EL ÚNICO OMEGA.

LA REVELACIÓN.

Como todos los años en mi escuela se realizó una prueba de segundo género a todos los alumnos de segundo año los cuales están emocionados por saber cuál es aunque sabían que solo habían dos opciones Alfa y Beta ya que en el pueblo desde hace décadas que no nace un omega y los alumnos están conscientes de esto por las clases de sexualidad que nos son impartidas y siendo el Alfa el que es el superior en la jerarquía todos quieren ser uno y ese día les serán entregados sus resultados.

Camilo, favor de venir a la oficina del directorio.

Se escuchó por los altavoces de la escuela sin saber en qué problema me había metido fui a la dirección, te que la puerta y espere a que me dijeran que podía pasar.

Director -Toma asiento --me senté en la silla -como sabes hoy se darán las pruebas de segundo segundo género y aquí tengo las tuyas --me entrega un sobre el cual supongo que son los resultados pero se me hace extraño que me llamara.

Camilo --Abro el sobre y leo lo que viene escrito -¡tiene que ser una broma!

Director -No lo es, incluso el laboratorio repitió varias veces las pruebas y en todas dio el mismo resultado.

Camilo -No no no no no es cierto --no podía creer lo que veía estaba consciente de los problemas que me traería ser un omega y más estando rodeado de alfas.

Director -Por eso te llamé aquí para que tengas un poco de privacidad ya que esto no es nada fácil.

Podría ocultar este hecho con los supresores  y decir que soy un beta así nadie se daría cuenta y todo estará bien ¿no?

Director -Ya le informamos a tu maestra para que ella le informe a tus compañeros y...

Camilo -¡¿Qué hizo usted?! ¡¿Cómo pudo ser capaz?! Era mi decisión decidir a quién y cómo decirle no de usted --todo mi plan y mi vida tirados a la basura.

Director -Cálmate niño.

Camilo -¡¿cómo quieres que me calme?! Dígame que no soy el único.

Director -De hecho si lo eres.

Tenía la pequeña esperanza de no ser el único pero al saber que lo soy esto empeoró todo, siento que mi corazón va a mil por hora todo mi cuerpo tiembla y se me dificulta respirar, empiezo a ver borroso y todo se pone oscuro.

No se cuanto tiempo paso pero despierto en mi cuarto ¿cómo llegué aquí? Escucho lo que creo que son gritos, me paro de mi cama y salgo al pasillo.

Cris -¡Todo esto es tu culpa! 

Kelli -¡¿Mi culpa? ¡No me quieras echar la culpa de esto!

Cris -¡Claro que es tu culpa de que nuestro hijo sea un maldito Omega y ¿ahora qué vamos a hacer?!

Kelli -¡No se dímelo tu que eres el maldito amo!

Cris --Piensa por unos segundos -la única opción es conseguirle una buena pareja.

Kelli -¿Tu solución es cazarlo?

Cris -Sí así nos desharemos de esta vergüenza de hijo.

Kelli -No suena tan mal y conseguirle un buen esposo no será para nada difícil.

Cris -No hay mejor forma de deshacerse de un omega.

Escuchar estas palabras de mis padres que me dolieron las lágrimas no tardaron en salir, me fui a mi cuarto y me envolví entre las cobijas, abracé una almohada y lloré hasta quedarme dormido.

A la mañana siguiente no quería ir a la escuela pero mis padres me obligaron por lo que aquí estoy sentado incómodo en mi pupitre ¿ya sabrán mis compañeros? Lo mas seguro es que si. Sonó la campana y fue cuando todos mis compañeros entraron al salón y tomaron asiento, como la vida me odia soy el que se sienta en el centro ¿porque no puedo tocarme en el rincón del fondo? Las primeras clases transcurrieron normalmente o eso me quería hacer creer ya que todos me voltearon a ver cada cierto tiempo como si fuera una criatura extraña y tal vez lo soy incluso pude escuchar murmullo lo que me indicaba de que lo más probable es que estaban hablando de mi, rezaba para que el recreo nunca llegará.