LOBOTOMÍA

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"A quién le había parecido una buena idea tener la estatua de un tipo moribundo en medio de un lugar blanco?"
Esa pregunta y su sin respuesta eran pan de cada día, por que sin refutar vivía, no reclamaba nada nunca y fingía no dudar de las prácticas doctrinales impartidas por su padre y medio mundo más, ya que si alguna palabra ligeramente decía algo temerosamente en contra de esa religión, sacrilegio era, pues el desprecio nunca te iba a faltar y el peligro te respiraría en la nuca.
Pensar todo eso era en vano, escribirlo era cansado y sin duda decirlo era aún peor, sin embargo tenía que, y con quién replicarlo, ese mocoso tan mencionado se había transformado en su mayor confidente, quién lo escuchaba y quién lo vería llorar a causa de sus supuestos pecados.

Su padre decía que ese tipo de personas no te traerían nada bueno o de provecho siquiera, lo llamaba lilipendo al voltear por milésima a su campo de estar, decía que esas masas de adolescentes idiotizados no tenían derecho a mancillar su pulcro entorno y alejarlo de el camino de dios, hubiera sido por siempre así de no ser por que el adulto había dejado su oficina abierta después de irse de casa a "acomodar la iglesia"... Iba a negarlo vilmente, pero la curiosidad era la mayor debilidad de un Phelps y sin rodeos entró al lugar esculcando con sumo cuidado cada una de las pertenencias de su padre, hasta que después de unos minutos buscando lo indecifrável, dio con una pequeña discrepancia entre las maderas del suelo,se puso de rodillas y siguió como gatito la línea apenas visible hasta darse cuenta que todo junto formaba una puerta cuadrada algo pequeña, con una manija exterior pequeña también, cubierta por una maceta de coronas de Cristo con un hueco al parecer hecho en especial para esconder el cómo abrir la puerta, lo pensó una vez, lo pensó dos veces y lo volvió a pensar, se estrujaba sin cuartel debatiéndose sobre entrar o no.
Por un lado quería entrar, explorar lo desconocido de su propia casa y matar el aburrimiento, pero por el otro, entrar era un peligro de dimensiones enormes, si su padre volvía y lo encontraba ahí, sería su fin, o algo aún peor... Dejó olímpicamente de lado sus nervios y abrió la puertita, pero era imposible ver siquiera las escaleras que luego de comprobar que estaban ahí, corrió a su habitación por la linterna más potente que tenía y de una, tragándose todos sus pensamientos entró sin miramientos. No le tomó mucho llegar al final de los peldaños crujientes, y sorprenderse por lo grande que era aquél lugar; Le pareció bonito y extravagante sin duda, pero luego de unos segundos se detuvo a pensar que todo eso estaba debajo de su casa, que los ruidos raros venían de allí, que las voces hablando de una bestia y mencionando su nombre no eran alucinaciones suyas... Que evidentemente había una oscura secta bajo su hogar con quién sabe que propósitos contra el mundo, con sabe que propósitos con Él, por qué no sería conciencia que cada cuando mencionaran su nombre entre lenguas parecidas a nada... Su piel se erizó de manera exagerada, su sangre se heló como si estuviera en el Ártico, sus ojos querían salir de sus órbitas y su corazón amenazaba con salirsele del pecho. ESCUCHABA PASOS, la sangre se le fué a los talones y sin pensar salió corriendo de aquél lugar, pero su miedo más reciente incrementó violento al ver a su padre, con una expresión de rabia pura, mientras en mano sostenía un látigo, y decía su nombre sinicamente

-HIJO DE PERRA!
Gritó en cólera el rubio mayor, levantando el látigo hasta donde sus brazo le permitió, grave error suyo,
Travis aprovechó la milésima para huir como nuca creyó poder hacerlo, logró llegar a la puerta de la casa, pero por más que maltrataba el picaporte, no abría, lágrimas salían de sus ojos, recorriendo sus mejillas mientras su rostro era deformado por una expresión de terror puro; solo pudo soltar un quejido antes de que un dolor punzante se presentara en su cabeza, no sabía con qué lo habían golpeado, pero cayó inconsciente al instante.


-HIJO DE PERRA!Gritó en cólera el rubio mayor, levantando el látigo hasta donde sus brazo le permitió, grave error suyo,Travis aprovechó la milésima para huir como nuca creyó poder hacerlo, logró llegar a la puerta de la casa, pero por más que mal...

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Como de ahora en adelante, mi hora llegó, mi hora para maldecir fuera del papel de abusador de infantes! Quería esta vez hacer un solo capítulo titulado, pero habrá dos partes de LOBOTOMÍA, la primera si será y es bruta, para la siguiente trataré de hacerle juego al nombre de la historia y que sea lo más triste posible, nos vemos

Meus sonhos com você °SalVisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora