconcierto, con mi mano todavía agarrando su manga. Se encuentra con mis ojos por un momento fugaz antes de que sus pupilas se alejen. Suavemente trata de tirar su mano hacia atrás y me aferro obstinadamente a ella. —¿Por qué viniste si te ibas a ir?— mi voz suave se desvanece en el anochecer, el negro azulado se derrumba sobre el cielo. Una frágil ráfaga pasa entre nosotros y baja la cabeza.